La reunión de progreso sobre el nuevo proyecto se llevó a cabo en una de las salas más amplias y sofisticadas de la empresa. El ambiente, como siempre que Lisandro estaba presente, era tenso, meticulosamente estructurado y cargado de expectativas. Él no aceptaba nada menos que la excelencia, y cada persona en la sala lo sabía. Sin embargo, en esta ocasión, había algo diferente: Lisandro no estaba solo.Junto a él se encontraba un hombre de estatura media, cabello castaño claro, perfectamente peinado y una expresión afable que contrastaba con la mirada siempre severa de Lisandro. Se trataba de Marco D'Alessio, un inversionista de renombre, y uno de los socios con los que Fiore acababa de cerrar un acuerdo clave para el crecimiento del proyecto.D'Alessio, a diferencia de otros empresarios que se mantenían en una postura rígida y calculadora, irradiaba un carisma natural que hacía que todos a su alrededor se sintieran cómodos. Y, como era de esperarse, cuando Lisandro presentó a Valeska
Leer más