PUNTO DE VISTA DE LINA: Sentía como alguien me seguía, cuando de repente alguien me jalo del brazo y me encerró en un cuarto de limpieza del hospital, al alzar la mirada me doy cuenta que es Derian. Al tratar de hablar cubrió mi boca con su mano, mientras el escuchaba atravez de la puerta. Su perfil era atractivo pero sé que estaba preocupado. /Se escucha un teclado:/ -Señor, tenemos un problema... (Silencio) Lina nos descubrio... /Se escuchan unos pasos alejarse/ Derian me miro y me miro por completo. -Lina, ¿Estás bien? Asiento con la cabeza mientras lo miro directamente a los ojos. -Si, Derian.... Pero.... ¿Qué haces aquí? Deberías de estar en la cama. -Así es Lina pero.. Exclamo Derian. -Sé me hace raro que mis padres no hayan venido desde el primer día que me paso ese "accidente" y se hayan ido antes que despertara. -Espera, ¿Estás sospechando de mi? -No Lina, pero tu le avisaste a Dan de mi salud, el debió decirles a mis padres que paso, per
PUNTO DE VISTA DE DAN Desde el momento en que entré en la habitación de Derian, supe que algo estaba mal. Su reacción fue demasiado calculada, su expresión demasiado ensayada. Me miró con los ojos entrecerrados, como si tratara de encontrar la manera correcta de responderme. "Ahh, eres tú... Dan. ¿Qué pasó? Mi mente está en blanco", dijo con un tono pausado. ¿Mente en blanco? No lo creí ni por un segundo. Me acerqué, manteniendo mi máscara de preocupación. —Derian... ¿No recuerdas nada? Asintió lentamente. —Así es Dan, no sé qué pasó ni qué hago aquí... Su actuación era buena, pero no lo suficiente para engañarme. —Tuviste un accidente —expliqué, dándole espacio para tropezar con su mentira—. Te atropellaron y, afortunadamente, Lina llamó a la ambulancia y... —¿Qué? ¿Quién? ¿De qué hablas? —interrumpió, como si ni siquiera recordara a Lina. Pausa perfecta. Demasiado perfecta. Me incliné levemente hacia él, estudiando cada pequeño detalle: su respiración, la tensión en sus
PUNTO DE VISTA DE DANLa duda seguía acechándome, pero con cada interacción con Derian, esa sensación se debilitaba.No había titubeos, no había señales ocultas. Si estaba fingiendo, entonces era la mejor actuación que había visto en mi vida.Y si realmente no recordaba...Eso cambiaba todo.Lina había salido corriendo de la habitación después del intercambio con Derian. En otro momento, me habría quedado para analizar más a mi "hermano", pero algo en la manera en que Lina reaccionó me dejó inquieto.La encontré en el pasillo, apoyada contra la pared, con los ojos fijos en el suelo.—Lina...Ella levantó la mirada y, sin previo aviso, se lanzó a mis brazos.Me tomó por sorpresa. Sus temblores eran leves, pero los sentí contra mi pecho.—¿Por qué... por qué dijo eso? —su voz era un susurro.Mi instinto me decía que la apartara. Lina no era alguien a quien podía confiarle nada, y menos ahora que tenía ciertas sospechas sobre ella. Pero... si realmente creía que Derian había olvidado tod
PUNTO DE VISTA LINA Al llegar a mi casa, antes de bajar del automóvil de Dan, lo miré por intuición. Sus ojos aceitunados se clavaron en los míos, intensos, analíticos. Sonreí levemente, como si estuviera nerviosa, insegura. —Gracias por traerme a casa, Dan. Me hiciste un gran favor de nuevo. Dejé que mi voz sonara dulce, con una leve vacilación, y luego me incliné hacia él, acariciando su mejilla suavemente antes de darle un beso tierno. Lo sentí tensarse al principio; en su rostro apareció un destello de sorpresa… y preocupación. —Di… discúlpame, Dan… Yo… yo solo… Bajé la mirada, fingiendo que estaba avergonzada, que ese beso había sido un impulso torpe. Quería que creyera que estaba perdida, que lo necesitaba. Dan me miró en silencio por un segundo eterno. Luego suspiró y dejó de estar tenso. Sus manos fuertes se posaron en mis hombros y, antes de que pudiera reaccionar, me besó. Pero esta vez no fue un beso tierno. Fue desesperado, hambriento, como si temiera perderme. Sen
