Inicio / Romance / Casada con el ceo cruel / Capítulo 21 - Capítulo 30
Todos los capítulos de Casada con el ceo cruel: Capítulo 21 - Capítulo 30
42 chapters
Fuiste miserable estando conmigo.
POV DE ANTÓN.Yo no imaginaba que mi vida cambiaría de un momento a otro cuando una niña de ojos verdes se lanzara a mis brazos y me dijera que me amaba.Bastaron unas horas compartiendo con ella, para que se ganara por completo mi corazón. Ella era parte de mí, de Bianca, de eso que un día sentimos, o que aun siento. Carajo, no puedo negarme a mí mismo lo que siento, lo que ella aun despierta en mí.Mientras estaba en la habitación pensaba, lo analizaba y lo volvía a pensar. Miraba a Luz, la pequeña Luz que concebimos con Bianca, quien nos uniría por siempre, a pesar de que no estuviéramos juntos, estaríamos unidos por ella.No podía imaginar a Bianca con alguien más, no podía si quiera pensar en volverla a dejar ir. Ella tenía que quedarse a mi lado, junto a mí, criando a nuestra hija. Tenía que darme una nueva oportunidad, sé que no la merecía, pero la buscaría, y para eso, debía terminar con ese trato absurdo que hice hace tiempo atrás.La deuda ya la había pagado, solo me mantenía
Leer más
La gran señora.
POV DE BIANCA. Compartimos unas horas felices con Freddy y mi hija, hasta que llegó esa mujer a arruinar nuestra dicha. Se paró en frente de mí, mirándome con desprecio.—¿Se te perdió algo?—¡Te crees la gran señora! ¿No?—No me creo, soy —dije firmemente porque en mis conocimientos, yo era la esposa de Antón, no obstante, Leila se río en mi cara. Soltó grandes carcajadas cuando dije eso.Inma vino a impedir que lo dije, empezó a empujarla para sacarla de casa, no obstante, ella la empujó con más fuerza lanzándola al suelo. Me fui contra Leila, porque a pesar de que no tenía una buena relación con Inma, esta era una mujer mayor, y no merecía ese trato.Fredy llevó a mi hija dentro, para que no presenciara esta pelea.—¿Sabes lo que eres? ¡Nadie! ¡No eres legalmente la esposa de Antón! —estaba diciéndome esas cosas cuando Inma la agarró de los cabellos y la llevó hacia la salida, pero Leila seguía diciendo— ¡Se casó con un juez falso, no eres su esposa!, ¡nunca lo has sido!Fui hasta
Leer más
Vender a su hija.
POV DE BIANCAMi madre se despide, incluso dejando un beso en mi frente. Se va sin siquiera prestar atención a lo que digo.Le he dicho que estoy secuestrada por quien creía era mi esposo y eso a ella parece no importarle. Otra madre en su lugar, al menos yo por mi hija, haría todo. Si me dijera que el hombre que dice ser su esposo la tiene atrapada, buscaría mil y unas formas para sacarla de ese lugar, incluso me enfrentaría a él. Pero mi madre no lo hace, se marcha, como si nada importante salida de ella se quedará atrás. Me quedo viéndola partir, con un vacío en el pecho, como y hubieran lanzado una bala enorme en mi pecho y dejaran un hueco en él. Perdida en mis pensamientos estoy cuando siento caer la respiración de Antón tras mi cuello, me giro rápidamente provocando que mis pies se tropiecen y mi cuerpo se desequilibre. Abro mis ojos como plato al momento que siento sus manos sostenerme.Su mirada fija, su tacto, su misma respiración o que se yo, impactan mi corazón elevando e
Leer más
Solo una portunidad.
POV DE BIANCA.Por la noche cuando Antón llega mi pequeña corre a sus brazos, les contemplo jugar hasta que se quedan agotados. Caen sobre el mueble, exhaustos, pero aun realizándose cosquillas unos al otro.Mientras ellos se divierten, mi mirada está puesta en su dirección, pero mis pensamientos en lo que hablamos en la mañana. Por un instante lo de volver a empezar no me parece mala idea. Podría olvidar todo, siempre y cuando mi princesa sea feliz. Salgo de los pensamientos cuando una de las empleadas se acerca a informar que, la cena está lista. Antón levanta a Luz, la sube sobre sus hombros, y así se va con ella hacia el comedor. el camina con Luz sentada sobre sus hombros, yo me quedo suspirando y viéndole partir. Mientras me levanto para seguirle, el timbre suena. La misma empleada que nos informó de la cena, se acerca a abrir. Me detengo para ver quién es.—¡Buenas noches! —Frunzo el ceño al ver un policía.—Disculpen ¿A quién buscan? —Inquiere la empleada.—Necesitamos hablar
Leer más
Mario Vargas no está muerto.
POV DE ANTÓN.Al salir de prisión me dirijo a casa. Cuando entro lo primero que hago es buscar a mi hija y Bianca, no obstante, me informan que salió y eso me tensa, me llena de pavor. Lo primero que se me ocurre es que ha escapado, porque antes de salir quité la vigilancia para que dejara de sentirse secuestrada.Aunque si la tenía en contra de su voluntad, pero no era un secuestro. Y quise demostrárselo luego de que dijera a los policías que no estaba secuestrada. Pero ahora no estaba, había escapado de casa y no tenía idea de donde podía estar.La sola idea de pensar en eso me vuelve loco. Rápidamente saco el celular y procedo a llamar a Damm. Este me informa que la ha seguido apenas salió, que se encuentra con Walker. Segundos después de saber que está con él, la ira florece en mi interior.Ese miserable está aquí, seguramente había venido aquí para llevarse de vuelta a Bianca. Tenía que impedir que se llevara a mis dos mujeres.Dayana no iba a abandonarme, ella no podía dejarme p
Leer más
No te alejes de mí.
