Todos los capítulos de Enamorarme del Mafioso —¿Como te atreves a dañar a mi hija?: Capítulo 51 - Capítulo 60
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Ella está viva
Mateo Lo he calculado bien en estas dos semanas. He planeado bien cómo decirle. Espero que todavía Anabela no se case con ese hombre. Quiero arruinarles la boda. Llego a la casa de Dante con un sobre con toda la información de lo que ha pasado este último tiempo. Espero que no sospeche de mí. Entro a su despacho y lo veo como siempre sentado tomando. —Hola, desaparecido hasta que te dejas ver —me dice en forma de regaño. —Hola, he estado un poco ocupado —le respondo. —Espero que lo que te tuviera ocupado no me cause problemas —mencionó. —Pues por lo que estuve ocupado va a hacer completamente un problema o felicidad; no sé cómo lo quieras tomar —le mencionó. —¿Qué carajos estás diciendo? —me preguntó. —Ten, míralo con tus propios ojos —le respondió y entregó el sobre. Él lo abre y saca las fotos. Las comienza a ver; veo como sus ojos se abren como platos. —Esto no puede ser verdad —expresó. —Pues es verdad; ahí está tu Anabela —le confirmo. —Pero no es ella, ¿cómo estoy
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Se tu secreto
MarthaDespués de salir de la casa de mi hijo con más desesperación he buscado a Anabela.Mande al investigador a vigilar la casa que Mateo vigilaba.Y si lo investigaron, me ha informado que en la casa las últimas dos semanas ha habido muchos movimientos…Me ha informado que la chica que le manda vigilar no ha salido de la casa.Pero también he estado al pendiente de todo lo qué pasa en la casa de Dante.Escucho cada conversación que tiene; a veces habla solo de su desesperación por encontrar Anabela.Hoy es un día igual que los demás; escucho a mi hijo y sus lamentos. Pero de repente escucho la voz de Mateo. Escucho que hablan.—Mierda, Mateo ya le dijo todo a Dante, sabía que esa rata no tenía las agallas para provocar una guerra y aprovechó la locura y desesperación de mi hijo —me digo a mí misma.Escucho que Dante le pide la ubicación de donde está Anabela y Mateo le dice que se la obtendrá.Mi teléfono comienza a sonar. Es una llamada del investigador.—Diga, —escucho la voz del
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Primer intento
Dante Tengo en mis manos la ubicación de donde se encuentra mi niña. Y tengo un plan; no quiero empezar una guerra sin antes estar seguro de que mi niña sigue viva. Tengo todo mi armamento listo y preparado por si lo llego a necesitar. Tenemos dos días que llegamos aquí en Andorra. He mantenido bien vigilada la casa, pero lo extraño es que no hemos mirado ningún movimiento. Mateo es el que me ha motivado más a hacer esto. Pero necesito ver a Anabela, verla con mis propios ojos y saber si está embarazada. Esta desesperación me vuelve cada vez más loco. No sé cómo se convirtió en mi obsesión. —Dante, es el momento, debemos entrar a esa casa —me avisan. No sé, pero siento algo raro en Mateo. Mi instinto de desconfianza se pone alerta; sé que le gusta a mi niña. Pero quien fue el que me dijo la verdad de todo es mi mano derecha. —¿Estás seguro de que si atacamos no nos caerá una lluvia de plomo? —le preguntó. —Estoy seguro, además iremos por uno de los conductos secretos de la c
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¿Quien es ella?
Francisco Después de recibir la llamada de Vladímir, deje a su familia sana y salva en Rusia. Han pasado dos días desde que dejé la familia de Vladímir en Rusia, pero antes de salir del que era nuestro hogar puse una mini cámara sensible al movimiento, para saber si Dante va por Anabela. Estoy en el jet con rumbo a París a encontrarme con mi familia y recibo una alerta en mi teléfono; la cámara detecta movimiento. Enciendo la cámara y solo veo algunos hombres tapados y sí, ahí está el hijo de puta de Dante, pero está otro hombre con él. Su rostro se me hace muy familiar. No sé dónde lo he mirado antes. Debo de investigar quién es ese hombre… Llego a París y de inmediato subo al auto y me voy con rumbo al hotel donde se están quedando. Entro por la puerta; voy pasando la recepción y mis ojos captan algo que les llama la atención. Me detengo en seco y observo bien. Es una joven muy hermosa, de cabello casi rubio, ojos hermosos, piel blanca y una boca no tan grande ni tan pequeñ
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Te veré de nuevo
Aarón Es increíble, hoy nos vamos y no he tenido la oportunidad de ver a Anabela. Siempre que voy a su cuarto, sus guardias me impiden entrar o es ese hombre Vladímir. Necesito encontrar la forma de verla antes de irnos. No me puedo ir sin verla. Estoy sentado en la recepción esperando a que ella salga o vea a esos hombres salir. No sé cuánto tiempo llevo aquí, pero la espera valió la pena. Veo que Anabela viene caminando y se va hacia el restaurante. Me voy detrás de ella, veo que toma asiento y me acerco a ella con cuidado. —Hola Anabela —le saludó. Ella rápidamente voltea asustada. —Hola, Aarón, me asustaste; pensé que era otra persona —me dice. —¿Quién pensaste que era? Dante —Le preguntó. —Si es que tu voz tiene uno parecido a la de él —me cuenta, aunque no sé si ver eso como un insulto. —¿Puedo sentarme? —No lo sé. Pero está bien —duda, pero al final acepta. Me siento en la silla enfrente de ella. —Me da muchísimo gusto verte —le digo. —Bueno, no sé si puedo decir l
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¿Que es?
