Bell Iba destrozada en el auto de un desconocido, estaba segura de no soportar un solo instante más en este mundo, toda mi vida era un desastre. ¿Qué pasó con Javier? Pues al escuchar que estaba embarazada, volteó su cara no dirigiéndome la palabra. Sentí un fuerte dolor de pecho ante su rechazo, pero no lo podía culpar, este bebé no era de él, sino del hombre que lo inculpó y lo metió a la cárcel.Salí del hospital con lágrimas en mis ojos, pero antes de salir las limpié, no quería que las personas me vieran como una ridícula por estar llorando en la vía pública. Trate de salir si que Riana, Carlos y Pablo me vieran, no quería causar lástima.Ahora iba en un taxi hacia mi casa y pensaba en todo lo sucedido en veinticuatro horas, tantas emociones en tan poco tiempo: felicidad, con
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