Barbra.Me adentro en el cuarto de baño he inicio mi ducha corta. Luego de salir, busco en mi closet unas de mis pijamas grandes y cómodas. Peino mi cabello húmedo y después decido salir. En cuanto veo a Ricardo y Nutella, acostados sobre la cama, me tumbo a su lado y soltando un suspiro suave dejo caer mi cabeza sobre su pecho para después rodearlo con mis brazos.—¿Tienes que estudiar? —inquiero.—Si.—Entonces ve. Debes salir bien en esa prueba, grillo.—No te preocupes, me quedaré contigo una hora más y luego me voy —peina delicadamente mi cabello mojado con sus dedos.—Gracias, Ric —lo abrazo con más fuerza.—Veamos que programa están pasando —eleva su mano sosteniendo el control remoto y comienza a cambiar canal por canal. Al final lo deja en una serie de doctores que a él le gusta. The Good Doctor.En silencio lo miro.—¿Y ahora que harás? ¿Volverás al restaurante?—No. Tengo un mejor plan. Después te doy detalles.Asiente lentamente y voltea a mirarme.—Perfecto,
Barbra. Al llega al lugar donde haré la grabación. Veo que ya todos se encuentran allí. Entre ellos Dante. Como siempre luciendo su vestuario ejecutivo. La verdad él ha sido la única persona desde que comencé a trabajar que realmente no tiene filtro. Me trata como su hija, aunque no lo sea. Aún así, no olvidaré eso que Travis me dijo y Dante también. No confíes en nadie. —Ya estás aquí —saluda él mirándome. —Si… me retrase en poco —sonrío sin ganas—. Lo lamento. Afirma con suavidad. —Ya Melodi está esperando por ti. Para el maquillaje. Ve y lúcete. —Si, gracias. Y sin decir otra cosa más. Eso hago. Me marcho en dirección a la habitación donde está la chica. Al entrar me encuentro con una mujer de mi edad. Está todo listo, así que tomo siento y dejo que ella haga magia en mi rostro. Debo verme profesional. Elegante, sexy he imponente. Ese será mi papel el día de hoy. Para cuando ella termina observo y admiro el maquillaje que ha elaborado. Ahumado, brillante, fresco y elegante
Barbra.Decido subir por la escaleras y detrás de mi lo hace la chica. Castaña. Al estar ya dentro admiro lo elegante del Jet. Todo es color beige y caoba. Asientos de cuero fino. Tv, y me es imposible no ver a Travis. Usando una camisa blanca mangas largas con un pantalón negro. Se encuentra sentado en un sofá de dos puestos y frente a él, su laptop que reposa sobre una mesa. —Ya estas aquí —eleva su mirada hasta mí y de inmediato si rostro fruncido se suaviza ocasionando en sus labios una sonrisa pequeña. —Aquí estoy —sonrío y me acerco hasta su lugar para tomar asiento a su lado. —Genial —esboza una sonrisa coqueta—. Me da gusto verte. Miro a mi alrededor y luego vuelvo a posar mis ojos sobre los de él. —Es muy lindo ¿Es tuyo? Cierra su computadora y asiente lentamente. —Si. —Me lo imaginé. Justo en ese momento se acerca la Azafata, para dar la información de que va dar inicio el vuelo. Así que procedemos hacer el protocolo de seguridad. Y después de unos minutos ya el avi
Barbra. Me despierto por mi propia cuenta. Estaré en Italia y todo lo demás, pero aún así ya desde que tengo responsabilidades, mi cuerpo y mente están programados. La verdad no sé que hora sea. Así que busco por debajo de la almohada y al lograr tocarlo lo tomo y enciendo para mirar la hora. Me doy cuenta de que ya va ser la hora de iniciar mi recorrido por Roma. 06h30. Me levanto de la cama, y al sentir que mi cuerpo está prácticamente desnudo, nada más que con una bikini. Me levanto rápidamente y me voy camino al cuarto de baño, para arreglarme allí mismo. Al estar totalmente lista, y con un vestido de cuadros rojo y blanco. Me encuentro lista para dar una caminata por la ciudad de Roma. Justo cuando voy a salir veo que en la puerta se encuentra una nota color azul pegada a esta. “Buenos días, hermosa. Estaré todo el día en una conferencia. Mario te sacará a pasear por la ciudad como te dije. A las 16h Mario te llevará a un lugar donde te esperará una mujer llamada Fiorella (con
