CELOS E IRA Esa mañana Neck amaneció dispuesto a avanzar en cuanto a la lista de su abuelo. Si no sé concentraba en eso, llegaría el día de la boda y él no habría llegado a cumplir el cincuenta por ciento de lo contratado por su abuelo. Así que con la idea fija en cumplir la condición número tres de la lista, tomó el papel para leer la exigencia de su abuelo. Aprender a tocar la guitarra. En homenaje al ya fallecido Paris Kronos. Neck recordó el sentimiento que lo embargo la primera vez que leyó ese paso. Aquello le había parecido una loca ironía de su abuelo, pero ahora pasado los días sabía que Ulises Kronos no daba puntada sin dedal, y si quería acercarlo al recuerdo de su padre, era en mayor medida por su deseo de reconciliarse con el pasado de ambos. Su padre había sido un bohemio, un soñador, y como tal vivió su vida. Jamás le interesaron los negocios, pero si el dinero que acarreaba estos. Así que cada vez que pudo, viajo, disfrutó y vivió la vida al límite. Para Neck, P
ESE MILLONARIO TE COMPRALas horas continuaron pasando y Mila no daba señas de aparecer. Neck cada vez más enojado se encerró toda la tarde en aquella habitación. Al principio trato de ser todo razonable que un hombre civilizado podría ser, pero ya se estaba agotando de ser paciente. Más bien… le dolía hasta el hígado de ser paciente…Mila podía ser su obsesión de siempre, pero no sería la primera mujer que le tocaría los cojon3s.Ella tenía que entender que él por muy amistoso y afable que se mostrará, era un griego puro y duro. Y cómo hombre griego al fin, era jodidament3 celoso y posesivo.Tres horas más tarde Ivette y Vincent, que ya habían regresado a la Villa, vinieron por él, para salir a dar otra vuelta al otro extremo de la isla que le faltaba conocer a la muchacha, pero ya para ese minuto Neck estaba tan enojado que no podía pensar en nada más que en aquella reunión que Mila estaba desarrollando a sus espaldas.Cuando ella apareciera hablarían seriamente. Hablarían de t
PRIMERA DISCUSIÓN—¿!Una cláusula de fidelidad!?— inquirió Mila airada de la actitud de mierda que le estaba mostrando Neck. No lo reconocía, estaba fuera d eso, y le estaba alzando la voz, sin siquiera dejarle explicar porque había estado tantas horas desaparecidas, aún así fue corriendo a buscarlo a la Villa para explicarle, y se encontró con el Abominable hombre de las cavernas, al Mismísimo Piegrande en versión griega —¿ Esto es una broma pesada tuya?—No, no estoy bromeado en absoluto— rugio él tan molesto que sentía que la sangre le sonaba en los oídos. Estaba fuera de si, y ella no podía culparlo. La conversación con Héctor quizás había durado más de lo planeado, pero nada malo había pasado.Tenía que poner varios asuntos en claro. Tenían intereses en común en la organización de la boda que no se llevó a cabo , y Héctor al final decidió que quería pagar la mitad por los daños que había incurrido Mila en la boda fallida. «cosa que a la doctora le pareció bastante Justo»Hécto
47El sexo con Mila cada vez era más satisfactorio, tanto que creía que si se llegaba a casarse con ella, pasaría más tiempo en su cama, en la bañera, en la terraza, en la piscina, incluso en el jardín, pero empalado hasta la base en Mila. Ella lo enloquecía de un modo que ninguna mujer lo había hecho jamás. Y si… era de imaginar que, después de tantos años persiguiéndola, ahora que la tenía, le resultaba demasiado deliciosa como para que se pudiera saciar. Era como Adam encontrando la fruta prohibida.Y si… a pesar de todo lo que ocurriera, era un hecho que se casaría con Mila Papádakis así tuviera que deshacerse del enclenque del tal Héctor. Tenía la palabra de ella de que se casaría, asi que imposible no podía ser.La beso una vez más, como si de un castigo se tratara, pero ella le respondió con igual o más pasion. Neck la enloquecía, la hacía estremecerse en cada pequeña célula de su cuerpo. Ahira que había estado hablando con Héctor en la tarde, se dio cuenta que el efecto de N
