Capítulo 24: Miedos

Max

Entré en la cocina por rutina.

Un espacio amplio y cálido. Magda estaba en la encimera, cortando fruta como de costumbre. Ya era parte del paisaje.

Pero lo que no era parte del paisaje… lo que me sacudió el pecho… fue verla a ella después de tantos días encerrada.

Paulina.

De pie.

Fuera de su habitación.

Con el cabello trenzado sobre los hombros y un suéter que le quedaba un poco grande. Pero estaba de pie... Fuera de su habitación. Se movía por la cocina como si estuviera… buscando su lugar.

El aire me cambió en los pulmones.

Casi sonreí.

Casi.

No supe qué hacer o decir.

¿Debía saludarla?

¿Fingir que nada pasaba?

¿Decirle que me alegraba de verla así?

¿O simplemente hacerme el indiferente y seguir caminando?

Opté por quedarme quieto. Siempre fue más fácil no moverme que arriesgarme a arruinar algo.

Entonces, cuando notó mi presencia, la vi tensarse... pero enseguida tomó una taza, sirvió café… y caminó hacia mí.

Tuve que apretar el mentón para no traicionarme con una sonrisa.

Me
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