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Todos los capítulos de Lisana: Capítulo 41 - Capítulo 47
47 chapters
Capítulo 41: Encuentros y Revelaciones
Dana salió del hospital con Zoraida a su lado, envueltas en un silencio que parecía absorber el aire a su alrededor. Las palabras de Lisana martillaban su mente una y otra vez. "Prepárate para enfrentarlas. No siempre son lo que esperamos". Cada paso hacia el auto parecía más pesado que el anterior, y cuando finalmente se sentó en el asiento del copiloto, las lágrimas empezaron a brotar, aunque intentaba disimularlas. Zoraida la miró de reojo mientras arrancaba el auto. -Dana, ¿quieres hablar de esto? -preguntó con voz suave. Dana negó con la cabeza, cerrando los ojos y apoyando la frente en la ventana. -No sé qué decir, Zoraida. Siento que estoy caminando en un sueño del que no puedo despertar. El trayecto de regreso al apartamento estuvo envuelto en un silencio incómodo. Una vez dentro, Dana se desplomó en el sofá como si el mundo entero estuviera sobre sus hombros. Zoraida fue a la cocina, buscando algo que pudiera reconfortar a su amiga, aunque fuer
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Capítulo 42: Una Esperanza
Dana observó las cortinas balancearse con el viento que se filtraba por la ventana abierta. La habitación estaba sumida en una penumbra cálida, interrumpida solo por el resplandor tenue del atardecer. Había estado intentando concentrarse en los documentos frente a ella, pero su mente no dejaba de divagar hacia los últimos acontecimientos. La investigación en el hospital seguía su curso, pero la incertidumbre se había convertido en su sombra constante. La angustia la envolvía como una segunda piel, y cada minuto que pasaba sin noticias de Mateo o Melina era como un golpe invisible que debilitaba su fortaleza.Mientras Dana luchaba contra sus propios pensamientos, en un café al otro lado de la ciudad, Lisana compartía una conversación con Clara. La amabilidad y los recuerdos de infancia fluían entre ellas, como si fueran amigas de toda la vida. Ambas habían estudiado en el mismo cole
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Capítulo 43: Lo Inesperado
Cuando Clara y Melina llegaron al aeropuerto en Nueva York, la atmósfera era caótica, llena de personas apuradas, arrastrando maletas y anuncios constantes por los altavoces. Clara sostuvo la mano de Melina con fuerza, temiendo que la niña pudiera distraerse y alejarse del tumulto. Aunque su rostro aparentaba serenidad, sus ojos revelaban el miedo que la consumía por dentro. Cada paso que daba hacia el control de inmigración le parecía un juicio inminente.Cuando llegó su turno, el oficial la miró con expresión neutra pero inquisitiva. Clara sintió cómo una gota de sudor resbalaba por su espalda mientras entregaba los pasaportes.-¿Propósito de su visita? -preguntó el oficial, su voz firme y carente de emoción.Clara tragó saliva, recordando las palabras de Lisana y las instrucciones que había repasado en su mente durante todo el vuelo.-Vacacion
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Capítulo 44: Amor en la Sala de Hospitalización
Clara siempre había soñado con trabajar en un hospital prestigioso, y el día finalmente llegó. Con un currículum impecable y la motivación a flor de piel, se presentó al Hospital Central, un lugar conocido tanto por su excelencia médica como por la rigurosidad de su personal. Vestida con su uniforme blanco impecable, trataba de calmar los nervios mientras jugueteaba con los bordes de su carpeta.-Clara Gómez -llamó una voz masculina, grave pero cálida.Ella se levantó de inmediato, sus manos ligeramente temblorosas. Frente a ella estaba el Jefe de Cirugía, el Dr. Jesús Rivas. Su porte era imponente, con una mirada que combinaba autoridad y un leve dejo de carisma que parecía innato.-Bienvenida. Vamos a hacer una pequeña prueba práctica antes de tomar una decisión final -dijo mientras comenzaba a caminar.Cada paso que daba detrás d
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Capítulo 45: Cruzando Líneas
El sol de la mañana bañaba la ciudad con una luz cálida, pero Clara apenas lo notaba mientras caminaba apresuradamente por el pasillo principal del Hospital Central. Había pasado la noche en vela, incapaz de apartar de su mente los ojos de Mateo y el electrizante momento que compartieron. "Fue un error", se repetía a sí misma, pero la verdad era que algo dentro de ella se negaba a dejarlo ir.Cuando llegó a la sala de enfermería, encontró a sus nuevas compañeras en una animada conversación. Aunque intentó pasar desapercibida, la enfermera jefe, Julia, la interceptó con una sonrisa afable.-Clara, justo a tiempo. Hoy tienes asignado el turno en la Unidad de Cuidados Intermedios. Familiarízate con los pacientes. Algunos son nuevos ingresos y necesitarán una evaluación completa.Clara asintió con profesionalismo, pero no pudo evitar sentir un nudo en el
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Capítulo 46: El Encuentro del Destino
El sol de la tarde se filtraba entre las hojas de los árboles, proyectando sombras danzantes sobre la mesa del cafetín al aire libre. Mateo estaba sentado con una taza de café, removiendo lentamente el líquido mientras miraba distraído hacia la calle. No esperaba compañía, pero algo en el día lo hacía sentir que el destino estaba por sorprenderlo.-¿Está ocupado este asiento? -preguntó una voz suave.Mateo levantó la vista y se encontró con Clara, una mujer de cabellos recogidos de manera informal y una sonrisa que, aunque tenue, lograba iluminar su rostro. Señaló la silla frente a él, y él asintió con una sonrisa leve.-Adelante, está libre -dijo Mateo.Clara se sentó con un movimiento grácil, colocando su bolso sobre la mesa. Por un momento, ambos permanecieron en silencio, como si el mundo se hubiera reducido
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Capítulo 47: Sombras del Pasado
El amanecer trajo consigo una calma engañosa. Las primeras luces del día se filtraban por las ventanas del hospital, proyectando sombras alargadas sobre las paredes blancas. Mateo despertó en uno de los sofás de la sala de espera, con la muleta apoyada a su lado. Había decidido quedarse un poco más después de su encuentro con Clara, buscando una razón para prolongar aquella sensación de paz que le había dejado la noche anterior. Sin embargo, la realidad pronto lo alcanzó.Cuando revisó su teléfono, encontró varios mensajes de Dana. Eran breves, pero el tono de urgencia era inconfundible. "¿Estás bien?", "¿Por qué no respondes?", "Llámame en cuanto puedas". Mateo suspiró y decidió ignorarlos por el momento. No se sentía listo para enfrentar a Dana, ni para responder las preguntas que seguramente le haría sobre su repenti
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