Bajamos las escaleras dando tumbos en vez de pisar como personas normales porque estamos más dormidos que despiertos. Aria nos llamó hace media hora para desayunar mientras abrimos los regalos. Al llegar a la sala nos encontramos a todos sentados alrededor de una mesa pequeña repleta de cosas dulces y tazas humeantes con delicioso aroma.
Por algunos minutos saludamos a todos, pero no preguntamos ni ellos nos dicen qué fue de Ansel y su familia. Confío en que eso se resolvió de la mejor manera. Reconciliarse con uno mismo es más complicado que buscar la paz con otra persona.
Cuando nos sentamos en la alfombra Darlene deja una bandeja de galletas recién horneadas al lado de dos tazas de chocolate, puestas en una gran bandeja de cristal.
—Muy bien, hora de abrir regalos—. Emerson extrae una caja mediana de entre el montón que hay debajo del árbol de navidad y se la entrega a Ari
Observo mi habitación sin las cosas que han estado en el mismo lugar por pocos años, pero que fueron mías y no tuve que estar pendiente por si alguien entraba a robarlas; utilizaban este sitio como depósito de chaquetas; habitación de hotel o cosas peores. Fue mi cueva en esta casa. Un refugio que necesité en los días más complicados de mi vida.Este cuarto siempre será mío, pero ya no tendrá el mismo fin que le di cuando me mudé a la casa de Brody. Es decir, es un paso más en lo que se llama avanzar en la vida: dejar el cómodo cuarto de adolescente donde me recuperaba del descontrol del mundo y de mi propio cóctel emocional. Seguirá siendo un sitio en el que puedo quedarme a dormir hasta que tenga que irme nuevamente, pero mi vida completa estará en otro lugar.En la noche que hablé con Brody sobre mi partida a Manhattan guardé silencio
Nuestro hogar está en el centro de la ciudad, cerca de las maravillas de Manhattan, por lo que el tráfico será un pequeño problema con el que lidiar. Elegimos esta ubicación de tres disponibles porque nos quedaba cómodo a ambos. Liam puede caminar hasta su escuela y yo usaré el auto para ir al instituto que queda a una hora de aquí. Los otros apartamentos que Margot nos dio como opción estaban muy lejos del instituto de Liam o a un día del CIA, incluso llegué a considerar que tendría que vivir en el campus y mi novio en un apartamento que compartiríamos los fines de semana u días en los que pudiera escapar un rato, pero al final vimos la luz en el camino. Como cereza de pastel, Irina y Evan, su novio, están dos calles más debajo de donde viviremos nosotros. Ellos estudian en universidades prestigiosas aquí en Manhattan porque son dos malditos genios que no tuvieron que mover un dedo para aplicar y en solo un año barrieron, aniquilaron, aplastaron, la competencia en sus respe
Esta historia está lejos de ser perfecta, primero porque ha mutado a lo largo de los años hasta ser esto que van a leer ahora, también porque sigue mutando y estoy segura de que si algunos se animan a volverla a leer luego de un tiempo notarán más cambios en ella; pero de todos modos la subo porque pienso que hasta aquí y después de cuatro correcciones totales, está bien y a mí me encanta leerla.Espero que la disfruten porque mi único objetivo con esta historia es hacer sentir bien y alejado de la realidad a cualquiera que se anime a leer un capítulo.Hay otros libros que pueden ser tan realistas como estar viviéndolo y viendo lo que pasa con tus propios ojos, pero este no es uno de esos y esa es la magia que te atrapa hasta que te das cuenta que le&iac
