Todos los capítulos de REINA DE REYES. La historia de una villana: Capítulo 151 - Capítulo 160
261 chapters
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 18. Quién para juzgar
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 18. Quién para juzgarNo puedo evitarlo, y lo peor es que es algo que jamás había sentido por ningún hombre. El simple susurro de sus labios me eriza la piel. Christian St Jhon tiene algo que…—No digas nada —le advierto porque acabo de provocarlo y ya tengo miedo de que me responda.—Ni siquiera he abierto la boca —me dice con tono inocente.—Pero lo ibas a hacer —le digo y veo que me mira de arriba abajo, y la contradicción es que aunque espero lujuria, todo lo que hay en sus ojos es admiración.—Eres hermosa —dice sonriendo de lado—. Eres la criatura más hermosa y más letal que he conocido.Levanto una ceja y me apoyo en su mano cuando me lo ofrece.—Oye, no vayas diciendo eso por ahí. La gente puede hacerse ideas equivocadas —le reclamo y mi aliento se corta mientras tira de mí hacia él.—“De mujer… pues puede ser /que mueras de su mordida, /pero no empañes tu vida /diciendo mal de mujer” —recita con descaro y mis dientes van a su cuello, arrancándole un su
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 19. Una representante médica
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 19. Una representante médicaLlego a casa y me dejo caer en el sofá, sin siquiera encender las luces; la oscuridad siempre me ha parecido reconfortante. Cierro los ojos y respiro hondo.Me repito a mí misma que está bien, que no debería importarme que Christian no quiera verme más."Tú no esperas nada de los hombres", me digo y lo cierto es que, no. No tengo expectativas de nadie.No debo tenerlas.Si las personas que más debían amarme en el mundo me fallaron, ¿cómo puedo creer que no me fallará un extraño? He sido estúpida al hacerme ilusiones de que Christian sería diferente, que sería el que finalmente me tratara como… como algo más que una jodida opción.Pero Christian no es diferente.Me quito los zapatos, el vestido que aún llevo puesto desde la gala, y me dirijo al baño. El agua caliente cae sobre mi piel, pero no alivia la sensación de vacío en mi pecho. Ya debería estar acostumbrada ella y me molesta que no sea así.Me convenzo a mí misma de que lo qu
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 20. Alma
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 20. AlmaChristian no se mueve de mi lado el resto de la noche, pero cuando amanece, insiste en que coma algo y me lleva a la cafetería del hospital.Estoy en piloto automático y todo me parece borroso. Ruby y Regina son todo lo que tengo en mi vida, no puedo perder a ninguna de las dos, así que esto me está afectando más de lo que cualquiera podría imaginar.Solo alcanzo a escuchar la voz de Christian de fondo, hablándome con suavidad, como si temiera que me rompiera en cualquier momento. Me sienta en una silla mientras va por un café y entonces, de repente, escucho una vocecita infantil.—Señora, se le cayó esto.Levanto la vista para ver a una niña de cabello rubio ondulado y ojos oscuros, que sostiene algo que se ha caído de mi bolso.Siento que la sangre se me hiela en las venas cuando la veo y mi rostro se desencaja sin que pueda evitarlo.—¡¿Qué haces aquí?! —pregunto alcanzando sus manos y mirándola de arriba abajo—. ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? ¿Por qué
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 21. Una madre y su hija
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 21. Una madre y su hijaLloro porque lo necesito, porque si no lo hago siento que voy a morirme de una vez. He tenido este dolor atorado por tantos años que ya no sé cómo calmarlo, como si me hubiera hecho resistente al alivio. Pero ella estuvo aquí, me vio, me habló… y yo sigo viéndola como si tuviera todavía tres meses y me la estuvieran arrancando los brazos.Christian me envuelve en un abrazo apretado y me deja llorar, no sé cuánto tiempo, solo que para cuando volvemos adentro mi cuerpo se siente como si estuviera en inercia: existiendo porque debe.Esperamos dos horas más para que nos den un nuevo reporte de Ruby, Regina y Viggo ya están aquí de nuevo y por suerte los resultados son mejores que la última vez.Dejo a todos conversando sobre el alivio que representa esto, y espero a que estén ocupados para escabullirme de la salita de espera.No puedo evitarlo, mis pasos se dirigen al ala de oncología del hospital, y busco con la mirada en casa pequeña habi
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 22. La mejor madre del mundo
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 22. La mejor madre del mundoEstoy sentada en el sillón junto a Christian, con el vaso de whisky que ha puesto entre mis manos. No me gustan este tipo de conversaciones, las que nos llevan a territorios que preferiría dejar olvidados, pero algo en su mirada me hace sentir que ya no hay vuelta atrás; como si me estuviera obligando a abrir una caja que ni siquiera yo me atreví a tocar en años.—¿Cómo te diste cuenta? —le pregunto, aunque ya sé que la respuesta no va a ser sencilla.Christian deja el vaso sobre la mesa de vidrio con una suavidad extraña, como si no quisiera romper algo. Después me mira, y sus ojos parecen profundos, demasiado analíticos.—Mi éxito depende de eso, Verónica —responde, como si fuera lo más obvio del mundo—. Dependo de poder evaluar a las personas y soy bastante bueno leyendo entre líneas.Su tono es serio, casi desapasionado, pero lo que dice tiene sentido. Tiene mucho sentido.—Una mujer fría y dura como tú no se pondría mal por ve
