Capítulo 45. Entre la cercanía y la desconfianza.
Los días continuaron pasando y, aunque el miedo seguía anclado en el pecho de Belinda, poco a poco comenzó a acostumbrarse a la nueva rutina dentro de la mansión de Fabio.Él no forzaba su presencia, pero estaba ahí. Siempre cerca, atento, asegurándose de que no le faltara nada.La convivencia entre ellos era menos tensa que antes. Ya no discutían por cualquier cosa. Fabio había aprendido a no insistir demasiado, a respetar sus silencios, a mantenerse presente sin invadirla y a esperar el momento justo.A veces, cuando Belinda se quedaba dormida en la sala, él la cubría con una manta y apagaba las luces con sumo cuidado. Otras veces, cuando ella pasaba demasiado tiempo sin comer, aparecía con una bandeja con su comida favorita, dejándola en la mesa sin decir nada.Pequeños gestos.Gestos que ella notaba.Y aunque su corazón aún no estaba listo para confiar en él de nuevo, su instinto le decía que Fabio estaba intentando, de verdad, demostrarle que había cambiado.Esa tarde, Belinda es
Leer más