POV DE BIANCAPreparé la cena para mi hija y luego la acosté a dormir, luego me recosté en la cama dejando que las lágrimas salgan, amaba a Antón, pero no podía volver con él, la forma en que hirió a mi padre era el reflejo de que su venganza aún estaba viva.Quizás me quería para seguir descargando su odio en mí, oh talvez quería acostumbrar a mi pequeña a su presencia y luego desaparecer de su vida dejando su corazoncito roto en mil pedazos.Nunca le di una respuesta al Sr. Walker, su confesión era un motivo menos para salir con él, no me veo lastimando el corazón de alguien, salir con él era darle esperanzas sobre algo que nunca crecería, mientras tenga clavado a otro hombre en el pecho no podría darme esa oportunidad.Al día siguiente Cristina llegó a visitarme, mi amiga me dio un abrazo rompe huesos, trajo algo del mercado y caminamos hacia la cocina, abrió el refrigerador y colocó las cosas dentro.Supuse que no tendrías nada que comer.—Aún no he ido al mercado. —¿Dónde está?
POV DE BIANCA—No, ya hasta temo sacar ese tema por miedo a que decida irse.—Amiga hay muchos niños que desean tener unos padres como tú y como Judy, hay veces no es necesario que sean de nuestra sangre para amarlos, solo fíjate en mí, mis verdaderos padres nunca me amaron, y eso que soy hija de sangre de ambos, considero que cuando uno tiene mucho amor para dar no le importa si es su hijo de sangre.—Tienes razón, lo hablaré con Judy por la noche. —logré que levantara el ánimo y el resto del día pasamos ordenando la casa, entre ratos recordaba el beso que Antón me dio y sentía un cosquilleo en mi estómago. Por la noche Cristi se marchó y me senté a descansar, segundos después tocaron la puerta y suspiré al ver quien era.—¿Como supiste donde vivía?—Sabemos todo de ti desde hace más de cuatro años, desde que te lanzaste a los brazos de ese arrogante de Antón Montalvo.—Si lo sabían ¿Por qué no me llevaron de regreso? —sonrió—. Eso no debía preguntarlo, porque seguramente fue porque
POV DE ANTÓN.Luego de la reunión con los socios recibí varias llamadas de ella, se notaba lo desesperada que estaba por saber de nuestra hija, suspiré y llamé a Damm.—Déjala pasar, ¡solo a ella!—Bien.Salí del restaurante y alguien obstruyó mi paso, le miré fijamente a los ojos y él también me devolvió la mirada fija sin un parpadeo, aquel hombre de ojos negros intentó intimidarme.—Puedes apartarte de mi camino.—Me temo que no podre —rugió con una sonrisa maliciosa —Camina —refutó y yo le devolví una sonrisa.—¿Si sabes quién soy? ¿Verdad? —replicó—¡Claro que se quién eres! ¿Y adivina qué?, no me das ni tantito miedo —coloca un arma en mis costillas y me orilla a caminar.—¿Quién te envió? Y ¿cuánto te pagan?, Puedo pagarte el doble de lo que te pagaron —propongo y él sonríe.—Interesante tu propuesta ¿pero adivina qué?, esto no tiene que ver con dinero.—¿Conociste a mi padre? —indagué y hundió más el arma en la costilla.—Camina y no preguntes —gruñó y cuando estábamos por lle
POV DE ANTÓNAbro mis ojos y al primero que veo es al tío Mikel, paso la lengua alrededor de mis labios resecos, los párpados aún los siento pesados y respiro con alivio al saber que no morí. —¡Hijo! —exclama el tío acercándose a revisar mis ojos. —¿Como te sientes?—Bianca ¿Está aquí? —indago para saber si al menos le importo en algo, el tío me mira y asiente. —Está desde ayer esperando a que despiertes. —¿Puedes decirle que quiero verla? —Está bien, pero antes debes decirme que pasó ¿quién te disparó? —No sé, no le conozco, nunca le había visto, lo que si se es que conocía a mi padre. —Mmmm ya veo, ya vez lo que ocasionas con esa absurda venganza, Mario no descansará hasta cobrar venganza por su hija. —No era Mario, a él ya lo conocí y sobre todo lo dejé más muerto que vivo. —¿Qué hiciste qué? —Tío, hablaremos de eso después, ahora solo quiero ver a Bianca y mi hija. —La niña no puede ingresar al hospital, ya le digo a Bianca que entre. Minutos después la puerta se abre p
