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Todos los capítulos de Me casé con el comandante: Capítulo 51 - Capítulo 60
75 chapters
Capítulo 51
NARRADOR La mansión del Clan Kalo estaba envuelta en un silencio ominoso. La noche reinaba con una quietud casi solemne, quebrada únicamente por el suave zumbido del viento colándose por las grietas de las ventanas. Las lámparas de aceite iluminaban los corredores con una luz tenue, proyectando sombras largas y fantasmales sobre las paredes de piedra. En el salón principal, Benjamin, el líder del clan, permanecía sentado en el trono de madera tallada, con una postura que irradiaba autoridad. Sus ojos escarlata escudriñaban la sala mientras el resto de los vampiros discutía estrategias para proteger el territorio. De repente, un golpe seco resonó en la puerta principal, seguido de un chirrido cuando esta se abrió sin permiso. El viento nocturno entró en la mansión, trayendo consigo un aroma antiguo y pesado, como si la misma historia hubiera decidido hacer su entrada. Todas las conversaciones se detuvieron de inmediato. Las cabezas giraron hacia el intruso, y una tensión palpable l
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Capítulo 52
ARIALlegué a la entrada principal justo a tiempo. Ya estaban allí esperandome: Melia, Terry y un grupo de novatos, entre ellos Thalos, que murmuraban unos con otros, claramente nerviosos. Al verme, sus voces se apagaron y, aunque algunos intentaron disimularlo, no me perdí las miradas de desconfianza y las sonrisas tensas.—¡Vaya! ¡Pensé que no vendrías! —exclamó Terry con una sonrisa burlona, dándome una palmada en la espalda.—Tú me arrastraste a esto —respondí, intentando que mi tono sonara despreocupado, aunque por dentro estaba de lo más incómoda.Melia, como siempre, parecía completamente ajena al ambiente tenso.—Bueno, ¿vamos o no? —dijo, comenzando a caminar como si no notara nada.El grupo se puso en marcha hacia el bar. Durante el camino, mantuve cierta distancia. No quería forzar mi presencia entre los novatos, que seguían hablando en voz baja entre ellos. Al llegar al bar, la atmósfera cambió un poco. El lugar estaba lleno de energía: música, risas y el aroma a cerveza y
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Capítulo 53
SEIKDespués de supervisar el entrenamiento con los guerreros, vi a Roberto y Kael en la arena de entrenamiento, conversando con tranquilidad. Me acerqué, intrigado por lo que decían.—Beta… parece que hoy otra vez os habéis ensañado con los novatos —comentó Kael con una sonrisa irónica.—Bueno, es necesario —respondió Roberto, encogiéndose de hombros—. De esta manera vemos de qué están hechos.—He visto los combates…, pero debo decir que Aria y Terry me están sorprendiendo. Hacen un buen equipo —añadió Kael.Fruncí el ceño, interesado.—¿Ganaron? —pregunté, sin poder ocultar mi curiosidad.—Si, ayer tu hembra aprovechó un descuido de Thalos y le atacó el costado —respondió Kael con tono animado—. Aunque él es más grande, ella intentó un mataleón. Al principio le costó, pero encontró la forma de resolverlo. Fue impresionante.'Mi hembra...'—Ella aprende rápido —intervino Roberto con aprobación.Mis labios se curvaron en una sonrisa que intenté disimular. Saber que Aria estaba esforzán
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Capítulo 54
(PRELUDIO) Hace 100 años...El ANTIGUOEl viento mecía suavemente las ramas de los árboles, y las flores blancas que trepaban entre ellas parecían brillar bajo la luz del sol. Lyra estaba absorta en el delicado perfume que emanaban. Sus dedos, finos y gráciles, rozaban los pétalos, mientras que algunas hebras de su pelo de color chocolate se enredaban con algunas hojas y ramas cercanas.Allí, bajo los rayos de sol que se filtraban entre las hojas, daba la impresión de ser una aparición; una criatura que parecía proceder del mundo celestial.—Lyra—dije con una voz profunda y envolvente desde la penumbra.Se giró lentamente. Su piel pálida reflejaba un brillo etéreo, casi irreal, que contrastaba con la profundidad de sus ojos verdes. Su cabello caía en ondas suaves, enmarcando su rostro angelical con una gracia natural. Era alta y esbelta, con un porte majestuoso que añadía un aire de elegancia a su frágil figura.—Has venido… Cornelio —susurró, ruborizándose ligeramente mientras mantení
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Capítulo 55
(PRELUDIO)Hace 100 años.EL ANTIGUOCerré aún más el espacio entre nosotros. Mi boca encontró la de ella con una intensidad que le robó el aliento. Fue un choque de mundos, de calor y frío, de vida y muerte. Ella intentó resistirse, pero el peso de su propio deseo la traicionó. Sus manos, que habían empujado mi pecho en un vano intento de detenerme, acabaron aferrándose a mi camisa, arrugándola entre sus dedos.Aproveché su rendición, dejando que mis manos bajaran con la precisión de quien conoce su objetivo. Mis dedos llegaron a su centro, cálido y húmedo, resbalando con la suavidad que solo el deseo podía otorgar.Lyra jadeó, un sonido bajo y tembloroso que despertó algo primitivo en mí. Dibujé círculos lentos sobre su clítoris, jugando con la tensión de su cuerpo mientras ella susurraba contra mis labios.—Sí… ahí…—murmuró Lyra.Paré de repente, apartando mi rostro apenas un poco para que nuestras miradas se cruzaran. La intensidad en mis ojos no dejó lugar a dudas.—¿Ahí dónde? —le
