"Catalina, voy a entrar", me grita desde la puerta. Nos separamos, y ella se aleja, mirando hacia la ventana. "Estoy bien", respondo un poco agitada. "Cuenta hasta 10, hasta en casa se escuchó el golpeteo", me dice. "Dame unos minutos", pido, no me responde, así que supongo que me los concede. "Perdón por eso, Isabela es algo melodramática", le digo mirando la ventana junto a ella."Estabas por... hum..." No sé que responder, no sé como explicarlo ni como detenerlo, y en este momento realmente estoy saltando de felicidad. "Si me abrazas, ¿igual te pasaría?" me pregunta, y yo, sin responder, me posiciono detrás de ella y cruzo mis brazos, posicionando mis manos en su vientre."Tengo que intentarlo para saber la respuesta", le digo muy cerca de su oído. Su cuerpo se amolda tan bien entre mis brazos, es maravilloso sentir su aroma y escuchar sus latidos. 9... 8.
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