Era medio día, a pesar de que el sol se encontraba en su punto máximo en el cielo, sus rayos a penas lograban transmitir calor, el viento era fresco y con cada soplido lograba causarme un escalofrío que me erizaba la piel, aunque no sabía si era por el clima fresco o por la imponente figura masculina que tenía a mi lado.Se le miraba muy sereno mirando al frente con las manos metidas en sus jeans, llevaba una camisa de manga larga que se ajustaba perfectamente a sus brazos musculosos y firmes, su cabello rebelde estaba desordenado intencionalmente al lado izquierdo, caminaba con tranquilidad todo lo contrario a mí que me sentía como un manojo de nervios, caminando al lado del chico que dijo que le gustas y que esta empezando a hacerte cuestionar sobre lo que sientes tú también.No quería volver el momento incómodo, a pesar de que íbamos caminando en silencio no era uno pesado, el cantar de las aves y el sonido de las hojas de los árboles al ser movidas por el viento era lo único que l
Rexon. De nuevo ricitos me dio mucho de que pensar, a pesar de que un ebrio fue el culpable de la muerte de sus padres ella no agarró rencor a todos en general, sus palabras de que no todos eran iguales y que no podías juzgar a un grupo de personas por las malas acciones de unos pocos fue un golpe en la cara para mí; de un tipo de realidad que yo no había contemplado, ahora que conocía parte de su pasado me sentía de cierta manera más cerca de ella, y esta vez ya no había culpa de por medio, ni la sensación de estar haciendo algo indebido. Seguía corriendo a una velocidad moderada, podía escuchar sus pasitos a mi espalda intentando alcanzarme, su respiración agitada y latidos desbocados; comencé a correr más despacio, jamás me hubiera imaginado que algún día iba a ser la presa de una pequeña humanita. Estaba ya bastante cerca, ella apresuró el paso, me moría de ganas de descubrir que era lo que haría cuando llegara a mí, esperaba un empujón, un pellizco, mi parte en celo esperaba u
Lluvia. Me encontraba sentada en mi cama, esperando que se me pasara la alergia, aún estaba estornudando un poco, nada que ver como hace rato. Rexon estaba frente a mí, observándome con preocupación, sonreí divertida pues no era para tanto. — Ya te dije que solo es una alergia leve, nada de que preocuparse. — Me toco ver a Kurt muy mal cuando le daba esa 'alergia leve' — Bueno, a cada quién nos da de diferente manera, además sin medicación si es un poco más molesto y difícil de sobrellevar, pero tengo pastillas, así que todo bien, no te preocupes, gracias por acompañarme a comprar mis cosas, me divertí mucho. — Yo también me la pase bien contigo, hay que pasar tiempo juntos más a menudo... me doy cuenta de que he juzgado mal a tu raza, así que me gustaría conocer más de ustedes, en especial de ti. - sentí como el calor comenzaba a crecer en mi vientre, lo que Rexon tenía es que era transparente, hablaba sin filtros y supongo que eso es bueno. — Claro, me encantaría, también me g
Rexon Una vez que cubrí a Lluvia con todas las mantas que encontré en la cabaña salí al exterior y tomé mi forma de lobo para después adentrarme el bosque. No sabía de qué manera describir como me sentía, cuando ella me dijo que yo también le gustaba casi se me sale el corazón del pecho, pero ahora ¿Qué debía hacer? No sé por qué tenía la sensación de que no podía hacer las cosas con ella a como eran nuestras costumbres. No importa a cuantos lobos derrotará en batalla, estaba seguro de que no me miraría con orgullo y admiración, si iba al bosque a buscar la presa más grande y se la entregaba a ella, solo lograría que me mirara extraño y con terror, además de que ella no sabe que esa es nuestra manera de pedir matrimonio a una hembra, y tengo la ligera sospecha de que ellos no hacen las cosas así. Pero antes de investigar en eso quería ayudar a ricitos a que se recuperara de su enfermedad, llegué a la bonita casa de mi abuela y abuelo en el bosque. Tomé un albornoz de los que colgab
