Travis. Apenas estaba cayendo el ocaso entre las nubes y los miles de edificios de la ciudad. Se puede ver el Sol reflejarse en sus impecables ventanales. Antes que la camioneta se detenga, miro el edificio que compré ya hace unos meses atrás. Es el nuevo hotel con restaurante, que está todavía en proceso de arreglo. Será lanzado próximamente y también será uno de los más prestigiosos de la ciudad. Bajo de la camioneta y miró con atención la hermosa fachada con cristales de espejo en tonos dorado. Llama mucho la atención y será el único con ese modelo. Me encamino en dirección a la puerta. Allí se encuentra mi querida secretaria Leila. Viste sus típicos pantalones de vestir color negro, con una camisa blanca y su cabello rubio recogido. Debo admitir que le combina con sus anteojos negros. —Señor Masson. Que bueno verlo por acá —refiere con una sonrisa amable. —¿Cómo ha estado todo, Leila? —empujo la puerta de vidrio color dorado y de inmediato siento el sutil aroma a nuevo y a pin
Travis.En se momento las puertas del ascensor se abren y sin perder el contacto físico. Sujeto sus trasero y Barbra de un impulso enreda sus piernas en mi cintura. Mientras sus labios me besan y sus dedos ágiles comienzan a desbotonar mi camisa. Al llegar a la habitación la bajo y veo como se aleja de mis labios. —¿No veníamos hablar? —abre mi camisa de golpe. Tuerzo mis labios. —Por supuesto que lo haremos —refiero, terminando de quitar mi camisa y la miro deshacerse de su vestido, dejando ver su cuerpo totalmente desnudo—. ¿Acaso nunca usas ropa debajo? —inquiero sacando el sobre de un condón y quitando mi pantalón, luego mi bóxer. Dejando relucir mi amigo ya elevado. Esta mujer me enciende en segundos. Da un paso cerca de mi —Cuando voy a bailar no —desliza una sonrisa traviesa. —Dato interesante. Y aviso que ya eres dueña de mi sucia mente al saber eso —veo que sonríe de medio lado. Camino hacia ella, entrelazo los dedos entre su cabello y la atraigo para besar sus labio
Barbra. Antes de irme acomodo la correa de Nutella en su cuello. Como en el día no estoy en casa, decidí aceptar la propuesta de Bibi, la hija de mi vecina. Un día escuché que tocó a mi puerta y me dijo que daba el servicio para pasear mascotas a cambio de un buen pago. Así que desde el día de hoy le pagaré para que saque a pasear a la pequeña Nutella. No tengo tiempo por las mañanas y mucho menos lo tendré por la noche. No esta demás que camine y juegue al aire libre. Han pasado algunas semanas y durante estos días me han estado mostrando el set de grabación y las tareas que debo hacer. Ya hablé con Frank y llegamos a un acuerdo. Así que ya firmé el contrato y también he estado en un curso para sobre llevar la situación al momento de hablar y cocinar. Por los momentos estoy preparando a Amy, para que me cubra los días que no puedo asistir. Justo en ese momento escucho que tocan a la puerta. Agarro mi bolso y sujeto la correa de Nutella, quien comienza a caminar junto conmigo. Deci
Barbra.Tres meses después.—Es todo por hoy, Barbra —escucho la voz de Dante el director.Me alejo del espacio que contiene la hermosa cocina cómoda completamente blanca, con electrodomésticos de ultimo modelo y negros. La cocina tiene todo lo que necesito. No me falta nada y es en donde acabo de grabar el ultimo episodio de la temporada del programa.De inmediato veo que se acerca Britney. Entre sus brazos carga a Nutella, seguramente acaba de llegar de su paseo. Razón de usar este día un pantalón de licra y una camiseta grande. Al detenerme cerca de ella, enseguida agarro a Nutella quien al verme comienza a menear su cola de un lado a otro con alegría, y lame mi cuello.—¿Como te portaste, Nute? —refiero, acariciando su pelaje color chocolate.Simplemente la veo moverse con frenesís y lanza un ladrido.—Tenga señorita, Barbra — Britney me entrega una botellita de agua.He estado tan llena de trabajo que Jeff la consiguió para mi y la contraté para que el estrés no me inunde
