Capítulo 95 Algo mágico entre los dosDaniela entró a la casa seguida de cerca por Felipe. Cuando él vio a Javier rodeado de los niños, una ola de rabia lo invadió.— Por allí queda el baño —señaló Daniela, intentando mantener la calma—. Ve y lávate un poco, traeré un antiséptico para colocártelo.— ¿Y a mí, Daniela? —preguntó Javier, con un tono que intentaba sonar inocente—. Me colocarás el antiséptico, también estoy herido.— Ni se te ocurra acercarte a ella—respondió él, con firmeza.— ¡Deténganse los dos! Aún no los he disculpado por el espectáculo que montaron allí afuera —se apresuró a decirles, consciente de que no podía dejar que todo quedara en el olvido.Daniela estaba agotada. La emoción y la actividad del día le estaban pasando factura, y el cansancio la envolvía como una manta pesada.Las niñas, sintiendo la tensión, dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron.— Dani —sugirió Ángela—, déjalos que se queden a cenar. Ellos no pelearán más, ¿verdad, hermanos?— ¡Está bi
Capítulo 96 Cena de NavidadLa sala estaba iluminada por una suave luz principal y las luces del árbol de Navidad, lo cual creaba un ambiente cálido y acogedor. El delicioso olor de la comida impregnaba el ambiente. La emoción de los niños era evidente.Había galletas recién horneadas, pavo asado, puré de patatas cremoso, judías verdes salteadas con almendras y una colorida ensalada de frutas adornaban el festín.La emoción de los niños era evidente; hasta Renata tenía su sillita esperando a la mesa, las risas y murmullos llenaban la sala mientras esperaban ansiosos el momento de sentarse.Felipe, después de ayudar con la comida y con los demás preparativos, fue al hotel a prepararse y regreso ya entrada la tarde.No cabía duda que se sentía atraído por el cálido ambiente y el cariño de las niñas. Sin embargo, también notó las miradas de rechazo de Fabián, esas miradas lo hacían sentir incómodo. Felipe pensó que era hora de hablar seriamente con él; ya estaba cansado de su actitud des
Capítulo 97 Su hermanito sabía sonreír…De pronto, se hizo un silencio sepulcral en la mesa. Todas las miradas recayeron en Felipe.Su poderoso cuerpo se paralizó. La vergüenza cubrió sus mejillas. Su espectacular estructura ósea se había tensado mostrando la rigidez de un fiero autocontrol mientras mantenía la mirada agachada.Atónito ante su comportamiento, se sintió avergonzado y se preguntó por qué caía en las provocaciones de Javier. Su hermano por parte de padre podía ser una piedra en el zapato ¿No había sido siempre así?Nunca le había prestado la más mínima atención! Él y Lucy, su madre, vivían tratando de provocarlos tanto a Eugenia, su madre como a él. No obstante, él había aprendido a controlarse, ¿Qué le había pasado en este momento?Observo la mirada asustada de las niñas. La reprimenda en los ojos de Daniela. La mirada enojada de Fabián y la sonrisa burlona de Javier lo sacó nuevamente de quicio.Teresa, por su parte, mantenía una calma que contrastaba con la tensión en
Capítulo 98 Navidades pasadas y Navidades presentes Después del incidente. Todo volvió a la normalidad. Rojas se había quedado con sus hijos. Todos terminaron de comer y llego la hora del pastel.—Es nuestra primera Navidad sin mamita. —la voz de Ángela se escuchó dulce y nostálgica. Sus ojos lastimeros, cubierto de lágrimas, causaban compasión en el que la miraba.—Gracias Dani… hiciste el pastel siguiendo la receta de mamita… te quedo sabroso—agrego Fabián.Una nota de nostalgia los envolvió a todos.— ¿Por qué tenían que morir? —preguntó Manuela, su voz temblorosa.—No lo sé. Pero estoy segura de que tenemos que ser felices, así mamita estará feliz por nosotros. ¿Están de acuerdo? —respondió Ángela, sonriendo con esperanza. —No estamos solos, tenemos a Dani, a Javier y a Felipe.Los otros niños sonrieron asintiendo.Felipe y Javier se miraron sin planearlo.Felipe imaginaba lo que él estaba pensando. Su infancia y adolescencia, incluso sus vidas de adultos, fue siempre igual. Era
