—No quiero. —replicó. —Esta es mi casa y tu solo eres una invitada. ¡Maldita sea,!. Porque mierdas no se va y punto. ¿Acaso quiere guerra?. ¿Tanto desea una pelea conmigo por ese imbécil?.Me doy vuelta y la observo mientras mis ganas de estrangularla por meterse con Sebastián crecían de una ta considerable que estaba por explotar.—¿Que quieres?. —la encaré. —Provocarte —respondió con una sonrisa malvada. Coloco mis manos en mis caderas mientras me río sarcástica inclinando mi cabeza hacia atrás, camino hacia la mesita de noche y observo lo que está sobre ella.—Ni si quiera te importó lo que yo sintiera. —La verdad, no. —respondió con simpleza. —¿Eso debe inportarme?. —dijo sarcástica.Bien, si desea guerra se la daré, cabreada tomo la pequeña lámpara y se lanzó con todas mis fuerzas y ella la evadió pero logró golpear su hombre—¡¡Maldita traidora!!.. Me lancé sobre ella golpeándola con todas mis fuerzas, pero ella ella me toma del cabello y me da un derechazo que hizo sangra
La mezcla del alcohol y el deseo, eran más fuertes si, pero no tanto como cuando Sebastián es quien me besa, me acaricia o me penetra con fuertes gruñidos, Mis piernas se enrollaron en su cintura hace varios minutos, aún no se había desvestido pero no podía decir eso de mi ya que estaba totalmente desnuda frotando mis senos contra su pecho. —No espera. —¿Que pasa?. —me deja sobre la cama con su respiración acelerada. —¿Estas bien?. Me coloco de pie y recogí la bata del suelo para volvernos colocármela, no debí permitir que esto volviera a pasar, fue un error que por poco pasa a mayores. Jefferson parecía confundido por mi cambio drástico de mi comportamiento. —Vete de aquí. —Sabia que te arrepentirías. Me encierro en el baño para lavar mi rostro y poder despejar mi mente, mi cuerpo ardía demasiado así que me meto a la tina y dejo la llave abierta para que esta se llene de agua fría y así poder enfriarlo y desaparecer la excitación. ¿Qué estaba a punto de hacer?. ¡¡Joder, soy u
—¡Mierda!..—¿Qué?..Sin pensarlo me levanté y con desesperación busque la salida de emergencia dejando atrás a Jefferson quien a gritos me llama pidiéndome que lo esperara pero yo solo quería huir, al verme en un callejón volteo a ver a todos lados deteniéndome, al sentir una mano tomar mi muñeca grito golpeando un pecho que me soltará al creer que era Sebastián mientras le decía que no iba a volver con él por ser un desgraciado.—Maricela, tranquila soy yo.Ni siquiera me había dado cuenta que quien estaba frente a mí era Jefferson, al saber que era el cierro mis ojos y suspiro aliviado apoyando mi espalda contra la pared, siento que toma mi mano y la entrelaza con las suyas, confundida abrí mis ojos esperando una explicación por su acción.—No se que me pasa contigo. —murmura ansioso.—Simple. —respondí. —Me quieres follar.Ladea una sonrisa. —Entonces que te parece si lo averiguamos.—¿Me estas pidiendo que follemos para saber que es lo que sientes por mi?. —me burlo sin evitarlo.