POV DE ANTÓN Llegué a la fábrica de lácteos y todos estaban nerviosos.—¿Como sucedió?—Evadió a los guardias señor.—¡Me estás diciendo que la vigilancia que pago no sirve!—Antón, cálmate.—¡No puedo Damm!, imagina si hay algo envenenado.—No pudo hacerlo señor, llegamos a tiempo.—¿Quién te asegura que fue el único que entró? —se queda en silencio— ¿Dónde lo tienen?—En la bodega.Camino hasta la bodega a zancadas largas, una vez que llego descubro el rostro del hombre, apenas era un joven que empezaba a vivir la vida, se podía sentir el temor en su mirada.—¿Quién te pagó?—No puedo decirle.—Habla o te mato —Gruño poniendo el arma en su cabeza.—Máteme, de todas formas, moriré una vez que salga, él no dejará que sobreviva después de haber fracasado.—Te dejaré vivir y ofrezco protección si me dices quien te envió y por qué —El joven río a carcajadas, al verme serio asintió.—Bien, te diré, aunque dudo que cumplas tu palabra, pero ya no tengo nada que perder, quien me envió fue Ha
POV DE BIANCA.Desde que Inma murió Antón volvió a recaer en los episodios de ira. Se hizo distante a mi hija, incluso de mí. Pasa más tiempo en el trabajo, llega a casa cuando ya estoy dormida y se va antes de que despierte.Los fines de semana no sale de su despacho. Ahí come, duerme, incluso bebe y termina destruyendo lo que con tanto esfuerzo las empleadas arreglan.Vivo con el corazón en un hilo, pues temo que borracho salga a atacarme, a mí y mi hija. Por eso la hago dormir cerca de mí. como la cama es muy grande la traigo a mi habitación.Escucho pasos acercándose y cierro los ojos y finjo dormir. La puerta se abre lentamente, se detiene a mi lado y le escucho suspirar, luego se dirige al baño.Lentamente me levanto, no puedo seguir con esto. No puedo seguir viviendo así. Sé que no me ha agredido, pero de todas formas quiero hablar sobre esta situación.Decidida a hacerlo voy hacia el baño a ver qué hace, cuando me acerco a la puerta diviso sangre en sus manos. Me es inevitable
POV DE ANTÓN. Hoy es el día que celebraremos los cuatros años de mi adorada hija Luz, aquella luz que vino alumbrar mis días y noches, que llenó mi vida de felicidad. Mi niña, mi princesa, mi todo, Luz llegó a darme la paz que necesitaba.Mientras bebo una copa las veo bajar, mi reina y mi princesa, el corazón se exalta al verlas tan hermosas, Luz lleva un vestido rosa como una princesa y mi amada Bianca un vestido rojo ajustado a su cuerpo, largo con aberturas desde los muslos hasta el final.—¡Te amo! —suspira y palma un beso en mis labios.La vigilancia se resguardó puesto que el criminal de Hanson aún anda suelto, de todos los invitados los únicos que me desagradan son esa pareja que se acerca a Bianca, Cristina y Walker jamás me han agradado, me es difícil digerir su presencia.Al ver llegar a Judy los ojos de Cristina quieren salirse, mi amigo está tomado de la mano con su nueva esposa una militar igual a él. Me acerco a ellos y los recibo con un abrazo.—Bienvenidos.—¿Por qué
POV DE BIANCA.Dejo caer mi cuerpo en el fino y elegante sofá que adorna el despacho, varias lágrimas ruedan sin ser sentidas y van mojando las mejillas hasta llegar al borde del mentón. Sollozo en silencio mientras recuerdo la niñera en el despacho, Antón con un rostro de enojo y enrojecido, escena del momento en que llegó a la cocina recorren mi cabeza y, se con certeza que no vio el beso por qué no había nadie dentro, salvo que hubiera estado alguien en la alacena.Limpio las últimas lágrimas y salgo en busca de Antón, la mayoría de los invitados ya se han ido son pocos los que quedan, se encuentra sentado junto a unos socios. Mi corazón late con fuerzas al momento que me acerco a él, temo que se aleje una vez que llego, cuando me paro a su lado rodea su mano en mi cintura haciendo que mi cutis se alborote, suspiro al verlo ya tranquilo y aquel enojo de hace horas se ha esfumado.—Ella es mi esposa, Bianca Vargas.—Un gusto en conocerla señora —Aquel hombre me mira muy extraño, sie