Laura tenía un solo objetivo esa noche, conquistar a Matías. Había planeado cada detalle con precisión, sabiendo que esta sería su mejor oportunidad de acercarse a él sin el ruido de la oficina de por medio.—Hoy es el día —murmuró para sí misma mientras se miraba en el espejo de su habitación, asegurándose de que su look fuera impecable.Había elegido un restaurante acogedor, con luz tenue y un ambiente relajado, perfecto para una conversación tranquila. Nada de cenas multitudinarias o salidas con todo el grupo de la empresa. Solo ellos cuatro: Matías, Georgina, Alberto y ella. Geo , su amiga ahora y confidente, ya lo sabía: "Si todo va bien, me tiro al agua hoy", le había dicho con una carcajada.Matías era un misterio. Un hombre serio, reservado, inteligente… y completamente ajeno a las indirectas de Laura. Oh eso creía ella . No importaba cuántas veces intentara insinuarle que le gustaba, él siempre se mantenía neutral, educado, pero nunca daba el siguiente paso. Esta cena era su
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