Lluvia... Al día siguiente me levanté temprano para hacer el desayuno, comenzaba a encontrar mi ritmo aquí y para ser sincera sin contar las malas miradas y los momentos incómodos y extraños, a veces no estaba tan mal este lugar, comenzaba a sentirme cómoda entre lobos. Preparaba masa para hacer panqueques cuando de repente escuche pasos apresurados acercándose a donde yo estaba, pensé que sería Ryan o quizás Ali que venía por su discusión del día, pero para mi sorpresa, era Rexon. Él estaba sin camisa, su magnífico torso se encontraba frente a mí, tenía un pecho firme y abdominales muy bien marcados, además de una V asomándose por sus pants oscuros, estaba en calcetines con el cabello revuelto, quizás acababa de despertarse, antes de que yo pudiera darle los buenos días él habló. — Tengo más preguntas... hay cosas de los humanos que me gustaría saber – eso... no era bueno, me esforcé por poner buena cara, le sonreí y me volteé para seguir con la mezcla. — Claro... dime que quier
Ya han pasado 3 meses desde que me tienen 'cautiva' en la casa de los lobos y para ser sincera jamás en mi vida estuve tan a gusto en un lugar como lo estaba ahora. Kurt y Ali seguían mirándome con ganas de matarme y aunque Ryan me dijo que Dan era otro de los que tenía problemas con los humanos, bueno, él parecía disimularlo bastante bien, ya que no me miraba con odio y ganas de matarme, paro si con indiferencia, hablando de ellos, no había mirado mucho a mi secuestrador en estos meses, eran contadas las ocasiones en que lo llegué a ver a la distancia, pero desde la conversación rara en la cocina aquella mañana hace 3 meses, se desapareció, pero como era el líder de su manada no le di importancia, quizás tenía muchas cosas por hacer, así como yo. Ahora tenía más labores en la casa que solo las comidas, entraba a limpiar las habitaciones de algunos lobos además de que Ryan me enseñó a usar la lavadora y yo era la encargada de tender sus camas, excepto la de Ali, Kurt y Rexon... este
Rexon Ya habían pasado 3 malditos y jodidos meses desde la última vez que hablé con ricitos de oro, después de lo que hablé con el abuelo y lo que ella me dijera no me quedaba duda de que me estaba enamorando de ella, al parecer a como dicen los humanos. Mis emociones y sentimientos estaban todos revueltos así que cuando ella me dijo la manera en la que podías dejar de sentirte enamorado no dudé en ponerlo aprueba. Ella dijo que con el tiempo los sentimientos desaparecían, pero la humana era una pequeña mentirosa; con el pasar de los días no ha dejado de ser ni un poco menos difícil verla pasar tanto tiempo con el idiota de Ryan. No me le acerqué en ningún momento durante el día, trataba de no estar en casa para no topármela, pero en la noche... en la maldita noche no podía evitar salir a esconderme entre mi lugar de los arbustos para observarla a ella cuando salía a sentarse en el árbol, al otro lado del lago para observar la luna. No entendía que era lo que pasaba, lo único que h
Dan. No sabía como reaccionar con respecto a la petición de Rex, su comportamiento era muy extraño desde que la humana Lluvia llegó aquí al pueblo, si, los cambios en él no se originaron cuando la trajo a casa y la obligo a quedarse aquí, algo posesivo y cruel de su parte retenerla sin una explicación válida, pensaba que su odio a los humanos era el que lo empujaba a atormentar y querer joder de cierta manera a la chica, pero ahora me quedaba claro que había algo más. Dos noches antes del ataque de los colmilludos cuando ella miró la transformación de Ryan, ya había mirado a Rex rondar un edificio, la primera vez se quedó atrás y lo miré observar a la chica de cabello dorado cuando observaba por la ventana, mientras la noche siguiente se detuvo para mirar fijamente ese edificio. Rex era de cierta manera posesivo con ella dejando en claro de que era su "prisionera", pensé que solo quería molestarla, pero parecía cuidarla de los demás, él, ¿cuidando a un humano? Era extraño, lo únic
