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Todos los capítulos de El Guardián del Deseo : Capítulo 21 - Capítulo 30
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Capítulo 20 — ¿Te convertirás en mi maestro del sexo?
Mi corazón quería salir corriendo lejos de mi cuerpo; no soportaba tantas sensaciones. Mis manos automáticamente rodeaban el cuello del alto y tuve que ponerme de puntillas para poder profundizar aquel beso que despertaba sensaciones que jamás pensé que volvería a vivir.Alex seguía liderando aquel toque tan necesitado con sus labios. Una de sus manos se posaba con delicadeza en mi cintura, acariciándome y atrayéndome hacia él, mientras la otra permanecía en mi mejilla, su dedo pulgar tocando con suavidad. Era una sensación de deseo y tranquilidad al mismo tiempo.Jamás me había sentido así y no quería detenerme tampoco.No ahora... No después de confirmarlo.Él me deseaba.—Olivia... —Mmm, adoraba cuando me llamaba por mi nombre completo. Siempre lo habían usado para reñirme o disciplinarme, pero él no me llamaba así con esa intención. Al contrario, su tono de voz denotaba deseo y... súplica— No me hagas esto... Yo...—Shh... —Me separo un poco y aprovecho para tomar aire. Nuestras r
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Capítulo 21 — Tú, yo... Y la luna…
—Ten, toma esto. —Alex miraba con desconfianza el vaso que le había entregado, así que ruedo los ojos— Es chocolate caliente, bobo. No te daré alcohol; yo tampoco estoy tomando.Todavía dudando, toma el vaso plástico de mis manos y, después de verificar que realmente era chocolate caliente, le da un pequeño sorbo, cerrando los ojos con alivio. Realmente estaba haciendo frío y él seguía negándose a entrar.—¿No te dije que entraras a la casa? —Alex me mira con un poco de severidad, pero yo lo ignoro. Sabía que también tenía miedo de lo que pudiera pasar entre los dos. Ya era bastante tarde en la madrugada y todo a nuestro alrededor estaba en silencio, salvo por las olas del mar.—¿Qué crees que están haciendo mis amigas allá dentro con sus citas? —Pregunto arqueando una ceja, soltando una risa amarga— No me iba a quedar allá, envidiando su buena suerte.—Liv...—Ya. Entendí. —Lo corto porque no quería escuchar otro sermón— Sé que no vas a tocarme... aunque te mueras por hacerlo. Al men
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Capítulo 22 — Felicidades, diosa Walker.
—¡Ven! ¡Vamos, Alex! —Exclamo dichosa mientras corría hacia el agua que tocaba mis pies. Mi vestido había sido lanzado a alguna parte y ahora estaba de nuevo en mi traje de baño negro.Sin embargo, el castaño seguía sentado en la arena, viéndome con curiosidad y, creo que, disfrutando de mi ataque de efusividad. Después de que me dijo que iba a aceptar la propuesta indecente que tenía en mente, no pude evitar sentirme emocionada y al mismo tiempo nerviosa. Alex me dijo que si quería, comenzaríamos ahora mismo, pero por alguna extraña razón, mientras nos besábamos y él se deshacía de mi vestido, no pude evitar separarme de golpe y caminar lejos de él con una sonrisa, directa al agua.Creo que los nervios y mi inexperiencia seguían dominándome un poco.Mientras él seguía viéndome, decido entrar un poco más en el agua, sintiendo la brisa fría rozar mi cuerpo, pero por alguna extraña razón, sentía mi cuerpo hervir. Apenas había dado dos pasos cuando siento una mano rodear mi muñeca, deten
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Capítulo 23 — ¿Premio o castigo?
—¡Buenos días, mis niñas lindas! —Con una enorme sonrisa en el rostro, corro a abrazar a mis amigas por la espalda una por una, para luego caminar hacia el refrigerador y preparar mi desayuno. Las chicas y yo teníamos dietas diferentes— ¿Durmieron bien?Amara y Mónica me miraban con la boca abierta, pero esta última no tarda en reaccionar y abre la boca con total sorpresa, dándose cuenta de la razón de mi buen ánimo tan temprano.—No tan bien como tú, al parecer. —Se burla y yo le saco la lengua a la vez que tomaba mi yogur y algo de fruta picada. Mónica sabía lo que desayunaba, así que había dejado todo lo que necesitaba allí. Ellas estaban comiendo huevos revueltos, con pan tostado y mermelada. Ojalá pudiera... Afff— ¿Nos vas a contar por qué tanta felicidad?No les respondo; al contrario, empiezo a tararear una canción mientras preparaba mi desayuno ligero. Hoy realmente estaba de muy buen humor.Mi noche de aprendizaje con Alex había estado más que bien. Después de que me hiciera
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Capítulo 24 — Solo diez minutos.
Mi cuerpo rebota levemente cuando soy colocada en medio de la cama, mojándola casi de inmediato. Ni siquiera habíamos terminado de ducharnos cuando Alex cerró la llave de la ducha, tomó mi mano y, con nuestros cuerpos chorreantes, nos dirigimos a la habitación. Así terminamos en la cama, con el castaño encima de mí, besando mi cuello con fervor. Dios, amo esto. —Alex... —Murmuro en su oído, mientras sus labios bajaban hacia mi pecho, estremeciendo cada fibra de mi piel. Haciéndome temblar. —Eres tan receptiva. —El castaño sonríe contra mi piel, su lengua saboreando mis pechos, mis pezones alzados con orgullo ante aquellas caricias calientes— Tan bonitos. Perfectos como tú, Olivia. Oh... Sin decir nada más, Alex vuelve a subir a mis labios, besándome sin compasión, mientras una de sus manos se deslizaba sensualmente por mi cintura, hasta llegar nuevamente a mi zona íntima. Doy un respingo al sentir su mano fría, pero de nuevo me lleno de expectativas. Esos movimientos se sienten
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Capítulo 25 — La subasta.
