Tras escuchar como la puerta de una habitación se cerraba, Joseph soltó un suspiro y se giró hacia su compañera, quien tenía un semblante complejo en el rostro.―Te lo dije mi amor, ese hombre no es de fiar ―le dijo en un susurro―Ya lo sé, pero, siempre se muestra amable, incluso Sandy me lo contó en una de sus cartas ―dijo Hanna frunciendo el ceño ―Ella dice que, cuando su excelencia está lejos del hechicero, se comporta como si fuera una persona completamente diferente ―― ¿Crees que deberíamos decírselo a la princesa? ―preguntó Joseph―No ―intervino Dante, quien se había acercado a ellos sigilosamente ―Sin embargo, pueden contármelo a mí ―agregó tras asegurarse que Anna continuaba dormida―Hazlo tú mi amor, después de todo, tú lo viviste de primera mano ―dijo Joseph besando la mejilla de Hanna ―Si queremos mantener las apariencias, lo mejor será que me vaya a trabajar, y, por otro lado, si vuelvo a llegar tarde, Malik me matará ――Vale cielo, ten un buen día ―dijo Hanna―Con su pe
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