Rexon... Estaba sumamente molesto, gotas de sudor se aglomeraban en mí frente a pesar de que hace menos de 20 minutos tomé una ducha de agua fría, entre las sabanas se elevaba una montaña, mi miembro alterado y deseoso de tener a cierta chica rubia para él. — Esto es una puta tortura del destino... se burla de mí. Escuché a Dan buscando a Lluvia en su habitación, le cuestionó sobre sus labores pendientes, diciéndole que no podía salir de su habitación hasta que él le llamara, suponía que tenía cosas que hacer y no podía poner su total atención en cuidarla y por eso la mandó a su habitación. Era un buen método sin duda, desde el momento que le dije que se quedaría cautiva aquí supuse que de sirvienta era una buena idea, que no se vería extraño para los demás, pero ahora me importaba un carajo, no quería que la vieran con ganas de comérsela, en especial el tarado de Ryan. Era consiente que por el descuido de ese idiota es que ella estaba aquí, era lo único que tenía que agradecerle,
Lluvia... Ir montada en el lomo de un enorme lobo era algo que sin duda ni en mis sueños más locos imaginé, el viento fresco me golpeaba en la cara, me era molesto, asi que escondí el rostro en el pelaje oscuro, estábamos ascendiendo por una montaña con un terreno muy inestable y desnivelado, cada vez que costaba más trabajo sujetarme al cuello del lobo, mis manos comenzaron a resbalarse, apareció una gran piedra en el camino que el gran lobo brinco; para mi mala suerte el movimiento brusco y repentino ocasionó que me soltara y callera en el escaso pasto. Caí sobre mi brazo ocasionando que mi hombro doliera horrible, solté un grito de dolor, enfoqué la mirada solo para darme cuenta de que el lobo no dejaba de correr. — ¡Ali! - grité mientras me sentaba mejor, el agudo dolor de mi hombro me hizo soltar un quejido, me llevé la mano a la zona afectada— Rayos ¿y ahora?... Ali había llegado a tocar la puerta de mi habitación que daba al jardín, me sorprendió toparme con ella, me miraba
Rexon... Corrí por el bosque, con toda la fuerza y velocidad que mis patas me lo permitían, el maldito rastro que seguía, olía al estúpido de Ryan... y a Ali. Era una pena y un misterio que el aroma de ricitos de oro fuera tan tenue que era imposible de rastrear, no entendía muy bien que tenía que ver aquel par de lobos, pero si Ali había hecho algo en contra de Lluvia junto con Ryan, la mataría también sin dudar. Tras de mí estaba Dan, intentando seguirme el paso, no recordaba cuando fue la última vez que corrí de esta manera, sintiendo una gran desesperación estrujándome el pecho y el corazón latiendo a gran velocidad en mi garganta, el aroma de Ryan comenzó a intensificarse, él está cerca... Los únicos sonidos que se podían percibir, eran de los animales de alrededor, las hojas y ramas que crujían bajo mis patas al correr, pero de pronto se le unió un sonido más, el grito desgarrador y llenó de dolor de Lluvia. Comencé a correr más rápido, a lo lejos logré mirarlos... Ryan desnu
Lluvia. No tenía idea de quién era ese enorme lobo y ese no era el momento para averiguarlo, lo que presencié, me dejó en estado de shock, el gran lobo puso su pata en el pecho desnudo de Ryan y en una fracción de segundo le arrancó el brazo con el que pretendía golpeado, el sonido de la carne siendo rasgada, los huesos rompiéndose, sangre salpicando el piso y los claros gritos de agonía y dolor de Ryan me hicieron transportarme a otro lugar, le di la espalda al brutal asesinato que se estaba llevado a cabo tras de mí, me hice bolita abrazando mis rodillas y solo podía escuchar los gritos de Ryan combinados con otros tantos en mi mente, cerré los ojos con fuerza y me llevé las manos a los oídos intentando desesperadamente no escuchar más, y aunque en un momento los gritos de Ryan cesaron, los de las demás personas siendo asesinadas seguían en mi cabeza. Me quedé perdida en ese momento, aferrada en ese recuerdo y hundiéndome en él, hasta que sentí el contacto de una mano en mi hombro