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 23. Lo tomas o lo dejas
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 23. Lo tomas o lo dejasChristian me observa, sus ojos profundos están clavados en mí, buscando algo que yo no quiero ofrecer. Su pregunta flota en el aire, como un peso que no puedo soltar, pero entiendo que necesita llevar su curiosidad hasta el final.—¿Idris Kane… es el padre de Alma? —me increpa y no sé por qué me sorprende, si ya sabía que tarde o temprano llegaría a esa pregunta.Me acostumbré a las especulaciones sobre él desde la universidad. Fue mi mentor, mi maestro, mi amigo, el hombre que me ayudó a encontrara mi hija… pero para el resto del mundo era emérito profesor del que era la amante.—Ojalá —respondo sin pensar, y es la verdad. Si Kane hubiera sido el padre de Alma, todo habría sido diferente.Christian frunce el ceño, y una sombra de duda cruza su rostro.—Idris Kane es un hombre casado —me recuerda, como si yo no supiera lo obvio, y me imagino que por su mente pasan las mismas especulaciones que por la del resto del mundo que nos ha visto
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 24. Un momento para recordar
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 24. Un momento para recordarLa tensión entre nosotros estalla como un relámpago en la oscuridad. No hay espacio para la duda ni para el miedo, solo para este deseo que pareciera que llevamos conteniendo durante años y no durante días. Su aliento choca contra mi piel mientras nuestras bocas se encuentran en un beso hambriento, feroz, cargado de todo lo que nunca decimos.Sus manos recorren mi cuerpo con urgencia, con una necesidad desesperada, hasta que chocan con las mías.—Espera… —susurro mientras desliza el albornoz sobre mis hombros, desnudándome hasta que sus labios rozan mis pechos.La corriente que me recorre es insoportable, y cuando sus dientes se cierran sobre uno de los pezones no puedo evitar el gemido desesperado. Chupa, muerde, tironea arrancándome un grito y distrayéndome del simple hecho de que acaba de romperme las bragas encima. Saca de un tirón el encaje negro por detrás, rozando violentamente sobre mi clítoris y haciendo que me aferre a él
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 25. Una llamada inesperada
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 25. Una llamada inesperadaDespierto y me encuentro mirando al techo, mi mente aún está nublada por los restos de sueño. El sol ya está alto, pero la habitación sigue envuelta en una penumbra tranquila. Lentamente, giro la cabeza y ahí está: Christian, recostado en el sillón, mirándome.Algo en él ha cambiado en las últimas horas, como si viera algo en mí, algo más allá de lo que dejo que otros perciban. Y aunque trate de ocultarlo, no me resulta fácil. A veces, el peso de lo que soy se hace tan duro que no puedo soportarlo, pero él... él parece que lo está entendiendo.Se levanta, gatea sobre la cama y deja un beso en mis labios, un beso suave y con un poco de ternura.—Vamos a comer algo —dice rozando la nariz con mi mejilla—. Tu trabajo es cuidar de Ruby y mi trabajo es que tengas las fuerzas suficientes para hacerlo.Asiento en silencio y la verdad es que lo necesito, porque los días que siguen con Ruby en el hospital se sienten como una eternidad. La tens
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 26. Madres.
CAPÍTULO 26. REINA DEL ODIO. Madres.Estoy sentada frente a Mildred, observándola como si quisiera leerle la mente, como si pudiera hacer que todo eso desapareciera, como si pudiera quitarle el dolor y la incertidumbre de encima. Pero sé que no puedo, porque la opción sería decirle que soy la madre biológica de Alma y sé cómo se sentiría, como si yo fuera un buitre que solo estoy esperando su muerte, aunque la verdad sea totalmente distinta.—¿No tienes más familia que pueda acoger a Alma? —le pregunto aunque ya sé la respuesta, pero no puedo dejar que ella se de cuenta de que estoy al tanto de cada detalle de su vida.Mildred suspira profundamente, se pasa una mano por el cabello y agacha la cabeza antes de responderme.—Mis padres son muy mayores, Verónica. No podrían hacerse cargo de Alma. Y mis primas… tienen demasiados hijos, demasiados problemas. No sé qué voy a hacer si las cosas no salen bien.—Siempre hay una solución, Mildred —le digo con firmeza, tratando de calmarla, de dar
Leer más
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 27. El dragón y la espada
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 27. El dragón y la espadaMildred mira el libro con un puchero emocionado y lo pone en la mesita junto a ella.—Espero poder terminarlo antes de empezar a trabajar, de lo contrario ya no va a darme tiempo —dice con un suspiro y yo frunzo el ceño porque pensé que tenía licencia de su trabajo o algo así.—¿Y en qué vas a trabajar? —le pregunto como si no estuviera enterada y me doy cuenta de repente de que de verdad lo estoy.Ella no responde de inmediato, como si estuviera buscando la respuesta correcta, pero finalmente dice con voz baja:—En lo que pueda. Me mandaron una carta de terminación en mi antiguo trabajo y no puedo culparlos, he faltado demasiado.—¿Pero el seguro no cubre…? —intento preguntar porque sé que puse suficiente dinero para que se lo den.—Sí, cubre que esté sin trabajo… pero ese dinero es para Alma —sentencia con firmeza—. No sé lo que pueda pasar, así que tengo que seguir generando para ella.Esas palabras me provocan un calor especial en
Leer más
Escanea el código para leer en la APP