Termino de envolver los regalos, antes de alistarme para ir a pasar la noche buena en casa de mis padres, estos últimos días apenas y he visto a Rowan, cuando lo hago noto que luce cansado y solo charlamos de cosas casuales, quisiera pasar estos días con él, si es que vamos a casarnos deberíamos de irnos acoplando a este tipo de fechas y demás. Me alacio el cabello y después hago unas ondas marcadas, me coloco un vestido rojo de terciopelo, de manga larga, tiene un escote en la espalda y un moño, me pongo unas zapatillas plateadas y un abrigo largo blanco. Subo todos los regalos a la cajuela de mi auto, el que es para Rowan lo dejo en el asiento trasero del coche, conduzco a casa de mis padres, frunzo el ceño confundía al ver tantos autos estacionados, bajo del auto, la puerta de la casa está abierta y hay villancicos, entro a la casa con todos los regalos colgándome en los brazos, todos me miran cuando los dejo bajo el árbol de navidad, me quito el abrigo dejándolo en uno de l
Me aparto de él, la gente aplaude y nos felicita, observo la cara de todos, mi madre se limpia las lágrimas y la de Rowan sonríe dando brincos en su lugar, mis amigas están con la boca abierta y Alex toma fotos con su celular, todo mundo se acerca a felicitarnos, mi madre me jala del brazo para detallar el anillo, entre ella y Joanna me arrastran presumiendo la joya que adorna mi dedo, intento alcanzar a Rowan, pero él está en las mismas, mi padre lo tiene por el cuello de la camisa diciéndole no se que cosas, todo es un lío de gente. —Es un anillo precioso, digno de alguien como tú. — Mi madre me dice con una sonrisa. —Estoy tan feliz por ti cariño, de verdad que Rowan es un hombre maravilloso y por lo que se ve, está muy enamorado de ti — Me abraza. —Pero si eso se sabe desde hace años, ustedes se hacen las sorprendidas con noticias viejas —Alex dice bebiendo de su copa. —¿A qué te refieres niña? —Joanna le dice. —Pregúntaselo tú, yo ya abrí mucho la boca hoy y seguro Rowan est
[Rowan] Lizzy gime debajo de mi, dejó marcas por su cuello y senos, arremeto contra ella con embestidas duras y rápidas, como a mi me gusta, me acaricia el cuello con la mano donde tiene el anillo de compromiso, detalló el collar, el hecho que solo lleve puesto lo mío, me pone al mil, se muerde los labios, callando lo que le provocó. —¿Te gusta? —Le preguntó al oído. —Sí. —La voz le tiembla. Alzo sus piernas poniéndomelas sobre el hombro, vuelvo a clavarme en ella, llenándola por completo, jadea cerrando los ojos. —Mírame —Le exijo mientras entro y salgo de ella. Abre los ojos, el verde que me pone loco, me mira, absorta en el placer, le doy la vuelta dejándole el pecho sobre la cama, la tomo de la cadera y entro una vez más en ella con brusquedad, profundizo mis movimientos y gime, el sonido de nuestros cuerpos chocando, llena la habitación. —Rowan esto es… Le muerdo la espalda callándola, jadea, cuando aumentó y disminuyó la velocidad, vuelvo a nuestra posición inicial to
[Rowan] Llegó a casa de Bea, entró con la copia de las llaves que tengo, huele a galletas y a chocolate, camino hasta la biblioteca, encontrándome con una escena terrible, Bea y Kyle besándose sobre el escritorio y sobre mis planos. —Tomen, lo necesitan más que yo.—Les arrojó un preservativo que me sobraba. Ambos se giran a verme molestos, Bea se acomoda la ropa y baja del escritorio, Kyle toma el preservativo y se lo guarda en el pantalón despreocupado, se sienta en una de las sillas y jala a Bea para que se siente en sus piernas. —¿Pueden dejar de manosearse por solo dos segundos? —Me siento en otra de las sillas. —No, que te hayas hecho un mojigato porque te vas a casar no quiere decir que los demás lo seamos —dice Kyle abrazando a Bea. —Sinceramente, me parece muy tonto que te cases y más en tus circunstancias. —Se supone que no debemos de hablar de eso. —Enciendo un cigarro. —Claro, como tu novia anda por aquí, no vaya a entrarse que sabemos la verdad —Kyle dice sarcás
