Capítulo 25 —Se supone que no se vieronNarrador:Sus cuerpos seguían entrelazados, con la respiración agitada y el corazón desbocado. El silencio del pequeño cuarto parecía amplificar cada exhalación, cada gemido ahogado, cada estremecimiento que aún vibraba en el aire. El olor a se*xo, a urgencia, a deseo contenido demasiado tiempo, flotaba como una evidencia que ninguno podía negar.Desirée tenía la espalda apoyada en la mesa, las piernas aún rodeando su cintura, el rostro oculto en su cuello. Cédric mantenía las manos apoyadas a cada lado de su cuerpo, el pecho subiendo y bajando con fuerza. Se habían comido vivos y ahora venía lo inevitable.Ella bajó lentamente las piernas, tocó el suelo con los tacones y, sin mirarlo, murmuró con la voz aún temblorosa:—Esto está mal. —Él no dijo nada. Solo la observó. Desirée levantó la mirada y sus ojos eran fuego y culpa. —Eres mi padrastro, Cédric.—Mier*da, Desirée, no tengo nada con tu madre. —contestó él, despacio, con la voz grave —Te l
Leer más