PUNTO DE VISTA DE DERIAN: El sonido constante del monitor cardíaco era una molestia con la que había aprendido a lidiar. El hospital tenía un olor a desinfectante que me resultaba insoportable, pero al menos me daba tiempo para pensar. Pensar en Lina. En lo que estábamos haciendo. En Dan. No sabía qué era peor: el dolor físico o el tener que fingir frente a él. Cada vez que lo veía, quería mirarlo a los ojos y hacerle pagar. Pero no podía. No todavía. El plan seguía en marcha. Escuché murmullos afuera de la habitación. Presté atención. —Lina, vamos, entra conmigo. Es..... ¿Dan? —No, Dan… Prefiero esperar afuera. No quiero que Derian se altere. Respondió Lina con voz suave, aunque sabía que era parte del plan. —No se va a alterar. Vamos juntos. —No. Su negativa fue firme, pero controlada. Dan suspiró. —Bien. Espérame aquí. Segundos después, la puerta se abrió. Dan entró primero, pero no estaba solo. Detrás de él, nuestros padres. —Derian… La voz de mi
PUNTO DE VISTA DE DAN: Verlos irse fue un alivio. Mi madre me abrazó con demasiada fuerza antes de partir, susurrándome que cuidara de mi hermano y que no olvidara cuánto nos amaba. Mi padre, por otro lado, fue más práctico: me entregó las llaves de la casa con una simple indicación: "Encárgate de todo hasta que regresemos". Encargarme de todo… No podía haberme dejado una tarea mejor. Me quedé de pie en la habitación, dándole la espalda a Derian mientras observaba la puerta del hospital cerrarse tras mis padres. Respiré hondo, disfrutando por un instante la sensación de control. Tenía el poder absoluto en mis manos, y Derian… bueno, él estaba donde debía estar: débil, vulnerable, dependiendo de mí. Era el momento perfecto para ponerlo a prueba. Pero entonces recordé que Lina estaba afuera, esperando. No podía permitirme un error ahora. No cuando ella aún me miraba con esa mezcla de duda y esperanza. No cuando todavía podía aferrarme a la imagen del hombre comprensivo y amabl
PUNTO DE VISTA DE LINA: Sus manos sujetaban las mías con suavidad, pero yo podía sentir el control en su tacto. Dan no hacía nada sin un propósito. —Yo… Murmuró, con la voz cargada de una ternura falsa, de una dulzura ensayada. Apreté los labios y dejé que el silencio se extendiera un poco más, como si estuviera conteniendo la respiración, esperando con ansias el resto de su confesión. —Quiero que seas mi novia, Lina. Te quiero. Las palabras cayeron como fichas en el tablero. Todo iba conforme al plan. Abrí los ojos con sorpresa y, antes de que él pudiera analizar demasiado mi reacción, entreabrí los labios, como si no supiera qué responder. Titubeé un segundo, lo justo para que pensara que estaba procesando la magnitud de sus palabras. —¿De verdad…? Mi voz sonó débil, casi frágil. Dan asintió, con la paciencia de un depredador que sabe que su presa no escapará. —Por supuesto Dijo, con esa seguridad que siempre llevaba como un traje a medida. —Siempre te
PUNTO DE VISTA DE LINA: El aroma del café recién hecho llenaba el aire, envolviendo el silencio entre nosotras. La señora Montenegro sostenía su taza con elegancia, moviendo la cuchara con lentitud antes de llevarla a sus labios. Sus ojos, serenos pero analíticos, no se apartaban de mí. Frente a mí, los documentos seguían sobre la mesa. Eran solo papeles, tinta y datos escritos en ellos, pero los sentía como un peso imposible de ignorar. —Lina.. Dijo con suavidad, dejando la taza con un leve tintineo sobre el platillo. —Quiero preguntarte algo… ¿Estás interesada en saber sobre tu pasado? Mi estómago se encogió. ¿Por qué preguntaba eso? Mi pasado… era algo que nunca había cuestionado demasiado. Siempre supe que mi vida había sido difícil, que nunca tuve un hogar real, que siempre fui una extraña en todas partes. Pero nunca imaginé que pudiera haber algo más. Tragué saliva y respiré hondo, intentando calmar el temblor en mis manos. —No entiendo… Murmuré, con la voz