Cap. 26: ¡Nunca te olvidé!
El vestido de María Elena se deslizó suavemente por su cuerpo, cayendo en silencio a sus pies. La mirada de Anthony se tornó intensa, casi reverente, al observarla. Frente a él, María Elena lucía la fina lencería negra que él tanto adoraba, y aunque el tiempo había pasado, su figura solo había ganado en belleza. Su esbeltez seguía allí, pero ahora sus caderas eran más definidas, sus piernas firmes y torneadas, y sus pechos, erguidos y perfectos, hablaban de una fuerza que la hacía aún más irresistible.Cada línea de su cuerpo parecía reclamar la admiración de Anthony, y él, sin poder apartar la mirada, dejó que sus ojos recorrieran cada curva, cada centímetro de ella. Sus manos temblaban levemente al acercarse, y una sonrisa llena de deseo asomó en sus labios.—Eres... hermosa —murmuró, su voz apenas un susurro cargado de emoción.Anthony la rodeó con sus brazos, atrayéndola con fuerza, y sus labios se fundieron en un beso lleno de pasión. Sus manos recorrían su rostro, sus hombros, c
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