Desde aquel fatídico día en que Thomas Morgan se reunió con Amadeus para sellar el acuerdo matrimonial con su hija, las reuniones se hicieron más frecuentes. Una en particular, a instancias de Oliver Blackwood, trajo un giro inesperado. El patriarca de los Blackwood, desconfiado de las decisiones de su hijo, exigió renegociar los términos del convenio con los Morgan. Thomas, atrapado entre las amenazas de Amadeus y la presión de Oliver, aceptó términos aún más desfavorables, que condenaron a su familia a la quiebra definitiva. A pesar de su desdicha, Thomas guardó el secreto, incapaz de confesar a Elena o a nadie más las verdaderas circunstancias en las que se acordó su matrimonio. Para él, proteger a su hija de la crueldad de Amadeus y asegurar al menos un rayo de esperanza para su familia valía cualquier sacrificio personal. Sin embargo, las noticias del compromiso no tardaron en extenderse, llegando primero a oídos de Nathaniel Gray, amigo de Amadeus y un destacado jugador en el
Leer más