Emil.-Seguí con la mirada a Nadia, apenas vi que Desmond la protegía me relajé, del otro lado observé a Lina en su misión, no solo la contraté como dama de compañía de mi mariposa, es astuta, intuitiva, confiada y con un poder de persuasión que no suele tener todo el mundo.Es por eso que le ordené acercarse a uno de los miembros de la triada, el húngaro Atila, me apoya, pero solo lo hace porque los otros dos son más fuertes que él, sé que no le genero confianza del todo y eso no me conviene, basta con que un solo eslabón así sea el más débil caiga para que mi fortaleza se tambalee.Veo como Lina sonríe de manera coqueta, por suerte Desmond no está cerca, aunque sabe que no debe reaccionar.— Pensé que tu esposa no te soltaría en toda la noche –escucho el acento árabe a mi espalda.— Ahmed ¿disfrutas la fiesta? ¿buscas a tu quinta esposa? –mi mirada sigue enfocada en Lina.— No hay material aunque, la chica con el vestido azul es interesante, pero sería un grano en el culo, tú sabes
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