AJAXSiento que me cocino a fuego lento en el calor del celo, la deseo tanto que duele todo mi cuerpo contraído y excitado.Dos dedos penetran en esa deliciosa vaina apretada que muero por cogerme toda la noche.Está húmeda y dilatada para mí, aun restos de mi semen quedan en su interior por la actividad de anoche.Mi polla sale dando un respingo, erecta, dura y lista para darle placer a mi hembra.Sonidos eróticos, gemidos y gruñidos se escapan de entre nuestros labios mientras nos amamos en la habitación a media luz.— Bebé, te necesito, ahora Amalia, joder, necesito hacerte el amor ahora… Mmm sssshhh…Mi voz lobuna susurra contra su cuello a la vez que la mordisqueo y chupo, dejando marcas por su blanca piel.La cabeza de mi polla se roza ruda, arriba y abajo, mojada, por toda su ardiente vulva, a un paso de entrar en su vagina, por donde sale ese olor que me está nublando la mente.— Ajax… házmelo… — Amalia gime hechicera.Sus piernas se abren más a cada lado de mis caderas y se e
AMALIASu enorme y musculoso cuerpo se acostó sobre mi espalda, nuestros sudores mezclados.Una mano enterrada en mi cadera y la otra rodeando mi cuello, levantando más mi cabeza.La voz ronca y lobuna de Ajax susurraba promesas calientes en mis oídos y las estaba cumpliendo todas.Mientras me penetraba contra el colchón y me hacía suya de esta manera tan visceral y primitiva, la familiar sensación de calambre y cosquilleo se comenzó a concentrar en mi vientre.Ajax apuñalaba sin piedad ese punto en mi coño que me llevaba a ver estrellas y cuando aceleró aún más, rugiendo como una bestia, montándome salvajemente, no pude aguantar tanta intensidad.Lo que me catapultó al orgasmo fueron sus caninos hundiéndose en mi espada alta.Un gemido ronco y alto salió de entre mis labios, mis dientes picaban y juraría que también parecía a una loba en celo mientras se entregaba a su Alfa.El nudo de Conall creció y se expandió.Era algo incómodo y a la vez morbosamente lujurioso, mientras los cali
AMALIAMi cuerpo está sonrojado por haber hecho el amor con Ajax, las marcas de sus besos, de sus manos y hasta pequeños mordiscos están por todos lados, pero solo eso.Me giro como en cámara lenta y miro la suave curva de mi espalda hasta las nalgas, blanca, perfecta, nada de cicatrices o imperfecciones, todo curado como por arte de magia y solo los restos de amor quedan sobre mi piel.Debe ser… por su sangre de Alfa.Una lágrima cayó de la esquina de mi ojo y luego le siguieron muchas más.Me envolví en una mullida toalla blanca y me senté temblorosa en el suelo, en una esquina frente al espejo, lejos de los cristales.Esa mujer que me devolvía la mirada no era la Amalia que salió de la casa de los horrores.En tan poco tiempo había cambiado demasiado y no solo físicamente.Era más segura, menos insignificante y tétrica. Todo se lo debía a Ajax, él me sacó de mi agujero de autodesprecio y me estaba dando las alas para volar.Sin embargo, me estaba volviendo codiciosa, no me conform
AJAXSalgo de la mina y camino hacia el auto, la madrugada se cierne sobre nosotros, pero este es el momento donde la fuerza del hombre lobo es mayor.— Alfa, ¿por qué no te llevas a Leo para que maneje? Aún te estás recuperando de tus heridas internas, más dos noches sin dormir y apareándote, ¿acaso crees que eres invencible? – Kane me detiene preocupado.— No voy directo a la mansión, pasaré primero por el hospital – le respondo subiéndome al lado del conductor.— Bueno, pero ya deje de gruñir, jefe. Entre aguantarte la calentura, andar endemoniado como un ogro y tener a una esposa mucho más joven, morirás infartado en cualquier momento.Se recuesta a la puerta y me habla en voz baja, con esa risita que ahora mismo quiero borrarle de un puñetazo.— Vete a la mierd4 Kane, que sepas que tú y Leo estarán de guardia hasta que se me olvide el ridículo que hice hoy con mi hembra – le dijo encendiendo el auto y dando marcha atrás.La ventana oscura comienza a subirse y él tiene que apartars
