Capítulo 168: Lo que me pertenece.
Su rostro se volvió pálido, y de inmediato buscó retroceder y alejarse, pero, Angelo la detuvo del brazo. —Vamos. Los ojos dorados de la mujer se clavaron en él con dolor, sus comisuras humedeciéndose, su vista tornándose borrosa por las lágrimas que estaban a punto de emerger. —¿Es una broma?, no es gracioso, Angelo… —susurró con sus labios temblorosos y su voz quebradiza. —¿Mami, qué pasa? —preguntó Cristal. —¿Estás bien, mamá? —le preguntó haciendo un puchero, Clara. Angelo se inclinó hacia la mujer, susurrando a su oído: —No quieres que las niñas te vean mal, y no logren comer su desayuno, ¿cierto? Cassandra frunció el ceño, rápidamente se dio la vuelta, dándole la espalda a las gemelas mientras se limpiaba las lágrimas. Con una sonrisa forzada volvió a ver a sus hijas y las tomó de las manitas. —Todo está bien, mis bebés, vamos… Angelo comenzó a caminar tras de ellas, hasta que ingresaron al hermoso local. Mismo en el que no había más clientes que ellos, como d
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