Salimos encantados del teatro con la presentación que habían dado los muchachos, fue un grupo de 5 chicos y chicas, que imitaron muy bien las canciones de nuestro artista querido.
–Me causaba curiosidad el postor que te tenía tan en alto–dijo una voz a nuestras espaldas, volteamos a ver y Eliot se encontraba en la salida–.–Vamos –dijo Sebastián–. Aún no nos llevaban el auto, así que nos quedaba otra opción más que esperar–.–No tienen que ser tan descortés y actuar como si no me conocieran–dijo Eliot–.–Actuamos como alguien que no quiere hablar contigo, es una lastima que no entiendas las acciones de las personas–dije–.Se lanzó una risa irónica. –Sabes Mariana, pensé que era mentira que estabas con un buen postor, pero ya veo que toda esa grandeza y superioridad que sientesSebastián había notado que mi actitud cambió cuando miré que tenía el control de la situación, no entendía como había pasado, pero ¿Cómo fue posible que todo salió como el pensó que saldría? ¿acaso tiene todo premeditado? ¿acaso nuestro encuentro también fue planeado? No sabía donde me encontraba exactamente, pero me sentía que estaba caminando sobre arena movedizas y que en cualquier momento me podría hundir.–¿Estás bien? –preguntó.–No. La verdad no sé como lograste que todo saliera como lo planeaste–dije–.–¿De que hablas? –preguntó–.–De ayer, ¿Cómo sabias que Eliot llegaría y que la policía también? Todo me parece extraño–.–Mariana, ¿por qué dices
Erick y Sebastián comenzaron a comentar sobre el proyecto, temas legales y de proyección de Gastos y costos en los que yo me sentía casi en medio de la nada. Ahora entendía porque Erick me pidió quedarme. A pesar de su mal carácter, me había dicho que me enseñaría como ser una buena administradora para mi negocio y esa fue una de las muchas lecciones que me ha dado para estar preparada para cuando retome mi negocio nuevamente. Me involucraba a mí en temas del costo final y de arreglos que debían hacerse, sobre las reuniones en las que yo estuve presente. Samantha llevaba la parte legal e interrumpía cada vez que algo fuera en contra de lo establecido en los contratos, ya fuera de parte de EB Concesionarios o de parte del cliente.–Chicos, entiendo que debieron agregar estas cláusulas, ¿Por qué no lo hicieron? –preguntó Samantha–.–Di
Salí de la oficina de Erick, tomé mis cosas y seguía caminando rumbo a la salida del edificio. No sabía que pensar, que decir o que hacer. Todo me parecía tan confuso. Salí con Sebastián del edificio y su carro nos estaba esperando.–¿Vamos? –preguntó extendiendo su mano–.–No quiero ir contigo a ningún lado–dije enfurecida–. –¿Cuándo pensabas decirme sobre ese trato? ¿Qué otras cosas me ocultas? –.–Mariana, no te he ocultado nada, de haber sabido que ella estaría aquí, ni siquiera hubiera venido–.–¿Erick no te lo dijo? –pregunté–.–No lo hizo, es la verdad y bien, lamento no haberte dicho, realmente no es un tema que pase por mi mente a menudo, ni siquiera lo recordaba hasta que ella lo mencionó–.–No te creo y quiero estar sola, pensar, alejarme de todos–dije y comencé a caminar hacia la carretera–.–Mariana, no es seguro que andes sola, al menos deja que Ramón te acompañe–.–Quiero ir sola y lo haré bajo mi propio riesgo–miré un espacio en la
–Mariana, espera ¿Qué haces? –preguntó Sebastián antes que entrara al elevador–.Solo lo miré sin decir nada. Llevaba una caja conmigo en donde guardé todos los adornos que había comprado para mi escritorio. Había renunciado, pero no me sentía bien, me sentía atrapada, viviendo una mentira que todos los demás habían fabricado. Era una mezcla de emociones en mi interior que no sabía a donde me llevaría, me sentía enojada por el engaño de Erick y Sebastián, frustrada y deprimida porque ahora no tendría dinero para ayudar a mis padres, triste por haber dejado un trabajo que me gustaba e insegura por esa persona que me seguía y de la que no tenía la mínima idea de quien era. Llamé a Jenny, una de las muchachas del club que había cambiado su vida, necesitaba hablar con alguien y era la única persona
