Kurt. Esto debe ser una broma, ¿qué clase de maldita pesadilla es esta? Sobre todo siento como si el destino se estuviera riendo de mí en la cara, por todo los cielos. Lluvia desaparece en el interior de esa oficina con aquel lobo misterioso, sé que estará bien, que no le hará daño, como bien dijo si quisiera ya nos hubiera eliminado, en el fondo solo era una patética escusa para que no me dejara aquí, solo... con ella. Mi costado quema ante su presencia, puedo sentir la intensidad de su mirada sobre mí. En cuando esa puerta se cierra completamente yo me doy vuelta y camino lo más rápido que puedo al único lugar del que hace unos momentos quería escapar, aquella maldita celda alejada de todo.— Kurt...- su voz me acelera el corazón, ocasionando que cada latido sea doloroso, agónico, no puedo hablar con ella, no quiero verla, no estoy listo. — Déjame, si Lluvia me busca dile que regresé a la celda... No volteo a verla, apresuro el paso ignorando las miradas de los demás lobos del l
Rexon. Los platos de comida se están enfriando, tengo las manos enlazadas por encima de la mesa y miro el reloj que se encuentra en la pared con mucha desesperación. Lluvia siempre es muy puntual, me sorprende que no haya llegado a la comida. En las mañanas me levanto temprano para atender con mi padre los asuntos del lugar, después voy a mis sesiones con el doctor que no hace más que alagarme al final de cada una de ellas por el avance que he tenido, después regreso a casa, justo a la hora de la comida, en donde Lluvia y yo nos reunimos, el día de ella comienza un poco más tarde que el mío, está en sus entrenamientos y cuando terminan se da una ducha y el tiempo extra hasta que llego lo emplea para estar con los bebés; me sorprende que no llegara aún, han pasado ya 10 minutos, teniendo un extraño presentimiento que me golpea el pecho decido salir a buscarla, voy directo a nuestra habitación. Al abrir la puerta me encuentro con las chicas de servicio que están alimentando a los be
Lluvia. No puedo evitar sentirme nerviosa en cuanto esa puerta se cierra y me quedo a solas con el intimidante lobo pelirrojo, tiene el cabello corto de los costados, pero un tanto largo de arriba, todo músculo por donde lo vieras y alto, muy alto, rasgo general de los lobos al parecer. Él se sienta al otro lado del escritorio, se deja caer en la silla y sube sus botas arriba, me hace una seña al pequeño sillón que se encuentra al frente pegado a la pared. — Toma asiento princesa humana, creo que tenemos mucho de que hablar. - sin apartar mi mirada de él voy y me siento, hay algo en ese lobo que me parece familiar, pero por el momento no dejo que sea eso lo que me consuma la mente. — ¿Sabes que es lo que planea Devora?.- suelto la pregunta en cuánto me siento, él se queda pensativo un poco, apartando su mirada de mí y enfocándose en sus botas. — A gran detalle no, solo sé que quiere el trono, ser la próxima reina, pero para lograr eso le estorbabas tú... al principio me ofreció qu
"... la humana que derrotó al rey de los vampiros, claro que puede matar a una miserable loba, usa tu cabeza, explota tus recursos, cuentas con varios hombres que harían lo que fuera que les pidieras, además, eres una experta en la manipulación..."Las palabras que me dijo Julienth en aquel recuerdo que para mí fue un sueño (pero todo parece indicar que fue más que eso) regresan a mi cabeza haciendo eco, y tienen más fuerza después de lo que me dijo el lobo Liker, pensar que varios lobos lucharían a mi lado, en mi nombre y confíen en mí me deja sin palabras. Estoy sentada en una cama, Liker nos dejó una habitación para mí y Kurt, pasaremos aquí la noche, mañana va a ver una reunión con el consejo Alfa por el motivo de mí "secuestro" no tengo idea como consiguió Liker esa información, pero bueno, estoy nerviosa, me enfrentaré al consejo Alfa cara a cara, y no dudo que Rexon se ponga de mi lado, pero la idea de desencadenar una guerra no me parece de lo más emocionante. La puerta de l