AJAXEntré en la habitación en penumbras, pasé al baño en silencio para lavarme y desvestirme. Mis pasos descalzos me llevaron hasta la cama, subiendo el edredón con cuidado y acomodándome detrás del pequeño y suave cuerpo femenino.El corazón de mi lobo estaba lleno de satisfacción, al igual que el mío. Abracé a mi hermosa hembra que murmuró mi nombre en sueños y se acurrucó contra mi pecho.Nunca imaginé que dormir con una mujer en mi cama se sintiera tan bien, es la primera vez que lo experimento.Presiento que si algún día me faltase Amalia, mis noches se llenarían de pesadillas y soledad.*****AJAX— Dime el informe – le pregunto a Kane, sentados en mi despacho temprano en la mañana.— Ya los hombres comenzaron a buscar con discreción en las otras minas, el problema es que, si le están haciendo lo mismo a Adam, será muy difícil investigar en sus tierras – responde.— ¿De verdad crees que la Sra. Brooke nos haya traicionado solo por una promesa? O sea, ¿cómo puede arriesgarlo t
AJAXAdam y yo nos escabullimos, como en los viejos tiempos, dentro los túneles oscuros de la mina, siguiendo el camino marcado por mis guerreros.Éramos dos Alfas poderosos y sabíamos muy bien camuflar nuestro olor y nuestra presencia.Enseguida dimos con el rastro y avanzamos hasta el corazón de esta mina subterránea, cavada entre las manadas de ambos.Nos arrastramos por el suelo pedregoso, y asomamos las cabezas a través de una diminuta gruta escarbada en lo alto de la pared.Abajo, se encontraba el centro de lo que parecía una prisión, debido a las pesadas jaulas y dentro de ellas, enormes Renegados que golpeaban los barrotes con ira.Algunos estaban descontrolados, pero la mayoría, parecían tranquilos, como sedados.“¿Quién es el psicópata que ha hecho esto? ¿Cómo los mantienen sedados?, lo hemos intentado todo para controlarlos y sin éxito” no puedo evitar decirle a Adam en su mente.Sin embargo, el Alfa a mi lado se ha quedado en shock y no solo por los Renegados capturados, s
ADAM— ¡TÚ…! – me quedé por un segundo sin palabras de tanta rabia y decepción — ¡Te acogí como un hermano, como un amigo, te di un techo y comida! ¡¿Por qué me hiciste eso Augusto?! ¡¿Por qué le hiciste eso a mi hijita?!Las manos me temblaban del odio y la ira recorriendo mis venas.Casi no podía hablar palabras humanas con mi lobo tomando el control de mi cuerpo.Tantas cosas que hice por este hombre, que ahora solo se reía cínicamente en mi misma cara.— ¿Quién dijo que quería las migajas que me diste? ¿O ser siempre tu segundón? – me respondió mirándome directo a los ojos.— ¿Y tu hijita? Esa era una víbora que nadie soportaba. La verdad, creo que te hice un favor al eliminarla…¡BAM!No pude soportar más y le di un fuerte puñetazo arrojándolo a una esquina donde destrozó una silla y cayó pesadamente al suelo.Se medio levantó, escupiendo sangre al lado y limpiándose la boca impasible.— ¿Qué persigues con todo esto? ¡DIME! ¡¿QUÉ GANAS CON ENFRENTARNOS AJAX Y A MÍ?! – caminé ame
ADAMIntento hablar, pero solo sale un rastro de sangre de la comisura de mis labios pálidos.“Ella… ¿Por qué Alessandra también? Ella te quería como a una madre, ella…”“¡Tu hija era una perra, que delante de tu cara actuaba inocente y por detrás era una maldit4 que incluso maltrataba a mi hijo, con ella viva, como la mayor, heredaría el puesto de Luna y su compañero el de Alfa! ¡Nadie le iba a quitar el poder a mi hijo!”Me confiesa y llevo una mano hacia su garganta, ella se asusta e intenta volver a apuñalarme, pero agarro la hoja afilada hiriéndome la mano y la arrojo lejos.La controlo contra en el suelo, la domino con mi cuerpo mucho más grande y la intento ahorcar.Las lágrimas comienzan a escapar de mis ojos, recordando cómo murieron mis hijos, todo este tiempo he tenido dos serpientes rastreras en mi casa.Freya entra en pánico, acostada en el piso, pataleando debajo de mí y arañando mis brazos con sus garras, respirando pesado y ruidoso.El color de sus ojos me recuerda de