Me despierto muy animado, a pesar de que hoy debemos viajar para ver la herencia que mi padre nos dejó, pero creo que algunas sorpresas nos llevaremos con todo esto.

Voy por mi chica a su departamento, casualmente iremos al mismo aeropuerto desde donde ella no quiso irse con el modelo idiota. Al salir ella está radiante, sin embargo, sé que está nerviosa puesto que no le gusta viajar.

-¿Lista, chica preciosa? – le digo con voz sensual -.

-No me hables así, tonto. Primero me provocas y luego me dejas con las ganas. Aquí quien quiere esperar, eres tú.

-Y te aseguro que valdrá la pena, ahora vamos este lindo viaje.

Una vez en el avión, mi chica está nerviosa, quisiera sentarme a su lado para poder abrazarla y darle seguridad, pero estamos manteniendo esto en completo secreto, porque no quiero que piensen ella está conmigo por interés.