Desde los primeros días en mi nueva escuela he observado las maniobras que los hermanos Sídorov utilizan para atormentar a los demás estudiantes. A los nuevos, sobre todo, la raza que deben domesticar para que su reinado no se vea amenazado por ningún estúpido de doble moral que desee acabar con el mal en la escuela. Hice todo lo posible para seguir sus pasos, pero ni siquiera cruzar miradas con ellos. Debía retrasar mi bienvenida aquí. Aunque en eso no tenía elección de todos modos, traté de convencerme a mí mismo de lucir lo bastante débil y estúpido para hacerles ver que tratar conmigo era una pérdida de tiempo, pero el plan se vino abajo cuando no pude dejar de lado mi orgullo y llorar como bebé por cualquier comentario malvado o amenaza. Los Sídorov querían que suplicara piedad y me retorciera como una babosa rociada con sal. Disfrutaron de treinta minutos dándomegolpesinexpertosybombardeosde cualquier porquería que hallaran en el m
—¡Chico malo! ¿Cuál es la prisa? —preguntaClover mientras acomoda el moño alto que lleva hoy. Hago entrar como sea en mi mochila los libros que estuve leyendo para responder algunas preguntas de la tarea.—A mi casa. Que tengas buenas noches y vengan pocos freaks desvelados—Diviértete, niño malo, en lo que sea que estés metido.Escucho su risa antes de cerrar la puerta.Todavía no entiendo por qué piensa que soy un chico malo solo por usar ropa de colores aburridos todos los días. No es una cuestión de actitud, más bien es comodidad.Me detengo a unos metros del surtidor de gasolina, pestañeando un par de veces porque acabo de recordar que no pedí el número de teléfono del principito.Bueno, acordamos encontrarnos en una hora determinada, no creo que haya problemas
Corro lo más rápido que puedo por los pasillos de la escuela. Apenas salí de mi última clase los simios estaban esperando por mí y ni siquiera hubo una palabra de advertencia, me bastó con ver sus rostros sonrientes para saber que de aquí no me iba sin una golpiza. Con lo mucho que me hubiera gustado patearles el culo, tuve que huir. Si comienzo a pelear lo único que conseguiré es ser expulsado junto con ellos.Por desgracia, en medio de mi escape, Liam me ve y se convierte en uno más de los persecutores, solo que a este sí le doy oportunidad para alcanzarme.—¡Mason! ¡¿Por qué no solo intentamos defendernos?!—¡A ti no te persiguen! —Por mirarlo un momento casi caigo al suelo —¡Ve a tu auto, idiota!Doblo por un pasillo que da hacia una puerta de salida por donde puedo escapar a la calle. Al intentar salir, maldigo po
Al salir del trabajo apenas dieron las dos de la tarde. Clover curioseó tanto como pudo hasta que le dije desde la puerta que iba a ver a mi terapeuta. Al instante dejó de preguntar y volvió a sus quehaceres en la tienda porque, como todos los que escuchan esa palabra, se impresionó hasta tragarse la lengua. Creo que ella pensaba que yo era de esos chicos que arreglan sus problemas echándoselos a los demás.Las sesiones, a pesar de no ser tan seguidas como antes, me ayudan a no volverme loco en vez de tratarme porque lo estoy. Antes no creía que alguien fuera capaz de estudiar para entender las miserias mentales de los demás. Esa fue una de las razones por las que me costó tanto poner un pie en el consultorio de la doctora Payne. Otra razón, tal vez la menos importante, es que al principio no me ilusionaba con la idea de que alguien pudiera acomodar con éxito una cabeza llena de pensamientos y recuer
Luego de revolcarnos en el césped, acabamos intentando salir de una llave mortal en la que nos envolvimos por tratar de vencer al otro. Por suerte solo dura cinco minutos el enredo y al final los dos estamos tosiendo en un costado, además de agarrar nuestros cuellos y casi arrastrarnos como esclavos por agua.Volteo hacia el principito que parece querer fusionarse con el césped.—Eso fue increíble —murmuro.—Liberador, pero realmente te metes en el papel, ¿eh?De repente lo veo frotarse un lado de su hombro.—¿Te lastimé? —pregunto, acercándome—. Lo siento, hace mucho que no hago esto y no solía ser muy amable.Liam detiene mi mano.—Está bien. Hice un mal movimiento al caer, nada más.Me aparto cuando noto que estamos demasiado cerca e intento levantarme para sacudir mi ropa.—¿Podrá