Capítulo 99 ¿Confías en esos dos hombres? Habían pasado dos días desde la Navidad y aun Felipe no encontraba el modo de decirle lo de las acciones a Daniela. Temía su reacción. Ya la iba conociendo y sabía de su temible carácter, sobre todo con él. Ella aún no confiaba en él totalmente. Sus transacciones de negocios allí habían culminado, pero no quería alejarse de ella, menos con Javier merodeando y ese… Rojas… todo el tiempo cerca de ella, cada vez con mayor frecuencia. Tampoco entendía qué seguía haciendo allí Javier. Lo mandó a seguir. Se quedaba en el otro hotel de la Corporación. Como propietario, podría fácilmente mandarlo a salir de allí, pero no deseaba darle más motivos para crear conflictos. El sonido de su teléfono lo interrumpió. Respondió, no sin antes ver, que era su mamá. Ella y Belinda habían estado llamándolo y enviándole mensajes insistentemente. Eugenia le exigía que se encontraran en la ciudad. — ¡Mamá! Felipe sintió un nudo en el estómago al escuchar las pa
Capítulo 100 ¡Ven conmigo!Emma giró la cabeza, sorprendida al ver al multimillonario Javier Ortiz, muy cerca de ella y con una sonrisa irónica. Lo conocía por fotos y entrevistas que había buscado para saber más de Felipe Ortiz. En la búsqueda de información aparecía en las fotos de este hombre relacionado con él.Ambos hermanos tenían un físico increíble, pero este hombre tenía un físico impresionante y un aire de chico malo, al verlo de cerca estuvo a punto de salírsele el corazón del pecho. Él le hacía surgir, su lado femenino de una manera inimaginable.Aunque si era sincera, este hombre se veía más peligroso que Felipe, parecía un mafioso. No obstante, optó por devolverle la sonrisa a pesar de que estaba nerviosa…«Tranquilízate, nuestra tu belleza».Respiró hondo antes de responder de un modo coqueto, casi insinuante, mientras se colocaba una mano en el cuello del uniforme, llamando la atención sobre el inicio de sus senos, visible a través del mismo.—No es así, Señor. Solo e
Capítulo 101 Un secreto a punto de ser reveladoJavier se puso de pie. Al ver que Felipe, después de decir estas palabras, la agarró del brazo, tratando de llevársela con él.— ¿Qué sucede, Felipe? ¿No ves que ella está conmigo? —preguntó Javier, frunciendo el ceño.— ¿Qué pasa, Felipe? —le replicaba Daniela, fulminándolo con la mirada.— ¿Lo has estado viendo a mis espaldas? No te advertí sobre este sujeto.—Por si no lo recuerdas, es tu hermano, y hermano de los niños.—A él no le importan los niños para nada. Solo quiere seguir con su tonta competencia conmigo sin importar a quién daña en el proceso. Sabe lo que siento por ti y está tratando de hacerme daño a través de sus mentiras. Ya te lo expliqué.— ¿Por qué te sientes tan importante, Felipe? ¿Quieres hacer entender que yo no tengo una vida? Incluso crees que mi vida está centrada en ti.La discusión había llamado la atención de las personas que estaban allí presentes.— ¡Dios mío! —murmuró Daniela—. De nuevo estoy en medio de e
Capítulo 102 ¿Puedes entenderme?Felipe había vivido treinta y cinco años, estaba casi cerca de los 36 años y hasta hace poco era un hombre decidido, firme. Sin embargo, en este momento, se sentía nervioso.Pensó que el tiempo que trascurrió para la llegada del ascensor a la planta baja le daría una idea de cómo comenzar a explicarse.¿Le diría que nunca tuvo intención de ocultarle la verdad?No, eso no era cierto; después de conocerla, esa fue siempre tuvo su intención.Tal vez podría decirle que nunca quiso que los niños vivieran en la miseria o que ella tuviera que trabajar de sirvienta en su casa mientras él omitía la información de que los niños eran herederos de su padre.No. Tampoco podía decir eso. eso se le ocurrió casi inmediatamente después de conocerla.—Daniela, escucha… —comenzó a decir, pero ella ya estaba frente a la puerta del ascensor…Sus pensamientos fueron interrumpidos al ver el rostro de Daniela encendido de rabia, ella presionó el botón varias veces para llamar