Salimos de la casa de mi padre justo cuando se comienzan a ver los primeros rayos del sol, se nota que hoy hará mucho calor, aunque estemos finales de febrero.
Le pido a Henry que encienda la radio y el panorama es desolador. Tras el terremoto, se cortaron muchas de las comunicaciones, incluso las de radio porque las antenas sufrieron daños, se le dijo al gobierno que no había riesgo de tsunami y no alertaron a las personas del peligro a tiempo.“-El panorama es desolador, mi gente – dice con la voz apagada el locutor -. Tenemos reportes de tsunami en gran parte de la costa de la zona sur y central. Nos han llegado imágenes y llamados desde Concepción, Pichilemu, Talcahuano, Iloca, Constitución…”-No… no, no, ¡no!-Luca, cálmate…-¡¿Cómo me pides eso?! Ella, papá…-Vamos con rumbo a casa de sus padres, les pediremos la direcci&Llegamos a la oficina, he llamado a Emily para decirle que viniera más tarde, pero su teléfono sigue apagado. He venido con ropa informal, porque debemos limpiar y ordenar, esto es algo que debemos hacer entre todos y los títulos hoy no valen.-¿Crees que vendrá? Hoy tenía libre – me dice mi padre -.-Me dijo que sí, confío en ella.Y nada más se abren las puertas del ascensor la veo dando órdenes a varios de los muchachos, mientras ella misma limpia algunos de los escritorios. La veo en un buzo deportivo, sin tacones, sin maquillaje y por primera vez puedo observar sus lindas pecas que adornan su rostro.-Buenos días, señores Cavalcanti – dice organizando un archivero -. Ya envié a alguien para que ordenen su oficina, señor Massimo – le dice extendiendo su mano para saludarlo -. La tuya, espera a que tú mismo lo hagas, nos falta mucho person
Han ido pasando las semanas y mi relación con Emily, esa amistad con miras a algo más, se ha ido fortaleciendo. Hoy le tengo una sorpresa, espero que le guste porque de otra manera, me muero de pena.Salgo para invitarla al cine, pero uno bastante especial. Está hablando por teléfono, me quedo detrás de ella, para no interrumpirla, pero en pocos segundos me doy cuenta de que fue un terrible error.-No bromeo, quiero verte. No me imagino a Aidan Cahill con el cabello más largo que dos dedos. Bueno, pues te digo que sí, ya no me cubro las pecas, resulta que a alguien le gustan – sonrío con satisfacción, ese alguien soy yo -. ¡Oh, Aidan! Eso no te incumbe, yo no quiero saber si tú has dormido con algunas muchas mujeres luego de mí, lo que pasa en tus pantalones no me interesa. Bueno, tal vez uno o dos… - no puedo soportar que le cuente esas cosas, las que a mí no me ha d
Miro todo en el departamento, cuidando que no falte ni un detalle. Esta será una fiesta privada para mi Emily, la misma que me trae loco y me ha obligado a tomar duchas y baños de tina por horas con agua fría, causándome incluso una gripe que me dejó en cama tres días, la ventaja de eso, la enfermera Emily cuidándome por las tardes.Mañana es su cumpleaños, Liam me dijo que su familia le tiene una sorpresa, pero que solo será entre ellos. Así que decidí hacer una previa para esperar su día.Para eso, debí dejar la oficina antes de tiempo, yo mismo pasé por el pequeño pastel de chocolate, su favorito, algunos bocadillos salados y muchos globos rojos y azules con su nombre.Sí, rojos y azules como su cabello y sus ojos.Ahora, viene la siguiente fase de mi sorpresa, llamarla para decirle que la necesito urgente aquí. Marco su n&uacut