Volteo a ver a Jefferson y el me besa castamente. —Necesito pedirte algo más.—¿Ahora que fantasía quieres cumplir?.Ambos sabíamos perfectamente que cuando uno llama al otro, era porque teníamos algún fetiche y sea donde sea el lugar lo cumplamos pero ahora es distinto, ya que aunque no lo admita en vos alta deseo estar en los brazos de mi Demonio nuevamente.—¿Prometes aceptarla, sea cual sea?.—Claro —dijo acomodándose pero yo lo detuve ya que debíamos esperar.—Jeff, —tomo el valor para decírselo. —Quiero hacerlo con dos hombres al mismo tiempo.Su rostro se desencaja por completo mientras sus ojos me observan sin creer lo que había salido de mi boca, yo se lo advertí, le dije que mis fetiches eran algo descabelladas pero el lo único que dijo fue: “No creo que tanto como las mías”.—¿Con dos?. —repite incrédulo.—Si, —respondí. —Tú eres uno, y quiero que Sebastián sea el otro.—Oye, oye, quieres detenerte a pensar por un segundo lo..—Ya tomé mi decisión Jeff y si no te gusta, en
—No me hagas esto por favor.. —ni siquiera tenía palabras para responderle. —No se ..—No es lo que pregunté. —Dijo tajante, —Respóndeme.Trago saliva al ver que se saborea al pasar su lengua por sus labios mientras observa los míos con demasiada fijeza, mi respiración se dificulta al intentar no inhalar el aroma de su Colonia que me volvía loca y desesperada por probar sus labios.—¿Lo deseas, no es verdad?. —su voz excitaba cada poro de mi piel. —Vamos,.. dímelo.¡Mierda, mierda!, Que más desearía poder decirle que sigo suya pero ya no es el caso, así que tomó el valor y lo alejo de mi para poder controlar mis instintos que solo me gritan a todo pulmón que le diga: “Si".—Lamento decepcionarte Sebastián pero ya no, tu querías forzarme a casarme contigo y yo no.Se aleja de mi —Fue un placer saber que aún estás viva. —volvió a acomodarse mientras toma su celular.¡No!, es que esto no se va quedar así, porque si también decidí venir es para que me de una explicación de porque se metió
Camino de un lado a otro mientras me quedo pensando en la forma de despedirme de Jeff, nunca acostumbro a despedirme de alguien porque no se me da, Pero por esta vez tenía que ser una excepción y no podía irme sin despedirme de Jeff, me encontraba frente a su puerta indecisa en sí era lo correcto lo que estaba por hacer. sabía que estaba en su casa, y también sabías que no aceptaría muy bien la decisión que había tomado al volver con Sebastian, ¡Dios porque soy tan estúpida! si tan solo pudiera retroceder el tiempo para poder cambiar ese día que fue nuestro primer encuentro, ¿ Qué hago qué hago?.—¿ Maricela.? —Mi cuerpo se paraliza al escuchar su voz. A mis espaldas. —¿ ¿Qué haces aquí? Tan pronto volviste., que te tardarías más tiempo.Inhaló profundamente Retomando una postura calmada Pero mis nervios estaban al Máximo y no podía controlarlos, joder como le digo que me voy, ha sido un buen amigo todo este tiempo que hacerle esto me hacía sentirme de alguna forma como una aprovec
Hasta la pregunta es estúpida, es más que lógico que es de Sebastián, obviamente no era suyo porque todo esté tiempo nos hemos protegido, en cambio con Sebastián jamás llegamos a hacerlo, ¿Qué puedo decir?, Las ganas por follarmelo eran más grandes que pensar en un posible embarazo.—No necesitas que te lo diga, —intento no parecer emocionada. —así que no me lo preguntes, además recuerda que la última vez que lo hicimos no usaste protección. —intento confundirlo.—La verdad es que no lo recuerdo, estaba oscuro esa noche y..—Ya deja de darle vueltas al asunto. —me acerco a él y le doy un masaje. ¡Dios!, Lo que tengo que hacer por largarme de aquí. —Porque mejor no te quedas un rato conmigo y la pasamos bien..El se gira para verme sobre su hombro, su expresión seria, se fue ablandando poco a poco hasta que al final logré sacarle una sonrisa, ¡Ayy.. si supieras que soy dulce y Amable contigo, para poder largarme!.—Me has tenido abandonada y sola..—Tienes razón.. —toma mi mano acarici
—Iré por agua fría.Lo único que quería era cerrar mis ojos, después de mucho tiempo me había enfermado lo que es extraño ya que hace poco me encontraba bien y extrañamente me enfermé en cuestión de horas—No te preocupes, ya te sentirás mejor.—Eso espero..Al despertar, lo primero que veo es el rostro de una niña, me levanto abruptamente asustando a la niña, ella se había bajado de la cama me observa temerosa, ¡Joder! ni siquiera sabía que me había pasado exactamente.—Ya despertaste. —la chica que me ayudó anoche entra con una bandeja de comida. —Viviana se quedó contigo durmiendo.—¿De verdad?. —dije sin creerlo.—Claro, parece ser que le caíste bien.—Y eso que no soy muy buena con los niños..—¿Lo dices por tu embarazo?.—¿Cómo lo..—¿Cómo lo sé?, Olvidas que te dije que soy enfermera..Lo había olvidado, y todo por tanto en que pensar. Le pido a Vanessa un celular para llamar a Sebastián había trabajado lo suficiente para él y me sabía su número de celular mentalmente, Viviana