Capítulo 24
Despierto en la habitación de un hospital, con un par de fisuras en mis costillas, moretones en el cuerpo y rostro, mi mano entablillada.

—Diana, estás en buen estado, mañana haremos la tomografía para ver cómo has avanzado. Qué bueno que estás bien —me sonríe—, tu novio estuvo cuidándote.

¿Fabrizio?, sonrió, no sé si alegrarme o no.

—Gracias. —suelto con voz suave.

Conversando con Virginia, me doy cuenta de que está molesta con Fabrizio, y la verdad yo también lo estoy. Reprocho a mamá el hecho de haberlo dejado que me cuidara y no ella, pero se defiende diciendo que él está muy mal porque se siente culpable.

—Pues, qué bien que se sienta así —escupe Virginia, molesta—, por su culpa, casi la perdemos —agita las manos indignada.

—Pero no fue así —lo defiende mamá—, tenía sus razones y él te las dará a su tiempo.

—La verdad, no sé si quiero escucharlo.

—No hay razón que valga, Lucifer —nunca las había visto discutir en serio, yo solo las observo en silencio, determinando quien t
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