CAPITULO 100. La madre de mi hija
CAPITULO 100. La madre de mi hijaAlejandra sentía que todo le dolía, especialmente la cabeza. A su alrededor había muchas voces, pero de todas ellas su cerebro solo podía distinguir una que tiraba de su conciencia hacia la realidad."Tienes que despertarte, amor"."Te extraño mucho"."Mar necesita a su mamá, tienes que despertarte, nena"."Por favor, Ale, quédate conmigo, despierta".La temperatura del cuarto estaba fría, sentía el tubo helado a través de su garganta, pero había un espacio suave y cálido sobre su mano, y esa era la mano de Scott, lo supo en cuanto abrió los ojos y lo vio allí, con la mejilla pegada a su mano y los ojos cerrados por el cansancio.Apenas movió los dedos cuando él abrió los ojos, asustado, y la sonrisa se dibujó en sus labios.—Hola, nena... —murmuró despejando su rostro con delicadeza después de apretar el botón para llamar a la enfermera.Enseguida se asomó una y luego salió corriendo a llamar al doctor.Sebastian había ido a cambiarse de ropa y Scott
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