Jenny, recostada sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón, sintió un momento de emoción que inexplicablemente le humedeció los ojos.Si no se hubiera enamorado de Miguel, habría aceptado la propuesta de Luis de inmediato, pero simplemente no podía hacerlo.El silencio de Jenny le rompió el corazón a Luis, quien a pesar de saberlo desde hace tiempo, tontamente había mantenido una pequeña esperanza de que tal vez, solo tal vez, ella decidiría estar con él.—Luis... yo... —Jenny percibió la incomodidad de Luis pero no encontraba las palabras adecuadas.—No hace falta que digas nada, lo entiendo todo. Jenny, no te fuerces, sigue a tu corazón —ya resignado al resultado, continuó—. Aunque, probablemente no nos veamos tan seguido en el futuro.Siendo un hombre casado y con familia, tenía responsabilidades que cumplir.—Luis, ¿vas a dejar de hablarme?—Jenny, perdóname, solo no quiero darme falsas esperanzas.Con los Uribe en crisis y Luis abrumado de trabajo, no tenía energía para
Leer más