Siempre fue un pájaro ejemplar que nunca supo tener secretos escondidos. Por eso entiendo ahora, por qué me decía aquellas cosas que eran completamente suyas y discretas. Siendo capaz de decirme una vez, “que si el hombre le hubiera fallado a Dios, negando su costilla para sacar a la mujer, él con mucho gusto se la habría ofrecido y que por muy pájaro que Dios lo hubiera hecho, jamás levantaría la mano contra ella.”
Mi padre sí que fue un filósofo soñador, no niego que a veces llegué a sentir celos, ya que mi cabeza de pájaro infantil llegó a pensar que mi padre nunca quiso ser pájaro; sino un hombre. Lo raro fue que nunca lo vi abusar de mi madre, ni siquiera discutir con ella, este patrón de conducta, hizo de mí, que nunca me alejara del criterio de que seguía siendo un pájaro, a pesar de su forma de pensar.
Yo sé que
Si hiciéramos un breve examen de cada uno de los sistemas jurídicos de la antigüedad, podríamos encontrarnos de manera fácil con el molde machista de la conducta del individuo y el empleo de la fuerza bruta y el maltrato verbal y sicológico de que fuera objeto la mujer de la era primitiva de la sociedad romana. Es verdaderamente allí donde aparecen las primeras huellas de este mal social que de generación en generación ha venido creando la base de la propia conducta del hombre, haciendo de él, en lugar de un ser social, un monstruo social, producto de los usos y costumbres que fueron arrastrados de una antigua Roma, que fue totalmente indolente y despiadada frente al sexo débil de aquella época.Esta situación por la que atravesó la mujer en la sociedad romana, no resultó ajena tampoco, para las mujeres de otras sociedades como Alemania, el pueblo bárbaro y Francia qu
A través de esta secuencia consuetudinaria y de las más erradas reglas de derecho se dio paso a la creación de una conducta desequilibrada del individuo, quien a través de sus generaciones ha venido alimentando su comportamiento de manera muy negativa, convirtiéndose cada día en el esclavo de su propio error conductual. Sobre esta base investigativa es que nosotros los pájaros nos hacemos responsables en destacar o afirmar sin temor a equivocarnos, de que desde toda una antigüedad ha existido la violencia y el maltrato doméstico y también de género.Yo sé que algunos pensarán que el pájaro vive metiendo el pico en todo, pero si alguien llegara a creerlo así, entonces le preguntaríamos,- ¿Qué tú comes que adivinas?- Porque en realidad no sólo hundimos el pico en las frutas maduras que proporciona la naturaleza; sino que también
Por tanto, habría que ser muy cruel para no reconocer sus encantos y para no admirar su belleza.Por tantas cosas bonitas que ella ofrece a la vida, nosotros los pájaros creemos que el hombre entonces nada tiene que exhibir que resulte tan necesario y tan bueno que no sea su mejor y buen comportamiento ante el ser que tenga como pareja. Lo mejor del hombre no es el hombre en sí, sino las cosas buenas que salgan de él y que sirvan de beneficio a su propia familia y de hecho también a la misma sociedad.Hay un refrán que dice: Que “a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, por eso las aves no hacen nunca sus nidos en el árbol seco, sino en la mata frondosa para que le sirva de hogar y de sombra, por consiguiente, quisiéramos invitar al hombre, para que busque la sombra del árbol bueno para que lleve el buen ejemplo a su familia y a su propia patria.¡Pe
Y siguió añadiendo sin hacer pausa alguna, que los patriarcas ejercían su autoridad fuera de todo raciocinio humano, donde el hombre “macho” era el jefe de familia con la facultad no sólo de cometer el peor maltrato contra su pareja, sino que tenía un gran dominio en los bienes propios de la mujer, pudiendo hacer inclusive, todo lo que quisiera o le viniera en gana, sin tener más respuesta que el silencio de la esposa, ya que cualquier desacuerdo quedaba resuelto de inmediato con la correa y el látigo como forma de someterla a la obediencia.En realidad como pájaro adolescente que era, desconocía todas esas cosas, pero en la medida que avancé en mis estudios, fui entendiendo a través de la lectura, que no sólo el sistema y la religión de la antigüedad estaban inmersos en este asunto; sino con más profundidad lo estuvieron algunos tratadistas y pensadores, quienes
Todas estas corrientes consuetudinarias, principios y reglas, no tuvieron un cambio significativo, sino hasta los finales de la década del 1930, específicamente en el 1938 la cual se extendió hasta 1942, cuando el legislador del momento, comenzó a tomar en cuenta algunas reivindicaciones del sexo femenino, las cuales sólo pudieron servir para debilitar un poco el yugo de obediencia al que estaban sometidas.Todas esas injusticias vividas por el sexo débil a lo largo y ancho de la historia lograron permanecer hasta muy cerca de los años cincuenta, época en que llegó a desvanecer, aunque no de forma remota, ya que muchas de las quejas y querellas presentadas por la mujer resultaban de muy poca atención por parte de las autoridades.Esa indolencia y falta de conciencia del sistema judicial, obligó al sexo femenino a buscar su auxilio y refugio en su propia resignación y a conformarse
No sin antes tenerlo por nueve meses en su vientre y alimentarlo con las mismas cosas que pasan por su boca y estómago y aún más tarde, no sólo darle la leche dulce que sale de su pecho, sino limpiar también sus desperdicios, como si se tratara del mejor de los perfumes, sin embargo, jamás podríamos ver y valorar la conducta del niño, como la responsable directa de los daños sociales que causa el hombre “adulto”.Como si se tratara de la herencia de los defectos del ser humano. Hay una frase filosófica, muy conocida por el hombre, que dice: “Que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”. Es aquí donde todo pájaro de conciencia urraca, se detiene para examinar estas dos clases de conductas, que sin la necesidad de ir demasiado lejos, nos traería la respuesta en el camino para establecer de manera clara y precisa, que si bien es cierto de que el individuo her
Yo como ave puedo decirlo porque he visto a patrullas policiales levantar por los fundillos a cualquier joven infeliz y meterlo a la chirona (cárcel) por uno o dos días, sin causa que lo justifique y tener que quedarse callado porque si hablaba, en seguida le pateaban el trasero, porque actúan no de acuerdo a la constitución, sino a través de su propio código que les dice que “la autoridad es la autoridad” como si tuvieran a un Trujillo montado en su cabeza o a un Balaguer con todo y banda colorá, gobiernos que en determinadas épocas convirtieron a la tierra quisqueyana en un campo de batalla.Lo más lejos que tiene el ser humano, es que no sabe que las aves conocen más al hombre que éste a sí mismo. Sabemos de sus vicios y sus negocios de cortina, y de sus grandes fechorías. Inclusive, nosotros los pájaros podríamos señalar con cualquier dedo de las pat
En realidad a las aves les da mucha pena cuando el legislador se muda para un lugar muy distanciado al del terreno eficiente de la práctica del derecho. Las causas del crimen y el delito no están ni se encuentran fuera del delincuente, por eso mi padre, que era un pájaro más abogado que filósofo me dijo en cierto momento que: “El antídoto del crimen y el delito, no está en la ley, sino en la buena preparación moral e intelectual del ser humano”.Siendo así, no vemos la razón entonces, para que un legislador quiera buscar la corrección de un delito con 20 y 30 años de prisión, cuando en verdad podría evitarse, corregirse y regenerarse con una correcta y buena preparación académica y un mejor respaldo y apoyo a los títulos profesionales. El pájaro podría decir sin temor a equivocarse que casi todos los errores de la conducta del ser hu