LAURAEl auto se detuvo frente a la casa de Bryan, y suspiré pesadamente. El trayecto había sido un torbellino de emociones, pero ahora venía la parte más difícil: sacarlo de allí sin caer en el abismo de nuestros recuerdos.Me estacioné lo más cerca de la puerta y bajé rápidamente. Rodeé el auto y abrí la puerta del copiloto.—Bryan, despierta —dije, dándole un suave empujón en el hombro.Él gruñó algo, apenas consciente, pero cuando intenté ayudarlo a levantarse, de repente sentí sus brazos rodearme con fuerza. En un instante, me atrajo hacia él, su cuerpo aún pesado por el alcohol, y antes de que pudiera reaccionar, sus labios encontraron los míos.Intenté apartarme, pero su agarre era firme, desesperado.—Bryan, basta —murmuré contra sus labios, empujándolo con suavidad.—No… —susurró, con su aliento tibio impregnado de whisky—. Solo un momento más, Laura… solo déjame recordarlo.Con esfuerzo logré zafarme, y lo ayudé a salir del auto. Tropezó un poco, y tuve que sujetarlo para ev
Leer más