Barbra.—Es la chica del momento, pero me la llevo —anuncia para el grupo de mujeres y hombres que conversan conmigo.Y sin decir algo, decido seguirlo, ha otro lado de la casa.—Barbra, viniste. Estas hermosa, como siempre —espeta con entusiasmo.—Dije que vendría.—Me da gusto.—Tu casa es muy linda, Jeff. —curvo mis labios mirando a mi alrededor la linda decoración lujosa.Es un productor. Me supongo que su sueldo debe ser muy bueno.—Gracias, puedes venir cuando quieras.Con una sonrisa pequeña de labios apretados vuelvo hablar.—Así será.Eleva su copa hasta sus labios y toma un trago lentamente, y me observa por unos segundos.—Oye, Barbra —escucho la voz de Amanda detrás de mi.Me giro y la miro. Se encuentra con una mujer rubia de vestido rojo.—Ella es Sarah Jobs. Hace entrevistas y pertenece a la revista celebre... —Jeff la interrumpe.—Amanda, cariño. Estamos disfrutando. Nada de trabajo, las entrevistas para después —refiere Jeff detrás de mi.—Jeff, no... —
Barbra.El sonido de mi teléfono me despierta. Con pesadez levanto mi mano y la estiro hasta la mesa de noche que esta a mi lado. En cuanto lo agarro decido responder la llamada y al escuchar la voz de Nolan saludando, sé que no es para nada bueno.Llamada.—Buenos días. Barbra.—Buenos días, Nolan —dejo caer mi frente sobre la almohada.—Espero amanezcas bien, cariño —hace una pausa rápida—. Eh... sé que es tú día libre, porque ya iniciaron tus vacaciones y todo eso. Pero necesito que por favor vengas a mi oficina. Ahora mismo —pide con voz severa.Hago un silencio.—Si, allí estaré.Cuelga la llamada.Abro mis ojos y decido mirar la pantalla, para encontrarme una nota pegada sobre esta.''Buenos días, hermosa. Rom se encuentra en el estacionamiento para llevarte a casa''PD: Te veo esta noche.Luego de leer la nota, la quito con suavidad para ver la hora, que marca 07h30. En ese momento veo varias notificaciones de Instagram de algunos conocidos y otras redes. Ignoro tod
Barbra.Me adentro en el cuarto de baño he inicio mi ducha corta. Luego de salir, busco en mi closet unas de mis pijamas grandes y cómodas. Peino mi cabello húmedo y después decido salir. En cuanto veo a Ricardo y Nutella, acostados sobre la cama, me tumbo a su lado y soltando un suspiro suave dejo caer mi cabeza sobre su pecho para después rodearlo con mis brazos.—¿Tienes que estudiar? —inquiero.—Si.—Entonces ve. Debes salir bien en esa prueba, grillo.—No te preocupes, me quedaré contigo una hora más y luego me voy —peina delicadamente mi cabello mojado con sus dedos.—Gracias, Ric —lo abrazo con más fuerza.—Veamos que programa están pasando —eleva su mano sosteniendo el control remoto y comienza a cambiar canal por canal. Al final lo deja en una serie de doctores que a él le gusta. The Good Doctor.En silencio lo miro.—¿Y ahora que harás? ¿Volverás al restaurante?—No. Tengo un mejor plan. Después te doy detalles.Asiente lentamente y voltea a mirarme.—Perfecto,
Barbra. Al llega al lugar donde haré la grabación. Veo que ya todos se encuentran allí. Entre ellos Dante. Como siempre luciendo su vestuario ejecutivo. La verdad él ha sido la única persona desde que comencé a trabajar que realmente no tiene filtro. Me trata como su hija, aunque no lo sea. Aún así, no olvidaré eso que Travis me dijo y Dante también. No confíes en nadie. —Ya estás aquí —saluda él mirándome. —Si… me retrase en poco —sonrío sin ganas—. Lo lamento. Afirma con suavidad. —Ya Melodi está esperando por ti. Para el maquillaje. Ve y lúcete. —Si, gracias. Y sin decir otra cosa más. Eso hago. Me marcho en dirección a la habitación donde está la chica. Al entrar me encuentro con una mujer de mi edad. Está todo listo, así que tomo siento y dejo que ella haga magia en mi rostro. Debo verme profesional. Elegante, sexy he imponente. Ese será mi papel el día de hoy. Para cuando ella termina observo y admiro el maquillaje que ha elaborado. Ahumado, brillante, fresco y elegante