Limpio las copas, sentada en la mesa, Emily me habla, pero no se de que, toda mi atención está en Rowan, está del otro lado del salón, hablando con Bea, ambos se ríen. —Yo que tú lo pateaba en las bolas. —Emily me dice. —Son solo amigos. —Mis ovarios. Rowan se gira para verme y le susurra algo a Bea, niega con la cabeza, Rowan la toma de la mano trayéndola hacia acá. —Hola —sonríe. —¿Qué haces? —Limpió las copas para esta noche. Se sienta a mi lado, Bea nos mira incómoda y Rowan la obliga a sentarse. —Lizzy, te acuerdas de Bea ¿no? —Sí. —Aquí la pequeña satanas, tiene que decirte algo. —Eh… yo… siento mucho lo que pasó la última vez que nos vimos. —No fue nada, no te preocupes —Le sonrió. —Buena chica —Rowan le acaricia el cabello. —¿Revísate el proyecto que te envié? El Señor Thompson quiere que iniciemos lo antes posible. —Sí, es un buen proyecto. —¿Lo aceptamos? —Sí, pero ya sabes que hacer, no quiero problemas. Bea asiente, se levanta de la mesa con
Reviso la hora mientras camino por el centro comercial, es tarde, quedé de ver a Joanna, mi madre, Rowan y a los organizadores de la boda en el restaurante de Joanna, ya que ella se encargará del banquete, viene por mi vestido y zapatos para la cena de compromiso pero no pensé que me fuera a tardar tanto. Me detengo en seco cuando veo a Aaron salir de una tienda de bebés, con los brazos llenos de bolsas, me mira y se acerca hasta mi. —Hola, Romina. —Aaron —digo con voz fría. —No se si ya te enteraste, pero Danna y yo vamos a tener un bebé. —¿De verdad? No lo sabía —miento. —Me sorprende, nunca quisiste tener hijos, pero ese no es asunto mío. —No, nunca quise, pero cambié de opinión cuando Danna me mostró la prueba de embarazo, no estaba muy contento al principio, pero no deja de ser mi hijo. —Claro, si me disculpas llevo prisa. —Intentó pasar pero no me deja. —Te vas a casar con Wayne, eso sí que fue una sorpresa, no te mientas Romina, nunca lo vas a querer como a mi,
Quito la camisa de Rowan, besando su pecho y aferrándome a su espalda, él aprieta mis caderas y mi trasero, me toma de la cintura. —Me encantas, Lizzy, ojalá tuvieras idea de que tanto —dice sobre mi cuello. Nos da la vuelta quedando encima de mi, mis piernas cuelgan de la cama, besa mis pechos y succiona mi piel, dejando nuevas marcas, me quita las botas y los pantalones, traza un camino de besos húmedos desde mis labios hasta mi abdomen, me acaricia con suavidad los muslos, desliza los dedos adentro de mi ropa interior tocándome, estoy mojada, llevo toda la semana desando esto. Me muerde los labios y jadeo, desabrocho su pantalón con necesitad, tocándolo por encima del bóxer, suelta un gruñido cuando meto la mano tomando su miembro duro con mi mano moviéndola. —Siéntate en la cama —le digo. Lo empujo por el pecho separándolo de mí, confundido obedece, lo beso, bajando por su cuello y pecho, me arrodilló en el suelo y me coloco en medio de sus piernas, le quito el pantalón
Emma y Sara me ayudan a acomodar mi ropa y la de Rowan en el gran armario, la mía le roba un poco de espacio a la suya, pero no creo que le importe, al anochecer prácticamente la mudanza está terminada, incluso trajeron mi auto y una motocicleta que supongo es de Rowan, la casa parece nuestra, como si lleváramos tiempo aquí, las guitarras de Rowan cuelgan en la pared frente al piano, en la sala está un cuadro gigante que fue pintado por mi hermano y que compré con un seudónimo, hay varios cojines que borde en los sofás, en el refrigerador hay imanes de mis viajes y de cosas que me gustan, la licorera tiene botellas de Rowan, Sara colocó ceniceros en ciertos puntos de la casa, al igual que cajetillas de cigarro. Preparó de cenar, una pasta sencilla con pedazos de pollo, me sirvo un vaso de agua gasificada y voy a la sala de televisión para comer viendo una película, no pasa mucho tiempo antes de que escuche las llaves siendo dejadas en la mesa.—¿Rowan, eres tú? —¿Esperabas a alguie