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Todos los capítulos de Atrapado en mi Karma: Capítulo 21 - Capítulo 25
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CAPÍTULO 21: UN SEGUNDO BASTA
Punto de vista de Derian: El aire de la tarde se siente pesado cuando finalmente termina la clase de francés. Mis pensamientos están hechos un desastre, cada palabra que escuché en la clase se ha desvanecido en el fondo de mi mente, dejando solo una imagen clara y nítida: Lina y Dan juntos. Me apresuro a salir del aula, pero algo me detiene en seco. A pocos metros de distancia, en un rincón más apartado del pasillo, veo a Dan inclinado sobre otra chica. Su sonrisa es encantadora, su postura relajada, su mirada juguetona. Coquetea con ella, deslizando un dedo por su brazo, provocándola con palabras suaves que no alcanzo a escuchar, pero que sin duda están diseñadas para hacerla sonrojar. Y lo logra. La chica ríe tímidamente, desviando la mirada con una mezcla de vergüenza y emoción. La sangre me hierve. No puedo creerlo. No puede ser tan descarado. Hace solo unos días besó a Lina, y ahora está aquí, como si nada, con otra. Aprieto los puños con tanta fuerza que mis uñas se clavan e
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CAPÍTULO 22: EL PESO DEL DOLOR.
Punto de vista de Lina: El murmullo de la ciudad se ve interrumpido por un grito desgarrador. Una mujer en la acera, con los ojos muy abiertos y las manos cubriéndose la boca, señala con desesperación el cuerpo tendido en el pavimento. —¡Dios mío! ¡Alguien llame a una ambulancia! El sonido de las sirenas y el bullicio del tráfico parecen desvanecerse cuando Lina escucha los gritos. Su corazón se detiene por un segundo y, sin saber por qué, un escalofrío la recorre. Se gira lentamente, su mirada recorriendo la calle hasta que finalmente lo ve. Allí, en medio de la carretera mojada por la lluvia, está él. —¡Derian!— Su voz se rompe al gritar su nombre. Su cuerpo reacciona antes que su mente. Las piernas le tiemblan mientras corre hacia él, sintiendo el pánico adueñarse de su pecho. Su respiración se vuelve errática, el aire apenas entra en sus pulmones. El sonido del agua salpicando bajo sus pies, el murmullo de la gente alrededor, todo se siente lejano. Cuando llega a su lado, s
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CAPÍTULO 23: ENCUENTROS....
El hospital estaba en silencio, pero para Lina, todo era un torbellino de emociones. Sentada en una de las frías sillas de la sala de espera, sentía sus piernas temblar y el peso del cansancio acumulado. La imagen de Derian, tendido en el suelo, con la sangre manchando el pavimento, seguía repitiéndose en su mente como una pesadilla de la que no podía despertar. Apretó las manos sobre su regazo, intentando calmar su respiración. Sabía que la cirugía había sido un éxito, pero eso no quitaba el miedo que se aferraba a su pecho. ¿Y si no despertaba? ¿Y si su vida no volvía a ser la misma después de esto? Fue entonces cuando sintió una presencia junto a ella. Un perfume elegante, un aura cálida. Lina levantó la vista y vio a una mujer de porte distinguido, con el cabello recogido en un moño impecable. Sus ojos, de un tono familiar, la observaban con una mezcla de compasión y curiosidad. —¿Te encuentras bien? Lina parpadeó varias veces antes de darse cuenta de que la mujer le estab
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CAPÍTULO 24: ECOS DEL PASADO.
El aire en la residencia Montenegro era denso, cargado de pensamientos y recuerdos. Isabela Montenegro caminaba por el amplio salón con un leve fruncimiento en el ceño, aún con la sensación inquietante que la había acompañado desde el hospital. La joven que había encontrado allí, Lina… Había algo en ella que le resultaba insoportablemente familiar. Se detuvo frente a la gran ventana que daba al jardín, con las manos cruzadas sobre su regazo. Sus pensamientos eran un torbellino, su corazón, aunque siempre tan templado, latía con un ritmo diferente. —Fred, Ven aquí por favor, rápido. Su voz, serena pero firme, llamó a su asistente, quien apareció casi de inmediato. Fred era un hombre de mediana edad, de apariencia pulcra y movimientos precisos, leal a la familia Montenegro desde hacía años. —Averigua todo lo que puedas sobre Lina, la chica que conocí en el hospital. —ordenó sin rodeos. Fred la miró con leve sorpresa, pero su profesionalismo lo hizo asentir sin cuestionar. —¿Algo
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CAPÍTULO 25: TABLERO DE AJEDREZ
Dan nunca dejaba nada al azar. Su vida estaba construida sobre el control, la estrategia y la manipulación. En su mundo, los sentimientos eran una debilidad y los errores costaban demasiado caros. Por eso, cuando se enteró de que Isabela Montenegro había hablado con Lina, sabía que ella comenzaría a investigar a Lina, supo que debía actuar de inmediato. Estaba en su despacho privado, un lujoso estudio con paredes de madera oscura y una vista privilegiada de la ciudad. Frente a él, un hombre trajeado esperaba instrucciones. —¿Fred sigue husmeando? —preguntó Dan, encendiendo un cigarro con calma. —Sí, señor. Ha intentado acceder a registros antiguos, pero hemos bloqueado la mayoría de sus intentos. Dan sonrió con frialdad. Sabía que Fred era eficiente, pero también sabía que todo hombre tenía un límite. —Hazle saber que está perdiendo el tiempo. Si insiste… hazle entender de otra forma. El hombre asintió y salió sin hacer preguntas. Dan exhaló el humo con tranquilidad, pero su m
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