Lluvia. No tenía idea de quién era ese enorme lobo y ese no era el momento para averiguarlo, lo que presencié, me dejó en estado de shock, el gran lobo puso su pata en el pecho desnudo de Ryan y en una fracción de segundo le arrancó el brazo con el que pretendía golpeado, el sonido de la carne siendo rasgada, los huesos rompiéndose, sangre salpicando el piso y los claros gritos de agonía y dolor de Ryan me hicieron transportarme a otro lugar, le di la espalda al brutal asesinato que se estaba llevado a cabo tras de mí, me hice bolita abrazando mis rodillas y solo podía escuchar los gritos de Ryan combinados con otros tantos en mi mente, cerré los ojos con fuerza y me llevé las manos a los oídos intentando desesperadamente no escuchar más, y aunque en un momento los gritos de Ryan cesaron, los de las demás personas siendo asesinadas seguían en mi cabeza. Me quedé perdida en ese momento, aferrada en ese recuerdo y hundiéndome en él, hasta que sentí el contacto de una mano en mi hombro
No podía dar crédito a lo que acababa de escuchar, ya había sido demasiada violencia para un día, Rexon parecía estar enfermo en la mañana que lo miré, a penas tenía energías para mantenerse de pie y ahora estaba a punto de realizar su segunda ejecución del día, en el caso de Ali todo por un malentendido. Pateé las cobijas que tenía y me dispuse a buscar mis zapatos. — ¿A dónde vas? - me preguntó Dan parándose al frente de mi — A detener a Rexon, ¿como que a donde? podría matar a Ali y todo por un malentendido, y tú, en lugar de detenerlo estás aquí. — Espera, espera. ¿Cómo que por un malentendido? Salí de la habitación caminando lo más rápido que me dieron las piernas, Ali podría ser mala conmigo, pero no merecía a morir, menos en manos de Rexon... era algo sádico fue inevitable no compararlo con él... un escalofrío recorrió mi cuerpo. — Bueno más que malentendido fue un accidente, caí del lomo de Ali, pero no fue su culpa, si quieren culpar a alguien que sea a mí por no sujetar
Rexon. Llegamos a casa, Dan dejó a ricitos de oro en el sillón y lo primero que hice fue enviarlo a su habitación para ponerse algo de ropa, ambos estábamos desnudos, pero si ricitos despertaba obviamente prefería que me mirara desnudo a mí en lugar de a él, pero ella no despertó y en el fondo me sentí decepcionado. Dan la dejó en su habitación en lo que yo me dispuse a ponerme algo de ropa, al salir él me esperaba en el pasillo. — ¿Y ahora que hacemos, Alfa? — Ryan no actuó solo, sé que también oliste en el rastro el aroma de Ali, el aroma de ella es fuerte así que anda por aquí, búscala, y dile que cambié de opinión y que la estaré esperando en la bodega. — ¿Qué es lo que harás? — Obligarla a confesar, pero como eso es algo casi imposible, quiero que después regreses al cuarto de Lluvia y cuando se despierte le preguntes como carajo terminó en medio del bosque. No me esperé a que me respondiera y comencé avanzar en el pasillo directo a la bodega, estaba sumamente molesto, con
Antes de que ricitos dejara de ver a Ali correr al bosque me desaparecí de su lado, esa enana tenía el poder de transformarme en un maldito cachorrito como el que tenía en su habitación, si me pedía que fuéramos al bosque por los restos de Ryan para sepultarlo, sin duda le diría que sí. Sus palabras de 'nunca había montado un lobo' me tenían mal, me metí a mi habitación arrancándome la ropa de camino al baño para tomar una ducha de agua helada y así poder bajar mi maldita calentura, no podía ver nada amarillo porque se me paraba la verga, estaba molesto sin duda, parecía un maldito lobo adolescente pasando por su primer celo... digo... igual era la primera vez que me reprimía a mi mismo de una necesidad tan básica de mi cuerpo como lo era coger, pero el muy desgraciado se había puesto selectivo porque si no era con ricitos se bajaba la erección hasta quedar flácido como un maldito espagueti. La ducha no me sirvió de mucho, al secar mi cuerpo este ya estaba caliente de nuevo 'esto no