Nuestras lenguas exploran lo que antes era desconocido, ella comienza a mecer sus caderas y mi erección ya se hace notar. Me aferro a ella, como si fuera mi salvavidas… pero qué estoy pensando, ¡ella es mi salvavidas! Me salvó de ese círculo vicioso en el que estaba inmerso, de mujer en mujer, de fiesta en fiesta.-Emily – digo contra sus labios -, si sigues así no podré aguantar.-No quiero que lo hagas – me mira, sus ojos oscurecidos por algo, por ese deseo que me llama a poseerla de todas las formas en las que aprendí todos estos años -. No te contengas, no puedes hacerlo.-¿Por qué no podría? – le digo besando su cuello mientras ella gime -.-Porque eres mi deseo de casi cumpleaños – me mira y sonríe con una mezcla de perversión y deseo -.-Muy bien, no me voy a contener, pero no aquí.-¿Por
Antes de abrir los ojos, puedo sentir ese rico aroma llegar a mis fosas nasales, su cuerpo tibio pegado al mío, respirando lentamente y aferrada a mí como si fuese a escaparme.Beso su frente, la abrazo más fuerte por unos segundos y luego trato de levantarme sin despertarla, me pongo un pantalón de pijama, para salir de la habitación hacia la cocina. Unas tostadas, té de naranja y huevos revueltos son una buena opción.Mientras hierve el agua, voy hasta la mesa de centro para limpiar un poco. Veo la mancha de chocolate en la alfombra y sonrío, porque eso llevó a la que fue la noche más espectacular de mi vida.Voy al cuarto de lavado, donde guardo los artículos de limpieza y busco el líquido que uso para limpiar la alfombra, el vaporizador y una escobilla, por si me toca fregarla. La toco antes de pasar la máquina milagrosa, la mancha está seca así que pongo un po
-Luca, estamos en la oficina…-Déjame tranquilo, mujer, estoy ocupado disfrutando de mi novia.-¿Tu novia? Creí que solo era tu amiga con ventaja, aahhh… - le muerdo el lóbulo de la oreja, mientras mis manos la recorren bajo su vaporoso vestido azul -.-Eres mi amiga, mi novia, mi mujer, todos los apelativos que se te ocurran – le digo susurrando en su oído, mientras mis dedos se abren paso en su tanga -.-Eso… eso no es jugar limpio.-Prefiero jugar sucio, muy sucio y solo contigo.Meto dos dedos en su interior, ella se aferra con un brazo en mi cuello, echando atrás su cuerpo, y el otro brazo va a mi escritorio para apoyarse. Mi pulgar presiona su clítoris, mientras suaves jadeos salen de su boca.Mi boca recorre su cuello, su mandíbula y llega a su boca, para que en la mía deposite cada uno de sus gemidos.-Esto… esto no es justo
Una semana de suplicio, ese tipo vino a hacerme la vida imposible y a crearme problemas nada más, ha visitado todos los días a Emily ya sea a la hora del almuerzo o de la salida.No pierde oportunidad para dejarse abrazar por mi chica y ya no quiero más úlceras a mi haber.-Señorita McDermott – la llamo cuando salgo por un café y la veo conversando con Mary -. Puede venir por favor.-S-sí, voy ahora – me responde confundida y deja a Mary -.Entro y me siento en el sofá, al entrar ella le pido que cierre la puerta y se sienta frente a mí.-Luca, ¿qué pasa?-Señorita McDermott, tenemos que revisar las agendas.-¿La-las agendas? – me dice con la cara pálida y sus ojos muy abiertos -.-Sí – le digo, apartando la mirada de ella -, tengo algunos compromisos esta semana, corporativos y personales, necesito q
Estamos organizando algunas carpetas con los últimos diseños, preparando una reunión de consejo en donde terminaremos de elegir los modelos que queremos en nuestra próxima colección.Emily tararea una canción de Paulina Rubio, esa que dice no es una mujer que no sale de casa, la escucho en la radio por la mañana cuando venía aquí y se le quedó pegada. Y esa le queda como anillo al dedo, porque mi mujer no es para nada como las demás.Y creo que me encantaría que hablara más con mi hermana, a ella le hace mucha falta esa decisión, de ser ella, de vivir por ella no para ese tonto de Marco.-Emily, ¿tú saldrías a comer un día con Pía?-¿Con tu hermana? Ella es muy diferente a mí, es…-Sumisa, lo sé, y por eso me gustaría que te acercaras a ella.-Veo que no te gusta que sea tan d