La canción que iba destinada a Luna, resultó ser todo un tema. Tenía una trama bastante sólida y las subidas de amor y desamor eran muy llamativas:
"Vienes como estrella fugaz,
cumples mis deseos y luego te vas,
he visto tantos secretos, y ahora llamas,
¿acaso intentas volverme a engañar?
Ya no hay más misterios, y te digo lo que siento,
que pudimos crear el cielo, pero perdiste un intento.
Oh, aún te veo en la luna,
Cuando estuve desayunando, recibí un mensaje de Luna. Era una imagen de un pie de limón con un sorbete clavado en el medio, sin pie de imagen ni descripción. Esos lindos momentos que vívidos yacían en mi memoria, estaban apareciendo como imágenes de carrusel, reproduciéndose una tras otra y sintiendo esas cosquillas que en aquel momento habría sentido. Algo en mi se ablandó. Sabía que era tonto pensar que esa chica iría a cambiar por mí, pero quería ser un tonto con esperanzas al menos. Quise hacer esos pensamientos a un lado. Improvisando algunas rimas en la terraza, recordé lo que había dicho Frey hacía un par de días. Mis rimas tristes y mis gritos decían más de lo que hablaba, así que un poco avergonzado procuré ponerle un poco de color a mis rimas. No tenía mucho ánimo, pero estuve ahí media hora dándole vueltas al teléfono como si estuviera en trance. La voz potente de Frey del otro lado de la puerta llamó mi atención. Al
Enseguida otro mensaje llegó que me dejó un vacío en el estómago. -No suenas como siempre. Al ver hacia arriba, vi a la chica asomada en la ventana con medio cuerpo dentro de su habitación. A su lado, las cortinas hacían una delicada danza. Escribí: -Gracias, gracias por todo de verdad. -No había entendido tus intenciones hasta que me estrelle con la vida. Siempre has dicho la verdad, ¿me equivoco? Al instante, la chica iluminó su cara al ver su teléfono y sonriendo por la silenciosa comunicación que estaban teniendo me respondió: -Aún te falta una carrera para entenderme, pero quizás ya diste un paso. -¿Puedes bajar? Quisiera contarte algunas locuras que me han pasado -le respondí. -¿No me detestabas? -me escribió. -No te detesto. -Entonces en realidad entendiste. -No completamente, pero ya no creo que sea necesa
- Si te preguntas el por qué accedí a contar cosas de mi pasado, es porque considero que te lo mereces. Que no se te suba a la cabeza -un comentario digno de Valentina, pensé.En ese entonces, una hermosa niña con el cabello que reflejaba los colores del cobre y unos profundos ojos verdes encantaban a cualquier persona que se le atravesara, así fuera chico o chica. Las personas se sentían atraídos o sentían envidia.Esto la llevó a no poder conocer a personas genuinas y en poco tiempo estaba rodeada de muchas personas que la invitaban a salir, pretendientes locos por su belleza que profesaban su amor eterno y decían centenares de frases lindas para que ella les diera el dulce elixir de sus labios, y mientras iba creciendo, era más renombrada en todo el colegio.La única pasión de valentina eran los videojuegos desde toda su vida, pero cuando se comenzó a rodear de p
El día llegó y tenía todo pensado para mi citación con Valentina, aunque no sabía muy bien como iba a salir todo. Si ella pudo dar el paso fundamental de cambiar su forma de ser por unos segundos, en el que me contó su historia, puedo decirle la mía. Entonces, estaba hablando con Frey en la sala, ya que afuera comenzaba a hacer bastante fría, posiblemente porque se acercaba el otoño. Ahora, estaba más dispuesto a hablar con cualquier persona, menos con Gabriel, quien diciendo la verdad me engañó. Le había respondido a Luna que me tomaría unos días para ensayar para el festival, pero le pedí expresamente que no me ayudara. Precisamente en ese día no me insistió ni me escribió mensajes ni nada. Un completo lío. -¿Qué debería de hacer con ella, tío? -le pregunté a un Frey que lev
- La única canción que no es mía, es la primera -dije mientras Valentina le echaba un ojo a la letra de las canciones-. La escribió cuando enamoró a mi mamá. Como sea, tienes mi vida en tus manos. La que te parezca interesante, te contaré la historia detrás.- Oh, vaya. Me parece genial -Valentina se encontraba inmersa en la lectura-. Solo preguntaré por tres...Al cabo de un rato me preguntó por la canción 12.- La canción trata de una lampara -dije.- ¿Una lampara? -preguntó incrédula.- Así es.En ese momento estábamos sentados en el mismo sillón que el día anterior. Las luces fluorescentes iluminaban tenuemente la estancia que tenía las luces apagadas.-Ese día estaba triste -añadí-, y caminando entre las calles de la ciudad estaba una lámpara en donde hab&iac
Me encuentro en la sala pensativo. Tengo menos ganas de salir de las que imaginé ayer, por otra parte, los mensajes de Valentina me confortan ya que lo que había hecho ayer fue algo ariesgado considerando lo explosiva que es.He estado involucrándome más con la familia, cuidando de mamá Elisa. Le he manifestado mi preocupación acerca de su salud, y de la existencia de mi padre, que estoy seguro que sigue allí afuera.Ella me insistió en que me preocupara más por las audiciones, sin embargo no era tan fácil. Primero tenía que zanjar un asunto con alguien antes de continuar.A pesar de las largas horas pensativas de mamá Elisa, era agradable pasar el rato con ella mientras cantaba y ella escribía c
Un par de aspirinas, ungüento para la herida del labio y directo a la terraza a practicar. Si es cierto que gran parte de mi futuro depende de esas audiciones.Estuve repasando los sentimientos que tenía con respecto a Luna.Me parece increíble como una persona puede llegar en un momento a tu vida y ocasionar tantos problemas como olas existen en el mar.Le escribí a Luna tras una hora de bloqueo creativo, sin embargo, me llegó una notificación de Valentina.Al perecer, Christy le había contado que Luna no se hallaba en Green Valley. Se quedaría unos días en la casa de la playa mientras todo se pone en orden. Empezamos imaginar las razones por las cuales la señorita Vidale se pudo haber ido.Entre las risas, sentí tristeza de no poder hablar con ella.-Ella no te conviene, Elian. ¿No te das cuenta? -me dijo indiscretamente.Para ese momento,
- No entiendo qué vio mi hermana en ti, aunque te felicito -Víctor aplaudió abiertamente-. No pensé que alguien cambiaría a mi hermana por una… -el chico Vidali se detuvo mientras veía a Rachel con cierta repugnancia. Me hirvió la sangre-. Una cualquiera.Cuando intenté darme la vuelta para ver si tenía alguna posibilidad de retirarme de la zona VIP, me di cuenta que detrás de mí, a unos pocos metros, había dos sujetos con la vestimenta del lugar que me miraron fijamente con los brazos cruzados.- Hey, ¿ya piensas irte? Todavía no hemos conversado bien -añadió Víctor-, siéntate.Me señaló una silla al lado de la barandilla donde se podía visualizar la pista de baile.Yo solamente era oyente de lo que tenía Víctor por decir, ya que cualquier cosa que dijera, sentía que podía se