Lluvia. Después de ver a Ali desaparecer en el bosque y me lanzará una mirada asesina, Dan se acercó a mí para decirme que quizás me arrepentiría de dejarla irse con vida, que Rexon no era ningún monstruo, solo hacía lo mejor que podía para cuidar de todos, y eliminar las amenazas siempre iba a ser lo mejor. Rexon había desaparecido, me senté en las escaleras de la entrada a la cabaña mirando la parte del bosque en la que Ali había entrado, en mi vida había pasado por tantas cosa, gran parte de ellas violentas, no creí volver a tener que presenciar cosas así, pero en ese momento lo que tenía que hacer era agradecerle a Rexon y Dan... si no fuera por ellos yo hubiera sido violada y en estos momentos estaría mi cadáver en el bosque, siendo comida de algún animal. Me puse de pie y recorrí el pasillo de las habitaciones hasta detenerme en su puerta, mi cuerpo temblaba ligeramente, estaba nerviosa, tenía la loca idea de que lo mejor era irme... intentar escapar, no quería que nadie de a
Estaba mirando por la ventana el lago que permanecía en calma, lágrimas corrían por mis mejillas era tan difícil el no querer irte de un lugar, pero saber que debías hacerlo porque era lo mejor, me dolía dejar atrás a todos los lobos, mi querido trueno y mi mal humorado "secuestrador", pero no tenía tiempo que perder, no parecía haber nadie al rededor para detenerme, me incliné para tomar de la cama mi mochila y maleta cuando de pronto la puerta de mi habitación se abrió, era Dan, ambos nos observamos con los ojos muy abiertos, que mala suerte la mía. — ¿Vas... a alguna parte? - entre cerro los ojos y me miraba de manera acusatoria, me puse nerviosa al instante. — Yo... - suspiré pesadamente, no tenía caso mentirle y de igual manera no había excusa alguna que pudiera utilizar, la situación hablaba por si sola - yo me tengo que ir de aquí, Dan. Él abrió mucho los ojos, miró al pasillo siendo exactos la puerta de la habitación de Rexon, espero unos segundos, al ver que no había movim
Después de llorar solo un poco me separé de Dan, él me regaló una sonrisa que sin duda me hizo sentir mucho mejor, me sentía liberada, fue bueno contarle a alguien ese secreto que mantenía oculto bajo las mangas de mi ropa, fue como quitarme un pequeño peso que estaba sobre mis hombros, ambos nos sentamos en silencio en la escalera que daba a mi habitación, observamos el lago, el sol se ocultaba poco a poco.— Sé que quizás no quieres hablar de ese tema, pero déjame decirte que te admiró mucho, humanita... eres fuerte, en tu mirada puedo notar que prácticamente escapaste del infierno, llevas huyendo quién sabe cuanto tiempo tú solita y aquí estas... sin perder tu esencia al parecer. - solté una ligera sonrisa.— No es un tema que hubiera tenido la necesidad de compartir en algún momento, nunca he tenido con quién hablar después de eso, enterré eso en el fondo de mí, queriendo creer que nunca sucedió, pero el pasado tarde o temprano nos alcanza, pera ser sincera a pesar de que no es un
Rexon. No dejaba de pensar en ella, en ningún maldito momento, en la noche al terminar de contarle al resto de la manada lo sucedido con Ryan y Ali me fui directo al lago, a esconderme entre los arbustos en la espera de que ricitos de oro saliera a observar la luna como todas las noches, pero esa vez no lo hizo. Decepcionado regresé a mi habitación, me detuve en su puerta, podía escuchar sus latidos y respiración tranquila, estaba dormida, a mi mente llegó la imagen de su rostro cerca del mío, cometí la estupidez de besarla y por culpa de eso ahora menos podía sacármela de la cabeza. Lo que en definitiva no me esperaba era que ella me besara de vuelta otra vez, juraría que jamás había hecho un esfuerzo tan grande al que hice cuando me separé de ella y le pedí que se fuera cuando por dentro lo único que quería era tenerla conmigo, en mis brazos, en mi cama. Mi celo no ayudaba, mis hormonas revueltas me incitaban a entrar a su habitación, totalmente convencido en que ella no me rechaz