Nuestras lenguas exploran lo que antes era desconocido, ella comienza a mecer sus caderas y mi erección ya se hace notar. Me aferro a ella, como si fuera mi salvavidas… pero qué estoy pensando, ¡ella es mi salvavidas! Me salvó de ese círculo vicioso en el que estaba inmerso, de mujer en mujer, de fiesta en fiesta.
-Emily – digo contra sus labios -, si sigues así no podré aguantar.
-No quiero que lo hagas – me mira, sus ojos oscurecidos por algo, por ese deseo que me llama a poseerla de todas las formas en las que aprendí todos estos años -. No te contengas, no puedes hacerlo.
-¿Por qué no podría? – le digo besando su cuello mientras ella gime -.
-Porque eres mi deseo de casi cumpleaños – me mira y sonríe con una mezcla de perversión y deseo -.
-Muy bien, no me voy a contener, pero no aquí.
-¿Por
Antes de abrir los ojos, puedo sentir ese rico aroma llegar a mis fosas nasales, su cuerpo tibio pegado al mío, respirando lentamente y aferrada a mí como si fuese a escaparme.Beso su frente, la abrazo más fuerte por unos segundos y luego trato de levantarme sin despertarla, me pongo un pantalón de pijama, para salir de la habitación hacia la cocina. Unas tostadas, té de naranja y huevos revueltos son una buena opción.Mientras hierve el agua, voy hasta la mesa de centro para limpiar un poco. Veo la mancha de chocolate en la alfombra y sonrío, porque eso llevó a la que fue la noche más espectacular de mi vida.Voy al cuarto de lavado, donde guardo los artículos de limpieza y busco el líquido que uso para limpiar la alfombra, el vaporizador y una escobilla, por si me toca fregarla. La toco antes de pasar la máquina milagrosa, la mancha está seca así que pongo un po
-Luca, estamos en la oficina…-Déjame tranquilo, mujer, estoy ocupado disfrutando de mi novia.-¿Tu novia? Creí que solo era tu amiga con ventaja, aahhh… - le muerdo el lóbulo de la oreja, mientras mis manos la recorren bajo su vaporoso vestido azul -.-Eres mi amiga, mi novia, mi mujer, todos los apelativos que se te ocurran – le digo susurrando en su oído, mientras mis dedos se abren paso en su tanga -.-Eso… eso no es jugar limpio.-Prefiero jugar sucio, muy sucio y solo contigo.Meto dos dedos en su interior, ella se aferra con un brazo en mi cuello, echando atrás su cuerpo, y el otro brazo va a mi escritorio para apoyarse. Mi pulgar presiona su clítoris, mientras suaves jadeos salen de su boca.Mi boca recorre su cuello, su mandíbula y llega a su boca, para que en la mía deposite cada uno de sus gemidos.-Esto… esto no es justo
Una semana de suplicio, ese tipo vino a hacerme la vida imposible y a crearme problemas nada más, ha visitado todos los días a Emily ya sea a la hora del almuerzo o de la salida.No pierde oportunidad para dejarse abrazar por mi chica y ya no quiero más úlceras a mi haber.-Señorita McDermott – la llamo cuando salgo por un café y la veo conversando con Mary -. Puede venir por favor.-S-sí, voy ahora – me responde confundida y deja a Mary -.Entro y me siento en el sofá, al entrar ella le pido que cierre la puerta y se sienta frente a mí.-Luca, ¿qué pasa?-Señorita McDermott, tenemos que revisar las agendas.-¿La-las agendas? – me dice con la cara pálida y sus ojos muy abiertos -.-Sí – le digo, apartando la mirada de ella -, tengo algunos compromisos esta semana, corporativos y personales, necesito q
Estamos organizando algunas carpetas con los últimos diseños, preparando una reunión de consejo en donde terminaremos de elegir los modelos que queremos en nuestra próxima colección.Emily tararea una canción de Paulina Rubio, esa que dice no es una mujer que no sale de casa, la escucho en la radio por la mañana cuando venía aquí y se le quedó pegada. Y esa le queda como anillo al dedo, porque mi mujer no es para nada como las demás.Y creo que me encantaría que hablara más con mi hermana, a ella le hace mucha falta esa decisión, de ser ella, de vivir por ella no para ese tonto de Marco.-Emily, ¿tú saldrías a comer un día con Pía?-¿Con tu hermana? Ella es muy diferente a mí, es…-Sumisa, lo sé, y por eso me gustaría que te acercaras a ella.-Veo que no te gusta que sea tan d
