La cara de Lenna se puso blanca como un papel al escuchar la voz ronca, y al voltear encontró un rostro que la miraba con dureza, y a su lado una señora con ojos acusadores que negaba con la cabeza.—Querida, se supone que eres una dama, ¿qué clase de formas y comportamientos son esos? Tal parece que necesitas algunas lecciones más de etiqueta y comportamiento.La voz de Alana caló en Lenna y la hizo tiritar. La señora, elegante como siempre aquella mañana, no necesitó decir nada más, ni alzar la voz, para imponer su presencia en el lugar, y aquello impresionó a una Hannah que, al ver a su jefe junto a la señora supo enseguida que se trataba de su madre, pues ambos irradiaban auras similares.—Señor Cook, señora Cook, buenos días —saludó con prisas la muchacha, ganándose una mínima sonrisa por parte de ambos.Sin embargo, Andrew, engalanado con un traje en cerrado negro y una expresión turbia, se acercó a una Lenna que justo ahora deseaba que se la tragara la tierra y la escupiera en
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