Los pájaros nunca han vivido ajenos a los diferentes tipos de males sociales que aquejan a las naciones del mundo. Y si llegáramos a invitar al ser humano a que echara un vistazo al pasado reciente, podría darse cuenta con gran facilidad, de la cara de preocupación que ponía el legislador al encontrarse con la figura mefistofélica de la morbosidad radial o televisada.
Eran épocas y momentos diferentes, en donde los propios presidentes se sentían seriamente comprometidos con los valores morales de sus pueblos, manteniéndose al asecho de los paquetes musicales de contenido inmoral o cualquier producción de tipo morboso que saliera de la radio o la televisión con alcance o acceso a los niños, niñas y adolescentes, que al ser los seres más vulnerables de toda sociedad, podrían sin lugar a dudas, caer en la trampa maldita de una incitación o estimulación provocada
Sin embargo, justo al otro día, se ve el resurgir de nuevos tipos de violaciones y diferentes formas de delinquir, que en no raras ocasiones provienen de lo que la misma sociedad le enseña al individuo. Por suerte entre nosotros los pájaros hay abogados prominentes que se han puesto la toga y el birrete con el mismo filin de las que se ponen los jueces de una corte suprema y como pájaros atrevidos han sabido meter su pico con todo y cabeza en los libros de sicología criminal del criminalista alemán Edmund Mezger, quien fuera profesor de la Universidad de Munich, donde han podido aprender que “El individuo es parte integrante y miembro del organismo social; este último es su destino.Pero el delincuente es el hombre a quien ha descarriado el ordenamiento social. Si se razona de un modo consecuente este concepto sociológico del delito, llegando hasta el extremo, concluye en el pensamiento de que Tout le monde est cou
Hay una frase filosófica que dice: “Que nadie puede tener una manzana entera en la mano, después de haberse comido la mitad.” por eso nosotros los pájaros pudimos entender a tiempo de que ningún gobierno, pueblo o conglomerado debe comerse la mitad de su moral, porque sólo le quedaría un pedazo que deberá compartir con toda la sociedad, que en el más mago de los casos, no alcanzaría ni a pedacitos; pero resultaría peor aún, con la otra parte de la manzana que por el hecho de haber sido ingerida, tendría que correr con la peor suerte de convertirse en el desperdicio social, que más tarde sólo daría lugar a transformarse en el crimen de robo, atraco, uso y comercio de drogas, violencia y muerte. Imagínense entonces, si a todas estas barbaridades, llegara a sumársele, como parte complementaria, el desenfreno de la poca higiene moral de la radio y la pornogr
Hicimos una televisión arrolladora, donde la pornografía estaba a la orden del día con telenovelas ardientes y crudas, pensando en algunos grupos sociales que no pensaban más que en la perversidad, porque vivían envueltos en el peor de los desgastes sociales.También les brindamos en su momento las mejores películas de inclinación al narcotráfico, donde se le enseñaba a un público especial, el poder de un cartel, sus triunfos en el comercio y tráfico de las drogas y sus diferentes formas de consumo. Esto dio lugar al embullo de toda la sociedad, manteniéndola ocupada en un mundo de prevería, para que no tuviera tiempo de pensar en la crisis del país y en los demás problemas sociales, como el hambre, la falta de escuelas, trabajo, deporte y vivienda.Este tipo de conducta social les dio un gran dominio a los pájaros dueños de la radio y la
No sé por qué se refirió dando un ejemplo bíblico, pero sólo sé que dijo: “Cuando moisés arrojó las tablas de la ley al pueblo que dejó a sus espaldas en el fondo de la montaña, creo que antes de hacerlo, debió pedirle excusa primero, por haberse tardado tanto tiempo en llevárselas”. En realidad, cuando escuché aquellas palabras, me di un pellizco para saber si no era delirio mío, pero el fuerte aplauso de la sociedad de pájaros, me trajo la pronta respuesta de que se trataba de una realidad. Luego añadió: “Que si las flores les negaran el néctar a las abejas, estas de todas maneras se las ingeniarían para fabricar su miel.”Esto sí que no lo entendí, pero busqué en los libros de mi padre y pude encontrar la respuesta en el más viejo y arrugado, al que el polvo y el tiempo habían e
Son en estos casos en los que habría de pensarse aunque fuera por un rato, si en realidad se quisiera hacer o buscar un reencuentro con los verdaderos valores morales de una sociedad, donde la familia no viva con el sobresalto de tropezarse con la pantalla negra de una televisión a color y el lenguaje rancio y morboso de ciertos paquetes musicales de radio y el derrame de sexo que hay en algunas telenovelas de tachas negativas.Las aves sienten mucho miedo cuando ven al hombre, a la mujer y a toda una familia dando vuelta en un disco con letras de doble sentido, donde el acostumbrado instinto del hombre malicioso le da una traducción acertada y cuando los niños y niñas se deshuesan moviendo sus cuerpecitos ante una música adornada con el lenguaje asqueroso y con muy poco valor lírico; Pero peor aún, es cuando sus propios padres los aplauden en señal de apoyo de que los están haciendo muy bien, sin sab
Yo como pájaro de especie urraca, a quien su padre le enseñó toda una cultura de procedencia costarricense, así como sus leyes, principios y reglas, he estado plenamente convencido de que cualquier nación del mundo que invierta en la educación y en la buena preparación del individuo, siempre ocupará un lugar, donde el índice de delincuencia estaría muy por debajo que los de cualquier otra sociedad, a tal punto que sus miembros no llegarían tan a menudo a requerir del auxilio de la ley, como pasa en otros países, que se componen más de agentes policiales que personas civiles y aun así, la delincuencia está a la orden del día. Mi padre que voló por calles, montes y avenidas del territorio costarricense, nunca vio un cuerpo policial en la calle, pero para el asombro de cualquiera, tampoco vio tantos crímenes y delitos, como en otros contornos sociales.
¿“cual fue primero el huevo o la gallina”?, frase de la que sentimos mucho celo, como un día me preguntara el avestruz,- ¿Pero será que el ser humano no nos tiene como aves? Porque también debería preguntarse, que ¿cuál fue primero el huevo o el avestruz?, pero de hacerlo, también tendría que preguntarse “que si la semilla o el árbol” y entonces terminaría sin juicio como pasa con su radio y su televisión.Pero mientras “el hacha va y viene”, mi instinto de ave urraca me aconseja que les preste mis alas a los niños, niñas y adolescentes para que no puedan ser alcanzados con el arma de doble filo de una radio y televisión totalmente dañina y contraria al buen criterio de moral y la salud psíquica de la niñez y la adolescencia de cualquier país del mundo.DE LA VIOLENCIA DOMES
Siempre fue un pájaro ejemplar que nunca supo tener secretos escondidos. Por eso entiendo ahora, por qué me decía aquellas cosas que eran completamente suyas y discretas. Siendo capaz de decirme una vez, “que si el hombre le hubiera fallado a Dios, negando su costilla para sacar a la mujer, él con mucho gusto se la habría ofrecido y que por muy pájaro que Dios lo hubiera hecho, jamás levantaría la mano contra ella.”Mi padre sí que fue un filósofo soñador, no niego que a veces llegué a sentir celos, ya que mi cabeza de pájaro infantil llegó a pensar que mi padre nunca quiso ser pájaro; sino un hombre. Lo raro fue que nunca lo vi abusar de mi madre, ni siquiera discutir con ella, este patrón de conducta, hizo de mí, que nunca me alejara del criterio de que seguía siendo un pájaro, a pesar de su forma de pensar.Yo sé que