Capítulo 29Después de muchas horas de vuelo, Luciano se dirigió en un auto hacia la casa de Amara, pero el peso de la culpa y la tristeza lo acompañaban en cada kilómetro que avanzaba. El viaje había sido muy largo y agotador, y su mente estaba llena de pensamientos oscuros sobre lo que iba a enfrentar. Sabía que debía ser el portador de una noticia devastadora, y la idea de hacerlo lo llenaba de una ansiedad constante.Al llegar, vio a Esteban, el tío de Amara, parado justo en la entrada de la puerta mirando hacia la nada. Sin embargo, este al verlo llegar se acercó rápidamente, sintiendo que su corazón latía con fuerza dentro de su pecho.— Hola, Esteban — saludó Luciano tratando de mantener la compostura.— Luciano, muchacho —respondió Esteban, con una expresión seria — ¿Cómo estás? ¿Por qué estás de vuelta tan pronto?— Bueno, es que vine a ver a Amara. Debo hablar con ella— dijo Luciano sin rodeo alguno en sus palabras.Esteban lo miró con una mezcla de preocupación y seriedad.
Leer más