—Te ves tan hermosa, Liv. —Mis mejillas se sonrojan casi por instinto. Estaba acostumbrada a que me dieran cumplidos, pero por alguna razón hoy se sentía diferente. Realmente me sentía hermosa— Tienes un aura que opaca a las demás.—Mónica, ya basta. —Medio me quejo, pero ella había estado en ese plan toda la mañana. Amara no se quedaba atrás— Están exagerando, chicas.—No mentimos. Hoy estás particularmente más hermosa. Todos se te quedan viendo; esa sonrisa está en su punto. —Replica Amara y una vez más me sonrojo.No podía con tanto, mamá también me había dicho lo mismo en la mañana.La cuestión es que había pasado un día desde que le había entregado mi virginidad a Alex y realmente me sentía mejor que nunca.Después de descansar en sus brazos unos minutos, el castaño me llevó a tomar un baño caliente, compartiendo la bañera, masajeando mis manos, pechos y caderas, relajándome después de haberle dado lo más valioso que tenía. Aprovechamos esos relajantes minutos para conversar sobr
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Capítulo 26 — Estoy bien.
—¡No voy a hacerlo! —Exclamo en voz alta mientras caminaba lejos de mi abuela. Incluso mamá y Lucian habían escapado de ella porque si Larissa Walker decidía intervenir, esto no terminaría bien para nadie— Le diré a papá y él detendrá esta tontería.—¡Olivia!Ni siquiera me detengo; sigo mi camino rumbo a la oficina de papá, furiosa por la absurda libertad que se había tomado mi abuela al colocar mi nombre en esa estúpida lista que tantas náuseas me daba.Ella no debió hacerlo.Mucho menos sabiendo la forma en la que pienso y de mis traumas.A ella no le importa. Nunca le ha importado.Estoy a punto de llegar a la oficina de mi padre, cuando de pronto escucho la puerta abrirse, pero ya era demasiado tarde para frenar. De inmediato choco contra algo duro y caliente. Estoy a punto de caerme de culo, pero una mano en mi muñeca impide mi inminente caída.Oh, es él.De un solo tirón, Alex me ayuda a ponerme de pie y, con su penetrante mirada gris, empieza a evaluarme en busca de posibles h
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Capítulo 27 — Disfrutar del amanecer.
—¿Y sabes qué es lo que más odio de esto? —Sin poderlo evitar, suelto el lápiz con el que estaba haciendo mis prácticas y miro a mi compañero con desespero y rabia— Nadie me pregunta qué es lo que siento. Hacen cosas a mis espaldas y esperan que actúe bien. ¡Es absurdo! Me están vendiendo al mejor postor.Todavía no podía superar aquello, aún faltaban dos semanas para el evento de beneficencia de la abuela, pero de tan solo imaginar el momento, me daban ganas de vomitar.—¿Y eso qué tiene que ver con los activos y los pasivos, Olivia? —Pregunta un poco hastiado ya que desde que habíamos llegado a casa de su madre, que por cierto, no estaba, solo me había dedicado a seguir hablando sobre lo mal que me hacía sentir mi abuela. No puedo evitar soltar un largo suspiro— No me mires así, tiranosaurio. Fuiste tú la que me dijo que no querías hablar del tema, que necesitabas entender esto para aprobar el exámen y mira... Está atardeciendo y aún no aprendes nada.Él tenía razón, ¿pero cómo se d
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Capítulo 28 — No estoy celosa.
—Gracias por invitarme a cenar, Teresa. —Me obligo a forzar una sonrisa de despedida para aquella mujer tan amable que me había acogido esta noche. Sin embargo, mis ojos no podían evitar desviarse de vez en cuando hacia la rubia colocándole la chaqueta a Alex. Él parecía bastante feliz por toda la atención que estaba recibiendo— Espero poder prepararle un postre algún día como agradecimiento.La mirada iluminada de la madre de Alex me hace olvidarme de mi extraño mal humor por un momento.—¿Horneas?—Y muy bien. —Me permito alardear, aunque mi vista se nubla de pronto cuando me llegan los recuerdos. No, ahora no— Aunque tengo un tiempo sin hacerlo, pero por usted le haría uno de mis mejores postres.Realmente se merecía puras cosas buenas. Ya ella lo pasaba bastante mal al estar luchando con esa terrible enfermedad y me daba cuenta de lo duro que intentaba verse fuerte solo para no preocupar a su hijo.Eso me trae muchos recuerdos.—Gracias, Olivia... Había pasado mucho tiempo que no
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Capítulo 29 — Su estúpido plan.
—¿Por qué tuviste que mencionar el examen de mañana? —Se queja el rubio mientras tocaba mi escritorio, donde reposaban mis hojas de estudio y los libros que me había prestado Alex. Podía escucharlo quejarse una vez más, para después verlo caminar y acostarse de un salto en mi cama, desordenando las almohadas y algunos peluches que tenía en ella— Arruinaste mis planes de esta noche... Bueno, siempre puedo hacer nuevos planes.—¿Qué haces aquí? —Me giro a verlo, bien alejada, con los brazos cruzados y con la puerta semiabierta.—Ya te lo dije, vine a informarle a tu familia que pujaré por ti en la subasta. —Responde como si no fuera nada. Bufo entre indignada y divertida con la situación. Ya no era el chico dulce que me gustaba, ni el que me había abordado en el campus la otra vez. Este era un Jared gilipollas.¿Por qué rayos me gustaba?—Ya. ¿Y qué te da tanta seguridad de que ganarás esa subasta? No serás el único allí. —No podía creer que estuviera discutiendo este tema. Ojalá pudie
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