POV DE DAYANA Dos empleadas llegan por órdenes de Antón para ayudarme a dejar esta casa brillando. Al principio me rehúso, sin embargo, al ver que esto necesita una buena limpieza accedo a su ayuda.Mientras ordeno recibo una llamada, no sé quién es ya que el número es desconocido, pero ante la curiosidad y la insistencia decido contestar. Al abrir la llamada descubro que es mi madre, por cómo se escucha parece que lo sucedido a mi padre era grabe.Preocupada llamo a Damm, le pido que pase por la niña y la lleve a Antón. Me sorprende lo rápido que llega, supongo ha venido a dejar a las empleadas o estaba vigilando en mi casa. Lo que sea no es importante ahora.Damm se ofrece a llevarme, no obstante, le pido que lleve a Luz donde su padre y así no me hace preguntas de porque me quedo en un hospital, sobre todo, a quien voy a visitar.Se de sobra que Damm es fiel a Antón, si llegan a saber que mi padre está hospitalizado en ese lugar, seguramente querrán terminar con lo que no pudieron
Leer más
Te amo.
POV DE BIANCAPreparé la cena para mi hija y luego la acosté a dormir, luego me recosté en la cama dejando que las lágrimas salgan, amaba a Antón, pero no podía volver con él, la forma en que hirió a mi padre era el reflejo de que su venganza aún estaba viva.Quizás me quería para seguir descargando su odio en mí, oh talvez quería acostumbrar a mi pequeña a su presencia y luego desaparecer de su vida dejando su corazoncito roto en mil pedazos.Nunca le di una respuesta al Sr. Walker, su confesión era un motivo menos para salir con él, no me veo lastimando el corazón de alguien, salir con él era darle esperanzas sobre algo que nunca crecería, mientras tenga clavado a otro hombre en el pecho no podría darme esa oportunidad.Al día siguiente Cristina llegó a visitarme, mi amiga me dio un abrazo rompe huesos, trajo algo del mercado y caminamos hacia la cocina, abrió el refrigerador y colocó las cosas dentro.Supuse que no tendrías nada que comer.—Aún no he ido al mercado. —¿Dónde está?
Leer más
Traición.
POV DE BIANCA—No, ya hasta temo sacar ese tema por miedo a que decida irse.—Amiga hay muchos niños que desean tener unos padres como tú y como Judy, hay veces no es necesario que sean de nuestra sangre para amarlos, solo fíjate en mí, mis verdaderos padres nunca me amaron, y eso que soy hija de sangre de ambos, considero que cuando uno tiene mucho amor para dar no le importa si es su hijo de sangre.—Tienes razón, lo hablaré con Judy por la noche. —logré que levantara el ánimo y el resto del día pasamos ordenando la casa, entre ratos recordaba el beso que Antón me dio y sentía un cosquilleo en mi estómago. Por la noche Cristi se marchó y me senté a descansar, segundos después tocaron la puerta y suspiré al ver quien era.—¿Como supiste donde vivía?—Sabemos todo de ti desde hace más de cuatro años, desde que te lanzaste a los brazos de ese arrogante de Antón Montalvo.—Si lo sabían ¿Por qué no me llevaron de regreso? —sonrió—. Eso no debía preguntarlo, porque seguramente fue porque
Leer más
Dispararon a Antón.
POV DE ANTÓN.Luego de la reunión con los socios recibí varias llamadas de ella, se notaba lo desesperada que estaba por saber de nuestra hija, suspiré y llamé a Damm.—Déjala pasar, ¡solo a ella!—Bien.Salí del restaurante y alguien obstruyó mi paso, le miré fijamente a los ojos y él también me devolvió la mirada fija sin un parpadeo, aquel hombre de ojos negros intentó intimidarme.—Puedes apartarte de mi camino.—Me temo que no podre —rugió con una sonrisa maliciosa —Camina —refutó y yo le devolví una sonrisa.—¿Si sabes quién soy? ¿Verdad? —replicó—¡Claro que se quién eres! ¿Y adivina qué?, no me das ni tantito miedo —coloca un arma en mis costillas y me orilla a caminar.—¿Quién te envió? Y ¿cuánto te pagan?, Puedo pagarte el doble de lo que te pagaron —propongo y él sonríe.—Interesante tu propuesta ¿pero adivina qué?, esto no tiene que ver con dinero.—¿Conociste a mi padre? —indagué y hundió más el arma en la costilla.—Camina y no preguntes —gruñó y cuando estábamos por lle
Leer más
De nuevo en sus brazos.
POV DE ANTÓNAbro mis ojos y al primero que veo es al tío Mikel, paso la lengua alrededor de mis labios resecos, los párpados aún los siento pesados y respiro con alivio al saber que no morí. —¡Hijo! —exclama el tío acercándose a revisar mis ojos. —¿Como te sientes?—Bianca ¿Está aquí? —indago para saber si al menos le importo en algo, el tío me mira y asiente. —Está desde ayer esperando a que despiertes. —¿Puedes decirle que quiero verla? —Está bien, pero antes debes decirme que pasó ¿quién te disparó? —No sé, no le conozco, nunca le había visto, lo que si se es que conocía a mi padre. —Mmmm ya veo, ya vez lo que ocasionas con esa absurda venganza, Mario no descansará hasta cobrar venganza por su hija. —No era Mario, a él ya lo conocí y sobre todo lo dejé más muerto que vivo. —¿Qué hiciste qué? —Tío, hablaremos de eso después, ahora solo quiero ver a Bianca y mi hija. —La niña no puede ingresar al hospital, ya le digo a Bianca que entre. Minutos después la puerta se abre p
Leer más
Escanea el código para leer en la APP