121. EL MIEDO DE ISIS
Para desconcierto del Alfa Supremo, Isis comenzó a llorar nuevamente de forma desconsolada. Se separó un poco de él, sin dejar de tocarlo, demostrando el gran miedo que sentía a que el Alfa desapareciera de pronto y la dejara sola con aquella terrible pesadilla. En ese momento, él veía a su Luna como una niña indefensa y asustada, y deseaba protegerla. — Verás, señor Alfa —inició Isis, visiblemente confundida y atormentada—. ¡Toda mi vida la viví como humana! ¡Nunca, ni en mis más remotas fantasías, me imaginé que era un ser sobrenatural, y mucho menos una loba! ¡El único animal al que temo! Se detuvo, como si intentara encontrar las palabras adecuadas antes de continuar, como si esa verdad fuera demasiado pesada para ella. Suspira, soltando un sollozo al mismo tiempo. — No es que no pueda llegar a aceptarlo algún día, ¿sabe? —dijo, como una chiquilla soplándose los mocos. El Alfa pensó que su Luna era adorable y le acarició con cariño la cabeza con su enorme mano, lo que hiz
Leer más