Lluvia. Han pasado dos días y ya me siento mucho mejor, pero Rexon sigue cuidándome como si yo fuera una niña pequeña, debo admitir que me sorprendió despertar el otro día y encontrar un desayuno echo por él, una sopa de pollo con verdura que no le quedó nada mal, como no me había dejado hacer nada ni salir de mi habitación hasta que estuviera mejor, él se había quedado conmigo en la habitación, no recuerdo con exactitud que cosas hablamos, solo sé que el tiempo pasaba volando y nos la pasábamos riendo; al día siguiente mando traer una televisión a mi habitación, ese día nos la pasamos mirando películas con palomitas. El día de hoy en la tarde Rexon llegó con varias cobijas para mí, tuve que devolver todas las demás y la que en verdad me pesó perder fue la de él, pero no podía aferrarme a ella como una pequeña, la entregué sin protestar, aunque a puerta cerrada tenía muchas ganas de llorar, me metí al baño a darme una ducha rápida antes de dormir, aunque el agua estuviera caliente e
Rexon. El día que estuve en casa de mi abuela, además de aprender hacer una sopa de pollo para mi ricitos, me tomé el atrevimiento de preguntarle sobre sus conocimientos, en especial como era que se desenvolvían las relaciones amorosas entre ellos. En primera me dijo que los humanos no eran como nosotros, que encontrábamos el amor a nuestra edad adulta nos imprimábamos de esa y estábamos juntos por siempre, eso parecía un cuento de hadas en comparación a ellos. Los humanos tenían múltiples amores a lo largo de su vida, tantos como ellos se permitiesen hasta encontrar a su amor verdadero o quizás no encontrarlo nunca; eso me preocupó, yo no quería ser un amor pasajero para Lluvia, quería que ella me viera de la misma manera que yo, 'como mi amor por siempre en esta vida". Me comentó también que eso de cazar, pelear con otros lobos para demostrar fuerza no funciona, ni tampoco se piden matrimonio ofreciéndoles un animal muerto sino con un anillo. En ese momento me di cuenta de que mi
Lluvia. Después de estar con ÉL, de solo pensar en amor eterno, se me erizaba completamente la piel del cuerpo, con ÉL solo conocí el dolor y el sufrimiento, además de siempre ver por las acciones de alguien, ya que las palabras se las roba el viento, quien mucho promete poco de todo eso cumple. Pero Rexon me estaba demostrando quererme, estaba intentando aprender a amarme como él supone que debe ser, como los humanos lo conocemos. Él y yo somos tan distintos, dos seres de mundos diferentes, que nos separaba un mar de conocimientos, actitudes y pensamientos distintos, pero aquí estábamos ahora, tratando de fusionar todo eso en uno solo. No voy a mentir que al principio le temía, me acostumbré a ver un hombre enojado con el mundo, al parecer, distante con un temperamento difícil., ahora lo notó diferente y me muero por averiguar si la razón del cambio fui yo, o solamente él siempre fue así. Me emocioné con sus palabras, en el fondo sentía que solo me miraba como un pasatiempo, pero
Dan. Creo que aún estoy soñando, quizás dentro de una ilusión, pero el día de hoy empezó de lo más extraño, en primera, en la mañana miré salir a Rexon de la habitación de Lluvia sonriendo como tonto, pero cuando lo miré después en la cocina le pregunté si había pasado lo que creía... él me dijo que no y me contó una historia algo extraña del perro de Lluvia que ahora resulta que abría puertas y él fue quién lo llevó a la habitación de ella, sospecho que me oculta algo. Después Lluvia apareció en la cocina para preparar el desayuno, pero ella no se le miraba perdidamente emocionada como Rexon, ella estaba dentro de lo que cabe normal como cualquier otro día. Al terminar el desayuno miré a Lluvia y Rexon salir al jardín, mis ojos no eran los únicos que seguían sus movimientos, el comportamiento de nuestro Alfa no era desapercibido para nadie. — ¿El Alfa Rex y Lluvia pasaron la noche juntos? — Juraría que escuché a Rex en la mañana en la habitación de ella, pero en la noche yo no e