Pasaron algunos días desde aquella conversación, Sebastián continuaba haciendo de todo para que yo lo perdonara, pero la realidad es que después de todo lo que me había ocultado, no podía disculparlo tan fácilmente. Me contó lo que había sucedido con Samantha. Javier mandó a Sebastián a Inglaterra para que el padre de Samantha le prestara una gran cantidad de dinero para sustentar una deuda enorme que Javier tenía en ese entonces, con la condición de que cuando sus hijos tuvieran edad suficiente para casarse, lo harían y el se convertiría en socio del negocio en el que Javier había invertido el dinero prestado. La madre de Sebastián no pudo hacer nada, es más, posiblemente ni se enteró en ese entonces del trato que Javier había hecho, sino mucho tiempo después cuando la presión de parte del padre de Samantha por adelantar la boda d
El silencio intentó consumirnos, pero para ese punto, a mi no me importaba nada más que saber que jamás volveré a hablar con mi padre, jamás le podré demostrar que logré salir adelante, jamás podré llevarlos a ese crucero con el que tanto soñé para que él y mamá celebraran su próximo aniversario. En ese momento, solo mi papá pasaba por mi cabeza.–Lamento lo de tu padre, creo que no fue buena idea venir –comentó Erick de repente–.–Te agradezco Erick–.–Puedes regresar a la oficina, cuando te sientas mejor–.–Renuncié hace semanas, ¿No lo recuerdas? –dije–.–Tienes razón, lo siento, ha sido bastante difícil para mí también–.–¿Lograste encontrar al responsable de la muerte de Ana? –pregunté–.
Decidí quedarme en casa con Mamá un par de días, mientras el dolor tomaba otro rumbo en nuestros pensamientos y nos quitara esa gran tristeza que sentíamos al perder a nuestro ser más querido. Durante esos días, pensé sobre la propuesta de Erick, pero no creo que fuera conveniente regresar a trabajar con él. Nuestra relación no es normal, siempre peleamos por cosas de mi pasado y ahora hasta de su pasado. Estamos tan jodidos, todos nos reviven cosas que deseamos olvidar. ¡Que desgracia!Sebastián regresó a trabajar durante la semana y yo lo ayudé desde la casa de mi mamá, regresaba en la noche y se volvía a ir muy de mañana, mamá vivía a 1 hora de la casa de Sebastián, pero no quería dejarla sola ahora que no tenía la compañía de mi padre, claro que no viviría con ella para siempre, pero al menos durante la época del dolor más profundo. La perdida de mi padre cambió tanto mi perspectiva sobre muchas cosas, ahora miraba el mundo diferente, debía soportarlo y aprender a no aferrarm
Después de pasar 4 semanas en casa de mis padres regresé a Tobago con Sebastián, debíamos apoyar a Erick con algo de la empresa, ahora que apoyaba más a Sebastián había comprendido muchos temas sobre administración y contabilidad que antes ignoraba, Sebastián tenía una empresa de comercio aparte de gestionar el tema comercial en de EB Concesionarios, en sus tiempos libres se dedicaba a esta empresa.Llegamos a EB Concesionarios y encontramos a Erick en una junta, siendo reprendido fuertemente por los accionistas por la falta de atención que les ha brindado a los clientes últimamente. Erick se miraba tranquilo, como si no le importara nada sobre la empresa. Esperamos al menos 45 minutos hasta que Erick finalmente llegó a su oficina.–Finalmente me libré de esos buitres– dijo con libertad–.–Que bien, entremos en el tema–dijo Sebasti&aacu