UN DESAYUNOEN LA VILLA

Mila rápidamente examinó al señor Kronos, y de su bolso sacó algún medicamento que colocó bajo la lengua del anciano.

También de su bolso sacó las cosas necesarias para aplicar una inyección en las venas del abuelo de Neck, que miraba aquello completamente impactado.

—Tiene la presión arterial alta — informó Mila algo sería.

—¿Usted desayunó señor Ulises?—Preguntó Mila estando segura de qué tenía la glucosa en sangre bastante baja.

Tan pronto el medicamento entró en el torrente sanguíneo del señor Ulises Krono , el anciano empezó a recuperar el color.

Neck parecía demasiado desencajado y preocupado por tu abuelo, Mila lo miró para tratar calmarlo y él en respuesta asintió con la cabeza para dejarle saber que todo iba bien.

Era algo extraña aquella complicidad que se había creado entre ellos en tampoco tiempo.

Dicha complicidad no pasó desapercibida para el viejo Kronos, ni para a Vincent.

Ambos miraron la joya que brillaba en el dedo de la muchacha como com