Kurt. En cuanto entré me miraba con cierto toque de lástima, pero de pronto su mirada de torna dura, su voz sale firme y no puedo evitar pensar en mi madre, en ese momento que estaba a punto de recibir un regaño por hacer alguna travesura, pero esta vez, no hice nada, la miro extraño. — ¿Si?.- no entiendo que le pasa, quizás la conversación con aquel lobo no resultó satisfactoria. — Tienes que hablar con Nala.- suelto aire y ahora la miro con indiferencia, era eso...— Pensé que me dirías algo importante... voy a dormir. Tenía todas las ganas de preguntarle que había pasado con aquel lobo, a que arreglo habían llegado, pero si la conversación irá por ahí mejor me hago el dormido, me dejo caer boca abajo en la cama que esta delante de ella. — ¡Oye!.- se me deja caer encima, encajando su codo en mi espalda, es incómodo, pero no hasta el punto en que me haga daño.— No me ignores, sabes que necesitas hablar con ella. — Eso no es cierto, no quiero saber nada de ella.- mis propias pal
Lluvia. Hoy es el día, en que se forma una alianza o inicia una guerra, estoy nerviosa... vamos en los autos que nos sacaron de la residencia real, pero ahora permitieron que Kurt viniera a mi lado, lo noto distraído, en ocasiones molesto y de pronto de una manera fugaz afligido, los hombres que van al frente es Liker y otro lobo que están conversando, aprovecho para hablar con Kurt. — ¿Cómo te fue anoche?.- le pregunto sacándolo de sus pensamientos, él ni siquiera regresó a dormir, tenía la vaga idea de que pasara la noche con Nala, pero después de ver su actitud al montarse al auto lo dudo. — Bien.- me responde cortante, esto no parece ser buena señal. — ¿Si hablaste con Nala?.- él niega con la cabeza y se pone a ver por la ventana. — En ningún momento dije que hablaría con ella, fui a escuchar lo que me tenía que decir a petición tuya, me pidió disculpas y la perdoné fue todo. — ¿Pero como vas a arreglar algo con ella si ni siquiera se permiten hablar? — ¿Quién dijo que quie
Rexon. La reunión con el consejo Alfa esta a poco de empezar, tenía pensado solicitar permiso para movilizar a todos los guardias imperiales para realizar la búsqueda de Lluvia y Kurt. Para mi sorpresa ellos entran por su propio pie por la puerta de nuestra habitación que da a los jardines, y no vienen solos, un par de lobos entre ellos Nala y el asqueroso de Liker. Mi primer impulso fue saltarle encima y atacarlo, Lluvia me lo impidió, me costó un esfuerzo sobrenatural ceder he ignorar mis impulsos, pero ella dijo que tenía una explicación para todo y vaya que lo tiene. Liker resultó ser un idiota que cayó en las trampas de Devora, para proteger a su gente accedió a secuestrar a Lluvia, no empatizo con él, pero me hace sentir aliviado que sus intenciones no fueran hacerle daño. Resulta que los renegados no están dispuestos a ser concentrados en una sola zona, ellos quieren libertad para hacer lo que quieran y vivir su vida a su manera... como un humano. El detalle es que Lluvia s
Lluvia. Devora parece sorprendida de que la dejara expuesta delante de todos, no se toma el tiempo en ver a los demás, me mira fijamente y sonríe tratando de trasmitir una seguridad que claramente no tiene. — Estás alucinando cosas linda...— Tengo testigos. Además el renegado que le pediste secuestrarme esta aquí presente. Nala aparece por una de las puertas, no estaba con los otros tres renegados que entraron conmigo, las alarmas de Devora se detonan, como las cosas se están poniendo bastante tensas algunos guardias imperiales se acercan, rodeando la mesa, Rexon les lanza una mirada, estos se detienen a una distancia prudente. — ¡Eso es mentira! ¡Son calumnias en mi contra! Estás enojada conmigo solo porque siempre he estado en contra de que tomes el trono y con lo que propones con los renegados no haces más que dar la razón, no entiendes nada. Devora se pone de pie y grita fuera de sí, los demás se mantienen en calma, pero es evidente la rigidez de sus cuerpos. — Devora tiene