DanteEl beso fue un error.No debería haber sucedido. No sé en qué demonios estaba pensando cuando dejé que la situación se me fuera de las manos.He pasado años controlando cada aspecto de mi vida, cada movimiento, cada palabra... y sin embargo, una simple mujer, con su mirada nerviosa y labios temblorosos, logró que bajara la guardia.Esto no puede volver a pasar. Las mujeres me sobran, las tengo cuándo quiera y dónde quiera, pero ninguna de manera permanente.No otra vez.Me observo en el espejo, ajustando la solapa de mi chaqueta. Mi reflejo es el mismo de siempre: impecable, calculador. Pero algo en mis ojos se siente distinto, como si una parte de mí se estuviera cuestionando. Sacudo la cabeza, descartando esos pensamientos. Soy el diablo italiano, yo no me cuestiono, no dejo que nadie lo haga.Vuelve a ver mi reflejo y endurezco mis gestos de inmediato.—Fue inevitable —murmuro, casi como una excusa. Pero no se va a repetir.Me giro con decisión y salgo de la habitación, dispu
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