La discusión con Emily por la entrevista con Magdalena me ha dejado un mal sabor de boca, porque desde ese momento marcó la misma distancia de antes. Y es que cometí un terrible error de presentarla como mi asistente, pero ella misma no quiere que nadie se entere de nuestra relación , porque no quiere que digan que tiene privilegios por ser la novia del hijo del dueño.Por eso nos cuidamos de tomarnos de la mano en público o de abrazarnos en los pasillos cuando hay gente cerca. Si no dije nada, fue porque ella así lo ha querido, pero eso mismo ahora me ha jugado en contra.Llego al edificio, saludo a todos a mi paso y me doy valor para enfrentar el día, hoy es la bendita entrevista, la que Emily confirmó con los datos que sacó de mi agenda personal, algo de lo que me enteré ayer cuando la vi verificar el número de teléfono. Quería morirme y allí comprendí tod
Me despierto cansado, si es que conseguí dormir algo, afuera aún está oscuro, pero no más que mi corazón.Ayer seguí a Emily hasta su departamento, pero en cuanto puse un pie en el edificio me negaron la entrada. Le supliqué que me dejara entrar, que ella solo estaba enojada conmigo porque habíamos discutido, pero se negó diciendo que, si me permitía entrar, él podía perder su trabajo.Pude irme a beber, a buscar desahogarme de alguna manera, mas mi alma estaba tan desecha que solo pude manejar por inercia hasta mi departamento y encerrarme.Me siento en la orilla de la cama, con la cabeza entre las manos, buscando la manera de salir de todo esto. De llegar a ella, pero luego de tantas horas de pensar, sencillamente concluyó que fui un completo imbécil, porque ella siempre tuvo la razón.Creí conocer a esa maldita arpía, olvidé lo
Sencillamente nada es como uno lo espera y eso me ha quedado claro luego de mi estupidez.Aidan sigue rondando y ahora me duele aún más el haber fallado, porque le dejé el camino libre al idiota ese con sonrisa de modelo de dentífrico.-Aidan, no quiero salir, no estoy de ánimo para hacerlo. No, no me quedaré sola toda la vida, pero es obvio que no serás tú quien envejezca conmigo. Lo siento. No, es el despecho – suspira -. Es lo mismo que te he dicho siempre, no volveré contigo. Nos vemos… otro día quizás.La veo colgar y dejar su teléfono en el cajón de su escritorio, luego mete su cabeza entre sus manos y habla sola.-¿Por qué no pueden dejarme tranquila? Entre los dos me van a volver loca.Tomo la carpeta que llevo entre las manos y me acerco a ella, como si nunca hubiese escuchado.-¿Le duele la cabeza, señ
Todo lo que consigo hacer en este momento es sobrevivir, han pasado algunos días desde que sepultamos a mi padre, pero el dolor no deja de llegar a mi alma, quedan pocos días para que mi chica se vaya y todavía no sé cómo hacer para que se quede conmigo.No puedo dejar de pensar en ayer, cuando estaba aquí mismo.“Emily entra a la oficina para dejarme unos documentos, ahora tengo mucho más trabajo y a veces siento que no puedo más.}-Si no le molesta, ¿puedo salir un momento?-Claro, no hay problema.Me agradece con una sonrisa y se va, cerrando la puerta. Me quedo pensando que en pocos días ya no será ella quien entre y salga de mi oficina.Minutos más tarde entra con su sonrisa y me deja un pastel de chocolate.-No hay nada mejor que el pastel de chocolate para levantar el ánimo, espero que lo disfrute.-¿No t