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Capítulo 56
(PRELUDIO)Hace 100 años. EL ANTIGUO Con la mano libre, la giré suavemente y levanté su vestido. Alineé su cuerpo con el mío, sujetándolo por la cadera, y deslicé la otra mano, que antes había estado en su boca, hasta su cuello, apretando con firmeza. —Ahora…tengo que castigarte…no me gusta que digas que no podemos estar juntos… —Yo... —intentó decir algo, pero sus palabras se desvanecieron en el instante en que le dí la primera embestida. Ella gimió y pude notar su cuerpo estremeciéndose. El placer me golpeó como una ola imparable, dejándome sin aliento. La calidez y la suavidad que me recibieron era abrumador, un contraste perfecto entre lo delicado y lo intenso. Sentía cómo el cuerpo de Lyra temblaba bajo el mío. —Lobita, nadie va a impedir que te tenga…ni siquiera tú. El calor de nuestros cuerpos entrelazados lo envolvía todo, y cada movimiento mío era un torrente que la empujaba más allá de cualquier pensamiento coherente. Estaba dentro de ella, completamente, y la
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Capítulo 57
SEIKEl bosque estaba tranquilo, iluminado por los rayos del sol que se filtraban entre las copas de los árboles. Una brisa ligera agitaba las hojas. A pesar del paisaje hermoso que se desplegaba para nosotros, el ambiente estaba cargado de tensión. Los novatos me rodeaban, expectantes, con los músculos tensos y los sentidos alerta. Me tomé un momento para observarlos antes de hablar. A mi lado estaban Kael, Roberto y algunos guerreros veteranos que más tarde ayudarian a los novatos.—Esta prueba tiene un objetivo claro —dije, caminando lentamente frente a ellos, como un depredador acechando—. Alguien ha desaparecido. Es vuestra responsabilidad encontrar a ese cambiaformas y traerlo de vuelta a salvo.Los ojos de los novatos se entrecerraron, algunos con curiosidad, otros con incertidumbre. Pude notar el nerviosismo de Aria.—Pero no será tan simple como seguir un rastro —continué, dejando que el peso de mis palabras se asentara—. Quien ha desaparecido no está solo. Está custodiado.M
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Capítulo 58
ARIALa tensión me envolvía mientras esperaba. Había algo diferente en este bosque hoy. No sabía qué era, pero algo en el aire me hacía sentir inquieta. Era una sensación extraña, algo más que simple nerviosismo.Cuando Terry me asignó a su grupo, esperaba que me mirarán con desdén, como si mi presencia fuera un estorbo más que una ayuda. Sabía que las hembras no siempre eran tomadas en serio, y yo era nueva en esto, sin experiencia. La mirada de los demás novatos no ayudaba a calmarme.Pero, cuando me crucé con los ojos de Thalos, no vi rechazo, solo concentración.Terry, por su parte, me lanzó una sonrisa pequeña pero sincera, como si estuviera dispuesto a ver qué podía hacer. No había burla en sus ojos. Y Olai, aunque estaba serio, no me miraba con desconfianza.Tal vez no les molestaba tanto tenerme en su equipo. Tal vez confiaban en mí.Respiré hondo, intentando tranquilizarme. Sabía que no era momento de dudas. No en este bosque.Entonces, la prueba comenzó.Todos a mi alrededor s
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Capítulo 59
ARIACuando llegamos a la zona de partida, el bullicio de la celebración nos recibió de inmediato. El equipo contrario estaba radiante, chocándose las manos y con sonrisas orgullosas, a pesar de las heridas visibles que mostraban tras el enfrentamiento con los guerreros experimentados. Habían encontrado al cambiaformas desaparecido.Nos transformamos a nuestra forma humana, no sin antes coger nuestra ropa que se encontraba entre los árboles.Mis pasos se hicieron más lentos al cruzarme con la mirada de Seik. Su expresión era neutra, pero algo en su mirada me hizo sentir como si pudiera leer mi decepción. Bajé la cabeza, incapaz de sostener su mirada. Quería ganar, quería que los miembros de la mannada reconocieran mi esfuerzo, mi valía... ¿Por qué tenía que ser tan patética?Antes de perderme aún más en mis pensamientos, la voz profunda de Zael irrumpió como un trueno, rompiendo el silencio incómodo de nuestro grupo.—¡Esto es culpa tuya, Terry! —gruñó Zael, con una mezcla de rabia
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Capítulo 60
SEIKEscuchaba cada palabra, como un zumbido que se iba intensificando en mis oídos. Cada vez que uno de esos imbéciles abría la boca, sentía una presión en el pecho.Terry y Zael estaban casi al borde de arrancarse la cabeza, pero lo que realmente me hacía hervir la sangre era la forma en que ese estúpido de cabello oscuro había hablado de Aria y mi hermana. ¿"Las hembras no son buenas en esto"? No podía creer lo que estaba escuchando. '¿Acaso pensaban que no podía oirlos?'Mantenerme al margen me estaba costando más de lo que había imaginado. Mis manos se cerraron en puños, y podía sentir cómo mis garras emergían a punto de desgarrar mi piel. Pero no, no podía intervenir en la disputa de los novatos.La voz de Melia resonó en el aire y, en un instante, todos guardaron silencio. Pero antes de que pudiera relajarme, mi mirada se desvió involuntariamente. Desde mi lugar, vi cómo Zacarias se acercaba a Aria.Los demás guerreros notaron la situación, y uno de ellos se acercó a mí, visibl
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