PETICIÓN DE MANOEl día de la petición de manos por fin llegó, y Mila se había colocado un sencillo vestido blanco de volantes para recibir a su prometido y a su abuelo -suegro. Andaba como una hormiga trabajadora por toda la casa ultimando los últimos detalles para que fuera un almuerzo Perfecto. Príapos estaba un poco reacio a que su hija se casara con ese tumba locas, pero ella parecía estar absolutamente decidida a casarse. Así que no le quedaba mucho por hacer para oponerse…Incluso ni la presencia de ese raro novio citadino, con el que también planeaba casarse, la había persuadido de lo contrario.La mayor preocupación del farmacéutico era que su hija fuera tildada como cazafortuna, en medio de ese pequeño pueblo donde todos se conocían.Aún así no podía dejar de reconocer que su muchacha era buena y hermosa; y que el nieto de Kronos, bien podía estar enamorado de su hija, sin que mediara entre ellos algún tipo de interés económico.Solo por eso acepto recibir a Ulises y al mu
DESPUÉS DE LA PELEACon mucho trabajo Vincent logró contener a Neck, quien con cada golpe se enfurecía más.La situación con el ex novio de Mila, se había salido de las manos. Había empujado, hasta que los celos que sentía Neck se habían salido a la superficie como la lava de un volcán furioso.Ahora nadie podría culparlo por haberle destrozado la cara a ese tipo fantoche, que tuvo la desfachatez de aparecer en casa de su novia, el día que oficialmente su padre le entregaba su mano.El tipo se la había buscado, y nadie podría reclamarle por ello.Ivette también llegó, y abrazó a Mila quien había comenzado a llorar, al ver el espectáculo que se había provocado en un día que parecía feliz.—¡Shhh, Tranquila, todo estará bien!— Intentó calmarla la francesa, pero en el interior de Mila, una voz le decia que todo estaría mal.Vincent hizo lo posible junto a Ulises por regresar a Neck a la Villa, pero Hector seguía allí tendido, y Mila en esa ocasión no supo que hacer.Era médico, tenía qu
UNA CUCARACHA VENENOSANeck salió de aquel hotel absolutamente indignado por la actitud altanera y estúpida de esa cucharacha, a la que sin dudo debio golpear más duro.Pero si algo tenía claro es que no quería a esa escoria rondando a Mila Papadakis. Si lo volvía a ver cerca de su mujer era bastante probable que le diera un ataque.Solo había hecho lo que tenía que hacer, si pagando esa ridícula suma, arreglaba que ese hombre se desapareciera de su vida y de la de Mila; pues sin dudas ese sería el dinero mejor invertido de su vida.Se metió en el coche y condujo de vuelta más tranquilo de que lo que había hecho era lo correcto. No importaba que tan feo sonara, o que poco ético era… pero le parecía correcto.Lo que para Nickolau Kronos significo un acto desinteresado de nobleza, al librar a su novia de el flagelo que significaba tener a ese hombre presionando e intentando hacerla sentirla culpable...; para Mila fue algo bien distinto.Y si, tan pronto Neck dejó ese hotel, Héctor no p
UN PILOTO CELOSO —¡Ivette merece algo mejor que ese tipo! —¡Alguien como tú!— alegó Ulises y Vincent palideció. —No… este que… —Este que nada.¡ Esa muchacha es tuya!—aseguró el viejo. —¿Qué crees Neck? ¿Apostamos? Neck sonrio ante la cara de la sorpresa mezclada con espanto de Vincent. —!No te hagas querido amigo! ¡Es evidente para todos que babeas por esa francesa!— le dejo por lo claro Neck. —Ivette nunca me tomara en cuenta a mi. ¡Por Dios! Ella conoce todos mis secretos, cada una de mis conquistas, y mis desenfrenos. Uno no se enamora de su confidente, ni ella se enamorará de mí después de semejante prontuario. —Bueno no sabría que decirte—musito Neck pensativo— Al menos yo tuve la suerte de ser feo, y no tenía conquistas que mostrar… Al menos eso es algo que no podrá Mila recriminarle jamás. Muy estupido tu de dejar que el amor de tu vida conociera a las "equivocadas". —¡Ahh!¿Y después? — se quejó si abuelo haciendo alusión al tiempo que su nieto habia dejado de ser "FEO"