MILENAMiraba mi rostro en el espejo y no entendía bien, lo que me pasaba, pero en mi interior estaba demasiado nerviosa, no entiendo del porqué mi corazón se agitaba al ver a ese hombre. Era como si lo conociera de antes, como si hubiera compartido algo con él. Ayer al verlo, senti un cosquilleo inexplicable, el cual recorría mi piel, mi mente se llenaba de interrogantes sin respuestas claras. ¿Acaso nos conocíamos de antes, será que habíamos cruzado palabras alguna vez?Niego soltando el aire estancado en mi interior.Mientras me preparaba para irme a su casa para trabajar como niñera, recordaba las palabras reconfortantes de mi abuela, esa mujer sabia y fuerte que siempre había sido mi sostén. Ella me había contado que aquel hombre, Derek, era un hombre tranquilo, trabajador y de familia, conocido por su bondad y compromiso. Ella me comentó que el señor, Derek tenía dos pequeños hijos, y aunque uno de ellos era un poco travieso, siempre lograba arrancar una sonrisa con su inocente
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