AnabelaEstamos en la pista de aterrizaje; el jet está listo para despegar. Estamos esperando a mi hermano.—¿A dónde iremos? —le preguntó a Vladímir.—Te llevaré al único lugar donde Dante necesitaría todo un ejército para entrar —me dice.—¿Me llevarás a un castillo?—No se parece mucho a un castillo, pero si quieres te construyo uno —menciona.—No, yo quiero una casa sencilla; lo importante es estar juntos —declaró con felicidad.—Está bien; tendrás tu casa sencilla. ¿Dime que piensas si nuestro bebé nace en Rusia? —me cuestiona.—No me importa donde nazca; mientras estés conmigo en ese momento, lo demás no importa —mencionó.Se me acerca y me da un beso en los labios. Me mira a los ojos y me da otro en la frente. Pone su mano en mi vientre.Escuchamos que un auto se acerca; Vladímir saca su arma y los dos vemos por la ventana. Vemos que mi hermano se baja del auto.Los dos bajamos y nos acercamos a él.—Ya podemos irnos —dice mi hermano.—Bien, entonces subamos —habla Vladímir.Lo
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El nuevo objetivo
Ava Han pasado semanas desde que Dante se fue; no ha regresado ni me ha vuelto a marcar y no me interesa que le pase; tengo a alguien nuevo en mente. Decido dejar a Dante; no voy a estar con este hombre que está loco y obsesionado con esa niña. Me iré con mi antiguo amigo. Él me está consiguiendo toda la información acerca de ese hombre Vladímir. Salgo de la casa con mi maleta y mis cosas. Tomo uno de los autos de Dante. Es un pago por estar aguantando sus maltratos y sus humillaciones. Meto mis cosas en el auto, entro a la puerta del conductor, pongo en marcha el auto y me voy de ahí. Llego al pueblo y me estaciono cerca del muelle. Salgo del auto y comienzo a caminar por el muelle. —Ava, veo que no has cambiado ni un poco —escucho una voz familiar a mis espaldas. Me doy la vuelta y veo a mi ex amante. —Fabio, gusto en verte —le saludo. Me acerco a él con pasos sensuales y me doy un beso en los labios. —Mmm, qué rico haces que los recuerdos lleguen a mí —menciona. —Los rec
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Nuevo objetivo parte 2
Silvana Después de que el hijo de puta de Mateo intentará matarme, le informe todo a Ava de lo que estaba pasando. Ella me dijo que tenía un nuevo objetivo en mente, uno más poderoso. He estado en comunicación con ella. Me afirmó que iba a dejar a Dante para ir por su nuevo objetivo. Pero estoy realmente molesta; ella me prometió que cuando abandonara a Dante vendría por mí y no iríamos juntas. —Esa perra me traicionó; se fue a Rusia en busca de su nuevo hombre y se olvidó de mí; el día que te vea de nuevo me las pagarás —me digo a mí misma y me veo al espejo maquillándome. Veo que la puerta se abre y es Abdel. —Silvana, tienes un cliente importante hoy, así que espero que estés lista. El té espera en la habitación número veinte —me comunica Abdel. —Pero yo soy tuya porque me tengo que meter con ese hombre —protestó con ojos de súplica. No estoy de humor para ver a alguien. —Es él un hombre importante; si no vas te llevaré a la fuerza —me regaña en un tono más fuerte. —Está bi
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Nuevo objetivo parte 3
Noto como el traga saliva y no pierdo de vista ninguno de sus movimientos. Hasta que el me responde. —Pues ya lo sabes, tuvo un pequeño accidente y el doctor no pudo hacer nada —me cuenta. Noto su voz algo temblorosa.—¿Pero qué accidente fue? —Me levanto de la silla y me acerco a él; los dos nos vemos atentamente.—No lo sé, ya no lo recuerdo —declara y esa respuesta me hace enojar. Lo tiro de la silla, él cae al piso y me abalanzo sobre él.Lo comienzo a golpear. Él intenta defenderse, pero no le doy oportunidad de hacerlo. Veo que empieza a salir sangre de la nariz, lo tomo del cuello, saco mi arma y la pongo en su cabeza.—Claro que lo sabes, así que de una puta vez dime qué pasó —le exijo y veo como me mira.—Tu mujer Ava y Silvana la arrojaron por las escaleras —me narra lo ocurrido. Eso me hace dudar, por eso no creo que llegara a tanto.—Mientes, eso no es algo suficiente para declarar a alguien como muerto —le grito y él me mira atentamente.—No miento, ella empeoró porque e
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De madre a madrastra
MateoDespués del operativo fallido a la casa de los Accardi y descubrí la foto de la madre de Anabela, la señora Enora, he quedado completamente confundido.Regreso a mi país de origen, Grecia. Llego a la mansión de mi padre. Al llegar y salir del auto, mi padre me recibe con los brazos abiertos.—Hola, hijo, que te trae de nuevo aquí —me saluda mi padre.—Hola, padre, he venido de visita, y ¿dónde está mi madre Sahara? —Le respondo a mi padre.—Está en el jardín —me dice mi padre.—Bueno, iré a saludarla —le digo y comienzo a caminar rumbo al jardín. La veo a lo lejos sentada en una silla tomando té. Llego hasta ella y me siento a un lado de ella.—Hola, hijo, porque no avisaste que vendrías —agregó.—Creo que usted no se merece saber cuando vengo —le expreso en un tono fuerte.—¿Qué pasa, Mateo, porque me hablas así? —Me mira completamente raro.—Usted dígame, señora Sahara, o debería decir Enora —le declaró.—¿Enora de donde sacaste ese nombre? —me preguntó.—Ese es su verdadero n
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