Barbra.La dejo donde mismo y decido iniciar a arreglarme. Me pongo el lindo vestido—que la verdad es uno de los más hermosos que he podido escoger—, después los zapatos. El peinado que traigo es recogido y algo flojo ocasionando que unos mechones sobre salgan. El maquillaje combina a la perfección con el atuendo. Ya que es algo así como un maquillaje rosa y tierno. No soy de usar esos colores pero admito que me quedan bien. Por último los aretes, la medalla y el brazalete con un toque de mi perfume. Y estoy lista dos minutos antes de que Travis llegue. Mientras lo espero me conecto a mis redes sociales y miro a los mensajes que Ricardo me envió. Y dando un corazón en todas la fotos que le envié. Mi concentración en un chisme que leo sobre mi en las redes y la información que han filtrado de que ya no volveré al programa, es interrumpido por la bocina de un coche. Enseguida me levanto de la cama y me acerco al balón de la habitación, abro las puertas y salgo para ver si es Travis. Y
Nora. —¿Crees que la cuna debería ir allí? —inquiere Emmanuel, el chico que se está encargando de decorar la habitación para la pequeña Adeline. Por motivos de su venida y que pronto Travis y yo nos vamos a divorciar. Preston y yo optamos por comprar una casa más grande y al aire libre. Además para el año que viene pensamos casarnos. Todo ya está decorado en colores rosa oscuro y claro. La decoración la elegimos entre Preston y yo. Mientras que todo lo regaló Travis. —Si, me gusta ese lugar —afirmo acariciando con delicadeza mi pancita sobre el vestido largo azul cielo que uso. Está tan grande que siento lo tanto que pesa, estoy casi que cumplo los nueve meses y no es nada fácil. —¿Entonces justo en el centro? —inquiere Emmanuel. Asiento. —Si. Emmanuel hace lo que le ordeno y luego de rodar la cuna blanca con lindos detalles dorados. Los dos nos quedamos en silencio mirando. —Si. Allí me gusta. —Entonces ya está listo —comenta Emmanuel sonriendo con satisfacción—. La habita
Barbra. Siempre me han gustado los pasteles de piña y hoy hice uno para invitar a Scarlett y a Naomi a mi casa. También hice un rico espagueti italiano para almorzar el día de hoy. Es su día libre en el restaurante y las invite para compartir un rato. Hubiese preferido en la noche, pero iré a la inauguración de Travis así que no se puede. Al ver como Nutella sale del pasillo y corre en dirección a la puerta, y con alegría comienza a ladrar. Me supongo que se acerca la única persona del grupo que falta. Aunque estaba segura que no iba venir. Pero al parecer si se decidió. —¿Quién más viene? —inquiere Naomi, quien está de otro lado del mesón y luego deja la copa de vino sobre la barra. —¡Estaremos todos! —espeta, Scarlett con alegría. Todas miramos como Ricardo se adentra al apartamento y Nutella comienza a dar saltos mientras mueve su cola de un lado a otro. —Tantas mujeres juntas son un peligro —dice, Ricardo colocándose en cuclillas y agarra a Nutella de su pequeño cuerpo, para
Barbra.—¿Dime? —se puede escuchar el sonido de voces y los utensilios a través de la llamada. Se nota que está justo en el área de la cocina. —Estoy en tu oficina —le aviso. —Voy para allá —avisa. —Bien. Cuelgo la llamada y me quedo allí esperando y mirando el lindo lugar. No pasa mucho tiempo cuando la puerta se abre y veo a Travis entrando. Usa una camisa blanca y un pantalón negro. No negaré que le queda ceñida y muy agradable a su cuerpo. Me levanto y lo miro detenerse frente a mí. Sujeta con ambas manos sus caderas y posa sus ojos azules sobre mí. —Hola —suelta un suspiro cansado y luego acomoda su cabello a un lado. —Por lo que veo tú día no ha sido tranquilo. —En lo absoluto —camina en dirección a su escritorio y yo lentamente lo sigo. —Todo está muy lindo —miro nuevamente a mi alrededor—. La fachada llama mucho la atención. Travis se detiene y se recuesta del escritorio y se da la vuelta completa para mirarme. —Ese es mi objetivo. Y al parecer la obtuve —alza una ce